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La Conference League, esa tercera competición que la UEFA puso en marcha en 2021 para ofrecer la posibilidad de vivir finales y conquistar un título a clubes no tan cercanos a la élite europea, cumplió su cometido a la perfección con una histórica corona continental para el Olympiacos. Por primera vez el fútbol griego saborea las mieles del éxito en el Viejo Continente a nivel de clubes. Un triunfo imprevisible que tiene un nombre propio, el de José Luis Mendilibar.
El técnico español, del que el Sevilla prescindió a principios de temporada tras conquistar la Europa League en 2023, ya forma parte del panteón de deidades del balompié heleno. Lo logró superando a la Fiorentina, a la que un gol postrero de El-Kaabi dejó a las puertas del triunfo por segunda campaña consecutiva.
El conjunto de El Pireo cambió por un día su ubicación habitual junto al puerto ateniense por el barrio de Nea Filadelfia, hogar del AEK donde en su momento se instalaron los refugiados procedentes de Anatolia tras la guerra greco-turca. Sin éxitos en el fútbol heleno esta campaña, se guardaba la carta de este torneo como forma de hacer historia. Por su parte, el equipo italiano tenía entre ceja y ceja la revancha de la final de 2023 ante el West Ham en Praga y partía como favorito.
Olympiacos
Tzolakis, Rodinei, Retsos, Carmo, Ortega (Quini, min. 91), Hezze, Iborra, Podence (Masouras, min. 106), Chiquinho (Horta, min. 78), Fortounis (Jovetic, min. 73) y El-Kaabi (El-Arabi, min. 122).
1
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Fiorentina
Terracciano, Dodo, Milenkovic, Martínez Quarta, Biraghi (Ranieri, min. 106), Arthur (Duncan, min. 74), Mandragora, Nico González (Beltrán, min. 106), Bonaventura (Barák, min. 82), Kouamé (Ikoné, min. 82) y Belotti (Nzola, min. 59).
Gol: 1-0: min. 116, El-Kaabi.
Árbitro: Artur Soares (Portugal). Amonestó a Podence, Martínez Quarta, Kouamé, Jovetic, Paschalakis, Biraghi y El-Kaabi.
Incidencias: Final de la Conference League disputada en el Estadio Agia Sofía de Atenas.
Grandes futbolistas como Arthur Melo o el ariete Belotti y una mayor experiencia impulsaban las opciones del cuadro italiano frente a un ambiente hostil, esa magnífica atmósfera rojiblanca que empujó al bando griego hacia su primera ocasión, un disparo ajustado de Podence desviado abajo por Terracciano. Respondió la Fiorentina con un remate de Belotti y rubricó el eléctrico comienzo de la final. Hubo de todo en el inicio, incluso un gol anulado a Milenkovic por fuera de juego del zaguero viola.
El conjunto transalpino elevó la amenaza con un disparo de Bonaventura, liberado en el área, pero al centrocampista transalpino le faltó veneno para sorprender a Tzolakis. Enfrente, el Olympiacos recurrió al balón parado, con un testarazo al primer palo de Podence que sí estaba cargado de mala intención. Pese al intercambio de golpes la Fiore trataba de imponer su dominio de balón frente al hercúleo esfuerzo griego en la presión, que lógicamente, fue decayendo con el paso de los minutos. Nico González no acertó con la volea y la final de la Conference, como en 2023, se fue al descanso sin goles.
Mucha pelea tras la reanudación, con el Olympiacos echando el resto físicamente pero poca claridad de ideas en ambos bandos. La lucha ganaba la partida frente al talento en un escenario quizás más favorable al esforzado conjunto griego. Sin embargo, estuvo más cerca del gol la Fiorentina, con una volea mordida Kouamé desbaratada por Tzolakis con un escorzo poco ortodoxo. En un duelo que transitó desde la alegría de la primera parte a la porfía sin concesiones de la segunda, la ocasión fue de lo más destacable en mitad de la tensión de los últimos minutos.
Un gol ya se antojaba decisivo y lo rozó un español, Vicente Iborra, con un cabezazo que se marchó lamiendo el poste para lamento de su compatriota Mendilibar en el banquillo. Fue lo más cerca que estuvo la final de evitar una prórroga cantada a tenor del tacticismo y el respeto de los segundos 45 minutos.
La tónica general de partido cerrado, sin apenas ocasiones, se mantuvo en un tiempo extra prácticamente inocuo, aderezado por un intento de Ikoné solventado por Tzolakis. Parecía el turno de los penaltis, esa suerte que coronó a Mendilibar en la Europa League un año antes, pero El-Kaabi, el ariete que ha alimentado con sus goles el sueño del Olympiacos en esta Conference League, coronó al técnico vasco sin necesidad del sufrimiento extremo de las penas máximas. Unos meses en El Pireo le han bastado al técnico de Zaldívar para erigirse en una figura inolvidable en el puerto de Atenas. Lo suyo es levantar trofeos en Europa, ya van dos de dos.
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