El triple enfado de Cristiano

La estrella del Real Madrid no ocultó su desilusión en un día señalado para él porque en Saint-Etienne igualó el récord de 127 entorchados internacionales de su ídolo y maestro Luis Figo, otra gloria nacional portuguesa.Figo le dio grandes consejos, le enseñó a tirar y a regatear mejor, a ser él mismo en el campo y a evolucionar en mentalidad ganadora. Cristiano creció muy rápido gracias a eso, recuerda el brasileño Luiz Felipe Scolari , técnico de Portugal entre 2003 y 2008.

Cristiano acabó molesto el partido por tres motivos: no pudo marcar ante los islandeses, a pesar de que dispuso de buenas ocasiones y de dos golpes francos consecutivos en el último suspiro y, de momento, no pudo pulverizar el récord de ser el primer jugador que marca en cuatro ediciones de la Eurocopa; no jugó por la izquierda sino de ariete y su selección selló un empate que supo a poco ante un rival menor, aunque no debe complicar la clasificación de los lusos al pasar incluso los cuatro mejores terceros a octavos.

En la zona mixta del estadio Geoffroy Guichard, frunció el ceño al tener que hablar de la demarcación de delantero nato en la que le ubica el veterano seleccionador. No sé si es la posición que más me gusta, pero es en la que me pone el entrenador. Me gusta más llegar desde el extremo, pero tengo libertad para entrar por donde quiero y me tengo que acostumbrar, dijo CR7.

El astro portugués de 31 años admitió que se queda un sabor amargo cuando sabes que tienes mejor equipo y más oportunidades y no consigues ganar, pero así es el fútbol. Otros candidatos al título también tuvieron dificultades en sus primeros partidos como Francia, España e Inglaterra. Esto no es como empieza sino como acaba, afirmó, como si se tratase de un jugador de mus.

Convencido de que las tablas no deben encender las alarmas en Portugal, porque quedan dos partidos y considera que el nivel del equipo es bueno, se mostró poco elegante con los islandeses al restarles méritos. Ellos tiraron dos veces, metieron un gol, pusieron el autobús, tuvieron suerte y no hay que preocuparse, dijo sobre la selección sorpresa de este campeonato.

Debería valorar Cristiano que más que un milagro, el éxito de Islandia, país de poco más de 300.000 habitantes, es fruto del gran trabajo del técnico sueco Lars Lagerback con una generación de oro que ya alcanzó la fase final de un Europeo sub-21. Todos sus internacionales juegan en el extranjero, el fútbol ha desplazado al balonmano como deporte rey y el secreto son buenos técnicos para los niños y campos cubiertos para superar el clima adverso.

En el foco de la crítica por su estado de forma, Cristiano trata de despejar dudas. Yo estoy bien, me siento bien. Obviamente, fue el segundo encuentro después de la final de la Champions, pero sé que iré mejorando partido a partido, dijo un tipo al que se le vio con los ojos vidriosos cuando escuchaba los acordes del himno portugués. Se emociona hoy al representar a su país tanto como cuando lloró desconsolado tras final ante Grecia en la Eurocopa de 2004, la de su estreno goleador al rematar un córner lanzado por Figo en el partido inaugural.

Tampoco ocultó su desilusión el técnico Fernando Santos, sabedor de que los primeros partidos siempre son complicados, pero confiado en la recuperación anímica de sus jugadores. Acusó el seleccionador debilidad en el gol recibido, falta de pegada, nervios, precipitación, tras encajar el empate, y una mala gestión de la velocidad. La felicidad no fue plena ni siquiera para Nani, quien marcó el gol 600 en la historia del campeonato, 56 años después de que el delantero yugoslavo Milan Galic anotase el primero en la semifinal ante Francia, que acabó con 5-4 para los balcánicos, récord goleador del torneo hasta hoy.