La Deportiva sigue marcando territorio

La sonrisa volvió a El Toralín. No es para menos. La Deportiva se va a dormir como líder, a expensas de lo que haga el Nástic en su partido. Y, casi dos meses después, el equipo ha logrado ganar en casa.

La Ponferradina ha ganado 2-0 a un equipo en plena cuesta abajo, al que todo le sale mal, como es la Real Sociedad B. Los bercianos merecieron ganar y la fortuna quiso ser justa y aliarse con ellos en los dos goles que le dieron la victoria.

Con Yeray como gran novedad en su once, la Deportiva salió al césped de El Toralín en una desapacible tarde marcada por el frío, el viento y el aguanieve a hacer más amable el día a la afición blanquiazul, que lleva casi dos meses sin verles ganar.

En los primeros compases, los bercianos entregaron el balón al filial realista. O la Real Sociedad B le arrebató la pelota a los bercianos. El filial donostiarra dominó el partido en el tramo inicial, copando la psoesión de la pelota y moviéndola de un lado a otro sin dar opción a la Ponferradina.

Los blanquiazules, sin embargo, aguantaban. El balón apenas les duraba en los pies ante unos jugadores txuri-urdin que mordían en la presión, que no dudaban en jugársela en cada intento de salida de los locales. Pero las ocasiones realistas no se producían.

La más clara fue para Azkune en una de las jugadas polémicas del partido. El delantero donostiarra recortó sobre Andújar, que fue al suelo para tratar de llevarse el balón, pero el delantero visitante cayó, reclamando un penalti que no concedió el árbitro.

Esta acción cambió el partido, porque la Deportiva, tras el susto de esta acción, reaccionó. Los bercianos empezaron a ganar peso, a tener más la pelota y a pisar campo rival. Y esta tendencia se mantuvo en toda la primera mitad, en la que los de Vélez fueron de menos a más.

Andújar, precisamente, tuvo la ocasión blanquiazul más clara en un córner en el que el central impuso su potencia para cabecear un balón que se fue por encima de la meta defendida por Gaizka Ayesa.

El partido no estaba teniendo goles, pero sí intensidad y propósito de llegar al área rival. Pero dos condicionantes evitaban más ocasiones de gol: la solidez de la defensa de la Deportiva y la falta de claridad de los bercianos en los metros finales.

Pese a esa evidente y notable mejoría de la Ponferradina, con líneas cada vez más adelantadas y una presión asfixiante, a los de Vélez les faltaba ese último pase, esa acción que desatascara sus ataques posicionales ya que, cuando podían correr, daban una mayor sensación de peligro.

Borja Valle y los hombres de banda ganaban protagonismo, pero no un Samuele Longo que apenas tocó balón en una muestra evidente de esa ausencia de pases finales de una Deportiva que creció, apaciguó los animosos primeros minutos de la Real B, pero no encontraba el camino al gol.

Esa primera conexión con Longo llegó en el inicio de la segunda mitad. Y supuso la ocasión más clara del partido. Carrique puso un centro al área que el italiano, con pericia más que con potencia, cruzó para obligar a Ayesa a sacar una gran mano que evitó el 1-0.

Dominaba el equipo berciano en un tramo de partido que, más allá de esta clara ocasión de Longo, se había enfriado. Solo las conducciones de Cerdà y los duelos de Longo con los centrales realistas generaban algo diferente sobre el césped berciano.

Para acabar con esa 'glaciación' del partido, Yeray se inventó, con la electricidad que le caracteriza, un recorte y un disparo al palo largo con la zurda que sólo el poste evitó que fuese gol.

Respondieron los donostiarras con su mejor ocasión, en las botas de Azkune, que se quedó en un mano a mano con Andrés Prieto en el que el meta alicantino ganó la batalla sacando el balón con la mano izquierda.

Yeray siguió haciendo de las suyas, desatado, en los mejores minutos del partido del cántabro. Una gran acción personal con caño incluido acabó en córner y, minutos después, en un saque de esquina, asistiría a Andújar que, tras rematar de forma fallida el centro, pudo chutar para anotar el 1-0 con Ayesa batido.

Con el marcador en contra, intentó reaccionar una Real Sociedad B que se encontró con el oficio y el saber estar de una Deportiva que, lejos de sufrir, amenazó al contragolpe.

Y más argumentos tenía la Deportiva. Uno de ellos era Cerdà, que anotó uno de los goles de la jornada. El mallorquí sentenció yéndose hacia dentro y, desde la frontal, poniendo el disparo en la escuadra. Con la ayuda del larguero y la espalda de Ayesa, llegó el 2-0.

El partido murió con este tanto. Pero la Deportivo pudo ampliar su diferencia. Brais Abelenda tuvo una clara ocasión a centro de Andoni en la que Ayesa, en dos tiempos, pudo enviar el balón a córner.

Los bercianos buscaron un gol más en estos últimos minutos, con la entrada de Yuri que también quería celebrar sus 500 partidos con el conjunto blanquiazul con un tanto.

La Deportiva volvió a ganar y volvió a sonreír en casa con este sólido triunfo ante la Real Sociedad B (2-0) para irse a la cama en primera posición. Como para no sonreír.

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