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Fue la imagen posterior al encuentro entre España y Suecia. Tras retirarse los jugadores, saltó al terreno de juego otro equipo con un objetivo y las ideas claras, recuperar el césped de La Cartuja, muy alejado de la buena imagen que ofreció tanto en ... la Supercopa de enero como en las finales de Copa de abril. El calor de junio ha pasado factura a un tapete al que Luis Enrique criticó antes del partido en privado, y después del mismo en público. «El campo no ha ayudado, los jugadores tenían complicaciones para el control. ¿No lo habéis visto? No es una disculpa es una realidad. Los jugadores se han quejado», dijo el seleccionador ante las cámaras de televisión. Pero antes de jugar contra Suecia, ya lo había hecho ante el presidente de la Federación Española, Luis Rubiales.
Ni el doble riego previo y durante el descanso sirvió para mejorar el terreno de juego, porque lo que los operarios estuvieron arreglando las calvas e intentando mejorarlo hasta bien entrada la madrugada.
Ayer, en declaraciones a Cuatro, Amador Jiménez, jefe de Cespedera del Sur, encargada del cuidado del terreno de La Cartuja, aseguró que se iban a poner todos los medios para recuperar la hierba de cara al encuentro del lunes contra Polonia.
Para el juego rápido que propone La Roja, se necesita una moqueta por el que el balón ruede sin problemas y se vio cómo estaba levantado, seco y muy duro. Y más allá de las necesidades de juego de España, quedó claro que la imagen del césped y las declaraciones de Luis Enrique no han sido la mejor promoción para la sede de La Cartuja, alternativa de la Federación a San Mamés. Comparado con la imagen de los demás estadios, el hispalense ha salido muy mal parado.
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