Pedri: «La magia está en peligro de extinción»

-¿Ha cambiado el clima en el equipo después de la goleada ante Eslovaquia?

Siempre hemos estado seguros de lo que hacíamos. Y ahora, porque entre o no la pelota, seguimos mentalizados con lo que tenemos que hacer y creo que vamos por el buen camino.

-Pero sí que tendrían cierta sensación de alivio después de los dos primeros partidos.

Nos jugábamos seguir en la Eurocopa. Si insistíamos en lo que nos pedía el míster, sabíamos que el balón iba a entrar y es lo que pasó.

-¿Penaliza jugar con prisas o con demasiado nervio?

En el fútbol, si te apuras la jugada va a salir mal. Yo prefiero pensar, estar tranquilo y tomar la decisión un segundo antes de cómo piensa el rival. No tengo tanta fuerza y por eso debo pensar antes que el rival, tener claro lo que voy hacer con el balón. Soy de los que cree que es más importante la cabeza que la fuerza.

-¿El fútbol ahora es más de fuerza que de cabeza?

Sí, está cambiando un poco eso. El fútbol de calidad y de magia, el de un mediapunta que coge y se gira y vive contra los centrales está en peligro de extinción. Pero a esos jugadores hay que tenerlos en un equipo porque son decisivos. El futbolista de talento es una cosa que necesitan todas las plantillas. Nosotros en el Barça tenemos a Leo, que es una cosa excepcional.

-Siempre ha reconocido que se fijaba en Iniesta, con quien le comparan. ¿En alguien más?

Me fijaba en casi todos los de la España que ganó el Mundial. Me encantaba Xavi, era un espectáculo. Su manera de pensar, cómo sabía dónde estaban los compañeros... También en Busquets.

-Usted hubiera encajado bien en ese equipo.

Sí. Eran muy buenos. Aprendí mucho de ellos.

-Es un poco bestia su trayectoria. De golpe en la Eurocopa con 18 años.

Todo en mi vida ha pasado muy rápido. De estar en el Juventud Laguna a estar en el Barça y luego en la selección... Intento llevarlo con normalidad y vivir el día a día. Jugar al fútbol me hace feliz.

-¿Le han tenido que frenar un poco?

No, intento ir con humildad, aprender de los mejores. Mis padres me han inculcado ese concepto de estar tranquilo, ser yo mismo. Nadie tiene por qué cambiarte.

-Por muy tranquilo que sea debe abrumar entrar en edad de juvenil al vestuario del Barça, estar en una Eurocopa...

Es raro, porque los veía por la tele y jugaba con ellos en la Play. Pero es tu día a día y lo tienes que afrontar como si fuese tu trabajo. Hago lo que me gusta. Es como cuando a un niño le das el primer balón. Disfruto día a día y espero seguir en este sueño mucho tiempo.

-Sus amigos sí que alucinarán...

Como mi familia, que también alucina. Pero yo intento llevarlo con normaliad. Se sorprenden de todo lo que estoy viviendo.

-¿Está satisfecho de su actuación en la Eurocopa?

Tengo 18 años y puedo mejorar muchísimas cosas aún, lo sé y lo admito. Tengo que mejorar la fuerza y el trabajo.

-¿Se ve, pese a su edad, con capacidad de tirar del carro dentro del campo?

Sí, hombre. Todos intentamos tirar del compañero, tiramos uno del otro. Tenemos un grupo espectacular, si se tiene que ayudar al prójimo para que después lo hagan por ti, encantados.

-¿Cómo ha visto a Luis Enrique estos días?

Luis es una persona muy tranquila, sabe que estamos haciendo las cosas bien. Nos exige al máximo para dar lo mejor de nosotros, nos pide mucho.

-¿Le ha mimado mucho al ser el pequeño?

Me ha dado muchísima confianza. Le estoy muy agradecido.

-¿Esperaba jugar tanto?

No, ciertamente no.

-Ha sido su primer año en la élite y lleva más partidos que nadie. ¿Aguanta?

El cansancio es muy mental. Si estás bien mentalmente, las piernas descansan mejor.

-Y después de jugar, ¿consume mucho fútbol?

Sí. Muchas veces intento estar en mi casa con un balón en los pies. Jugando a la Play, o lo que sea... Juego también con mi hermano al 'techball' (una especie de tenis de mesa, pero adaptado al fútbol). Otras veces intento simplemente estar en el sofá descansando para recuperar, pero me encanta jugar al fútbol incluso cuando no toca.

-Además, usted es de fútbol de calle.

Me encanta. En la calle se aprende a pensar más rápido porque hay muchos menos espacios.