Vicente del Bosque, durante el partido contra Georgia.
SELECCiÓN

Del Bosque: «Ha sido una decepción, pero no nos debe afligir»

El seleccionador critica la entrada en el partido de la selección pero pide confianza para la Eurocopa y recuerda que «no hay que tener miedo»

Rodrigo Errasti Mendiguren

Martes, 7 de junio 2016, 23:39

Vicente del Bosque, sin cambiar mucho su gesto, sí hizo autocrítica y reconoció un montón de errores en la inesperada derrota de la selección española ante Georgia: mala circulación de balón, falta de profunfidad y entendimiento entre los jugadores... Se le vio especialmente molesto por ... una primera mitad en la que el equipo nacional evidenció demasiadas carencias. «Hoy buscábamos confianza y ha sido todo lo contrario, una decepción. Que nos hagan un gol entra dentro de la lógia, pero no tanto nuestra forma de afrontar el juego, sobre todo en la primera mitad. No hemos estado templados en la parte final del juego», reconoció.

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El seleccionador pidió, en cualquier caso, que no se dramatice con la derrota a sólo seis días del debut de España en la Eurocopa ante la República Checa: «Lo mejor es aceptarla y levantar la cabeza. Tenemos un reto extraordinario y este resultado no nos debe afligir en nada. Hoy es un momento malo, pero este resultado no debería afligir; no debería afectar ni ofrecer temor».

Del Bosque no cree que la derrota anime a los rivales de la Eurocopa a encerrarse, aunque tampoco le importaría: «De hoy saco cosas buenas: seguridad en el juego, dominio de la situación... pero ha faltado lo más importante. No sé lo que harán los rivales de la Eurocopa, pero ojalá siempre jugáramos los partidos en campo contrario».

El salmantino quiso también alabar la función desatascadora de Iniesta y la buena forma en la que parece llegar el manchego: «Iniesta limpia contrarios y líneas. Está claro que en la primera parte no hemos entendido el partido, y que después lo hemos entendido un poquito mejor».

Por último, Del Bosque confirmó que dio los 90 minutos a Aduriz porque no quería «sobrecargar» a Morata, renqueante desde el partido ante Corea del Sur en Salzburgo, y mandó un mensaje esperanzador: «Tenemos por delante un reto extraordinario».

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