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Los jugadores del Pinilla regresan a los entrenamientos tras diez meses de inactividad. Sandra Santos

Diez meses de espera... para un día de felicidad

Los casi 5.000 niños y niñas federados en el fútbol leonés regresaron a los entrenamientos este lunes a la espera de las nuevas restricciones | En el Atlético Pinilla, la ilusión se impone a la mascarilla y los más pequeños pueden volver a disfrutar del balón y el deporte que más les gusta

Martes, 12 de enero 2021, 08:58

El frío era lo de menos y la mascarilla apenas molestó los primeros minutos. Lo importante era volver a tocar el balón y soñar con emular aquel gol de Messi y las paradas de Casillas.

Los campos de fútbol han recuperado su esencia. Casi 5.000 niños y niñas han podido regresar este lunes a los entrenamientos tras nueve meses sin poder jugar a lo que más les gusta.

No se sabe por cuánto tiempo será la vuelta al césped, y las últimas noticias apuntan a que la competición no regresará. Pero, eso sí, el reencuentro y la alegría del primer día no se las quita nadie a estas futuras estrellas a las que el coronavirus no frenará sus sueños de ser el nuevo 'pelusa', un 'Pelé' del mañana y volver a ganar al eterno rival del Pinilla, la Peña, con quien tienen una cuenta pendiente tras el 5-3 de la pasada temporada.

Mateo y Leo son solo dos de la más de una treintena de niños de este club de la barriada leonesa que se volvían a calzar medias y botas y se reencontraban con sus compañeros, aunque fuera mascarilla de por medio. «Si nos cuesta respirar y cuando estamos cansados tenemos que poner a respirar ahí -en un espacio apartado-».

Galería. Los jugadores del Pinilla en su vuelta a los entrenamientos.

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Galería. Los jugadores del Pinilla en su vuelta a los entrenamientos. R.F.

Calentamiento, unas vueltas al campo y primeros toques con el balón desde un mes de marzo que truncó una de sus ilusiones de cada semana: la de saltar al campo y disfrutar con los compañeros. «Llevamos mucho tiempo en casa y nos estábamos aburriendo. Por fin hemos podido venir aquí a entrenar un poco para jugar». La espera fue tensa tras la verja del terreno de juego, y allí esperaron, siguiendo el protocolo, hasta que los entrenadores autorizaron la entrada al césped.

En el Atlético Pinilla los focos han vuelto a encenderse para los más pequeños. Con anterioridad ya lo habían hecho los juveniles, en un esfuerzo realizado desde la entidad porque el balón pudiera seguir rodando. El presidente, Julián Santa Engracia, exponía algunas de las novedades como: no utilizar las duchas ni los vestuarios, usar mascarilla tras el partido y pruebas cada 15 días para controlar la expansión del coronavirus. «Es algo muy complicado para clubes como nosotros, que somos humildes, y que nos cuesta mucho dinero. Tenemos que tener un médico y una enfermera para hacer las pruebas, pero hay que hacer el sacrificio porque los niños merecen jugar».

Un esfuerzo que merece la pena

Raúl Pérez, coordinador del CA Pinilla, confesaba que todo esfuerzo merecía la pena porque «la juventud tiene que hacer deporte, es muy importante y va a ser fantástico para todos». Los chicos se mostraban «muy contentos» y tenían ganas de «disfrutar después de nueve meses. Tanto ellos, como nosotros los entrenadores y las familias».

A la espera de conocer las nuevas restricciones que se aprobarán en el Consejo de Gobierno Extraordinario de la Junta de Castilla y León, y que limitará la práctica deportiva no profesional, la realidad es que por unas horas los más pequeños recuperaban la sonrisa con un balón de por medio y volvían a disfrutar de la salud del deporte y el reencuentro con la hierba.

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