La Cultural vence en un derbi de toda la vida

Eran los favoritos, por la dinámica y la clasificación. Pero en un derbi eso no importa. Cultural y Deportiva disputaron un derbi repleto de tensión, de encontronazos, marcado por la expulsión de Mula en el minuto 27 y que se quedó en casa. La Cultural venció 2-0 a la Ponferradina en un choque que se decidió en el tramo final.

En un ambiente de gala, el partido arrancó con una Deportiva que intentó competir la pelota a una Cultural que no hizo excesivo esfuerzo en copar la posesión, pero sí en ser vertical. Pronto llegó el primer aviso, con una ocasión de Bicho a pase de Álvaro que servía para que Andrés Prieto hiciera lo que hace cada fin de semana: salvar goles claros.

El partido comenzó, como es habitual en este tipo de derbis, con un ritmo alto, pero sin que nadie arriesgase. Unos y otros buscaban más contrarrestarse que hacer daño al rival y prueba de ello era el marcaje específico de Sergi Maestre a, quizá, el jugador blanquiazul más diferencial, Yeray.

Y Bicho, como si fuese un 'remember' de la temporada pasada, llegaba descolgado haciendo daño. Así, en el minuto 9, tuvo otra buena ocasión que Prieto despejó a córner. La Cultural parecía estar mejor en un partido donde la tensión estaba presente, pero parecía oculta.

El que más ejemplificaba esa tensión era Javi Rey. El técnico ourensano protestaba cada acción e, incluso, llegó a tener una disputa verbal con el banquillo culturalista.

El partido, pese a esas llegadas por las bandas de la Cultural y, con el paso de los minutos, la mayor verticalidad de la Ponferradina tratando de aprovechar errores leoneses, estaba en standby. Y solo una jugada diferencial podía sacarlo de ese estado.

Llegó esa acción. Mula midió mal en la presión y contacto con los tacos de su bota en la rodilla de Manu Justo. Morilla Turrión no lo dudó y expulsó al jugador blanquiazul. El partido implosionó, la tensión latente se escenificó en la grada y en el campo y todo parecía de cara para la Cultural.

Acto seguido, Artola estuvo a punto de hacer caja. El vasco remató un centro, el enésimo envío bueno de Álvaro, pero un prodigioso Andrés Prieto volvió a salvar a los suyos en una acción donde dos jugadores blanquiazules acabaron en el suelo y Andoni López, en el banquillo, fue expulsado, tratando de encararse con el árbitro.

La temperatura del choque había aumentado y la Deportiva supo sacarle partido. Los bercianos fueron mejores en este tramo de partido pese a jugar con uno menos y tuvieron buenas ocasiones. Yeray avisó con un chut lejano que sacó con dificultades Bañuz y , acto seguido, llegó la mejor ocasión: Sibille cabeceó un córner, Bañuz sacó milagrosamente y Doué remató el rechace muy alto.

La Deportiva estaba tirando de carácter, de coraje, para sobreponerse a un escenario, a todas luces, desfavorable para ellos mientras que la Cultural, descolocada, no sabía como hacer frente a la ventaja numérica que tenía sobre el césped.

Todo ello estaba emponzoñado por un aumento de la tensión entre jugadores, con unos futbolistas blanquiazules sobreexcitados. Justo antes del descanso, una jugada sin aparente complicación acabó con una tangana entre Álvaro Martínez y Carrique. El partido llegaba al descanso con mucha tensión, revoluciones disparadas y sin goles.

Para contrarrestar esta situación, Llona colocó a Calderón en el campo en lugar de Maestre. Así, el cambio parecía ser ofensivo y abriendo el campo con la entrada en el verde del albaceteño. Y el partido cambió, con un Calderón protagonista, abriendo el campo y la Deportiva defendiéndose. Bicho, desde la frontal en un córner sacado en corto, la tuvo.

El partido seguía tenso. La Cultural intentaba no entrar a ese juego que sí es cierto que estaba buscando la Deportiva. Los de Llona querían abrir el campo, hacer correr a los blanquiazules y acabar derribando la resistencia de los de Javi Rey.

Las dos dinámicas eran claras: la Ponferradina buscaba el otro fútbol, los parones, los enganchones ante una Cultural que sabía que no debía entrar a ello, pero donde caía en diversas jugadas. Los blanquiazules protestaban cada jugada, en busca de desquiciar a un equipo local que, en lo futbolístico, estaba siendo superior.

Pasaban los minutos y el partido seguía en este escenario en el que la Cultural se veía 'obligada' a ganar por estar jugando ante diez y la Deportiva sabía que el punto era oro.

Javi Rey sacó a Nóvoa para cerrar la defensa, pero el gallego apenas duró tres minutos en el campo, ya que se tuvo que retirar lesionado. La Cultural intentaba tirar hacia adelante ante una Deportiva que trataba de cazar en un renuncio a los leoneses.

Eran unos momentos claves del partido. Y la Cultural lo aprovechó. Calderón y Escobar conectaron en el área para que el manchego pusiera el balón al segundo palo, donde Chacón apareció para marcar y que estallara la alegría en el Reino de León, o al menos en la parte culturalista.

La ley de la omertá culturalista, que va de la mano con su espíritu, el de haber vivido tantas decepciones a lo largo de su vida en relación con el fútbol, le impedía hablar antes del derbi de un favoritismo que, en su mente, estaba, y que tras el gol salía en forma de sonrisa.

La Deportiva lo intentaba a la desesperada y la Cultural las tenía para matar el partido, pero no finalizaba. Manu Justo, Chacón o Escobar dispusieron de acciones para el 2-0 y Llona optó por reforzar la defensa metiendo a Víctor Ruiz en el campo y pasando a Álvaro al extremo.

En los últimos minutos, la Deportiva tuvo el balón ante una Cultural que, cierto era, defendía bien y no estaba pasando apuros. Pero generaba una sensación de inseguridad en el Reino que se multiplicó en el minuto 90 con una ocasión de Álvaro Ramón que Víctor García mandó a córner.

Subió hasta Andrés Prieto a rematar en una acción que acabó en pies culturalistas tras un choque con Esquerdo donde los blanquiazules pedían falta. Pero la Cultural montó la contra y Escobar, a puerta vacía, puso el 2-0 ya en el añadido.

No tuvo más historia este derbi, repleto de polémica, encontronazos y dos goles que dejaron la victoria en León. El derbi fue derbi, uno de los de toda la vida, con tensión y que acabó con triunfo en casa después de batallar con más sangre y corazón que con cabeza.

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