No sufran. Es un partido más, ¿no?

Directamente, no creo en ella. Y en esta semana, la hemos escuchado varias veces. Distintos protagonistas del derbi lo han comentado en su versión deportiva: «Son sólo tres puntos». Incluso algunos aficionados, tratando de restar valor a su rival, lo han pregonado.

Pero, hablando en plata, no se lo creen ni ellos. Porque, simplemente, si fuera un partido más, no se preveería un lleno en el Reino de León, no se habrían vendido 1.700 entradas en Ponferrada o no se habría armado todo el despliegue mediático y social en torno a este partido.

No es un partido más, simple y llanamente, porque es un derbi. Y sí, es irrebatible empíricamente, que a nivel númerico vale igual que la visita al Arenteiro o el partido en El Toralín ante Unionistas, tres puntos. Pero resultado que, cuando hablamos de fútbol, no hablamos de un deporte al uso, donde sólo cuenta lo que sucede en la cancha: lo emocional se lleva una parte importante del pastel.

Ganar el derbi no te resuelve la temporada. Pero te ayuda a ello. Y más en la situación actual, con los dos equipos peleando por lo mismo, en puestos de ascenso y, siendo claros, atravesando por un bache, más pronunciado en la Cultural.

A aquellos que queréis vendernos que es un partido más, ánimo. Porque no hay argumentos para sostenerlo. Y, aunque lo digáis mil veces, no, no se va a convertir en una gran verdad, porque nadie se cree esas palabas. El derbi es el partido, en mayúsculas, por lo deportivo, pero, sobre todo, por lo emocional. Es un día para disfrutarlo y vivirlo en plenitud, con una rivalidad sana... y que gane el que más se lo merezca. Pero no sufran, son sólo tres puntos, ¿no?