Una vez consumada la dimisión de Luis Rubiales como presidente, se abre un nuevo escenario en la Federación Española de Fútbol (FEF), dirigida de forma interina por Pedro Rocha desde que el pasado 26 de agosto la FIFA suspendiese temporalmente al dirigente motrileño.
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El ... presidente de la Federación Extremeña, al que Rubiales situó como único vicepresidente de la FEF un día antes de la celebración de la Asamblea General Extraordinaria del pasado 25 de agosto que el granadino empleó para intentar atrincherarse en la poltrona, tiene ahora dos opciones sobre la mesa. Por un lado, Rocha podría convocar elecciones a la presidencia de la Federación de forma inmediata. Por otro, tiene la posibilidad de intentar ampliar el mandato de la actual Junta Directiva, que tras la renuncia de Rubiales se convierte automáticamente en Comisión Gestora.
Así lo estipula el artículo 31 de los estatutos de la Federación Española de Fútbol, cuyo apartado 8 reza lo siguiente: «Si el presidente cesara por causa distinta a la conclusión de su mandato, la Junta Directiva se constituirá en Comisión Gestora y convocará elecciones para proveer al cargo; el que resulte elegido ocupará el cargo por tiempo igual al que restase por cumplir al sustituido».
De optar por el primero de esos caminos, es decir, el de la convocatoria inmediata de elecciones tal y como marcan los estatutos y anunció de madrugada que haría la FEF, los comicios se celebrarían con la actual Asamblea y el mandamás que saliese de las urnas ocuparía el cargo durante el plazo que le restaba por cumplir a Rubiales, esto es, hasta después de los Juegos Olímpicos de París, que se celebrarán en 2024.
En la votación podrán participar los 140 miembros de la Asamblea de la FEF, de los cuales son natos 20 y los restantes 120 electos. Dentro de ese censo electoral figuran todos los presidentes de las federaciones territoriales, representantes de los clubes, futbolistas, árbitros y entrenadores. También entra dentro del cuerpo electoral el propio presidente de la FEF.
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Para presentarse como candidato se exigen dos requisitos: tener la nacionalidad española y que el aspirante cuente con el aval de un 15% de la Asamblea. Si hay más de un candidato, vence quien logre mayoría absoluta en la primera votación o, en su defecto, mayoría simple en una segunda vuelta. Rubiales derrotó en 2018 a Juan Luis Larrea, el candidato continuista de la era de Ángel María Villar, con 80 votos frente a 56 en primera ronda. La posición como presidente interino de Rocha le otorga mucho margen de maniobra para ganarse el favor de los asambleístas, pese a que algunas fuentes sitúan al cordobés Pablo Lozano, presidente de la Federación Andaluza de Fútbol desde 2019, como una eventual opción que generaría bastante consenso.
La segunda posibilidad pasa porque el Consejo Superior de Deportes (CSD) otorgue el beneplácito para que la Comisión Gestora desarrolle su trabajo al frente de la Federación hasta enero y se convoquen las elecciones en el primer semestre del próximo año, previa elección de una nueva Asamblea que luego escogería al presidente. «Si nos piden permiso para hacer elecciones el 1 de enero, se lo vamos a dar», dijo esta madrugada Víctor Francos en una entrevista en la Cadena Cope.
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En cualquier caso, si las elecciones se convocasen ahora, el mandato del nuevo presidente expirará el próximo verano y habría que celebrar unos nuevos comicios tras los Juegos Olímpicos de París.
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