Cristiano Ronaldo pone patas arriba Old Trafford

Había muchas ganas en Old Trafford de ver al hijo pródigo y Solskjaer no iba a negar el anhelo a su afición. El técnico noruego puso a Cristiano Ronaldo como titular y era como si nada hubiera cambiado. CR7 saltó al terreno de juego, miró a su alrededor y el 'Teatro de los sueños' lucía su mejor cara, llevaba el '7' a la espalda y todo el público coreaba su nombre. Era el recibimiento ideal y el crack de Madeira no suele fallar en este tipo de homenajes, tampoco lo iba a hacer el día de su regreso.

Además de al luso, Solskjaer puso sobre el tapete toda la amalgama de estrellas que este año tiene a su disposición. De Gea, Wan-Bissaka, Varane, Maguire, Shaw, Matic, Pogba, Greenwood, Bruno Fernandes, Jadon Sancho y Cristiano Ronaldo formaron un once de ensueño que hacía presagiar una noche gloriosa para los Diablos Rojos. Pese a ello, los 'Red Devils' no lograron doblegar de inicio el pobladísimo 5-3-2 de Steve Bruce y 45 minutos sin casi ocasiones dieron paso al momento estelar, el reencuentro de CR7 con el gol en su antigua casa. Greenwood probó fortuna, Woodman no blocó el balón y ahí estaba el ex de la Juventus para empujar el balón a la red y poner patas arriba Old Trafford antes del descanso.

Old Trafford se fue a comer el bocadillo en plena euforia después de ver a Cristiano Ronaldo hacer su clásico 'siiiu' en el córner después de marcar. Tras la reanudación el subidón se vio rebajado en apenas diez minutos. El Newcastle calmó las aguas, hizo chocar a los locales contra el frontón de Steve Bruce y en un contragolpe arrojó un jarro de agua fría con un disparo cruzado de Javi Manquillo.

La afición de Mánchester ya se olía un nuevo bajón después de ver la cara más descafeinada de los suyos tras el descanso pero esta vez estaba Cristiano, listo para soltar la traca y hacer saltar todo por los aires. Ronaldo tiene una marcha más incluso con 36 años y apenas cinco minutos después del gol de Manquillo aprovechó un balón al espacio para ganar en carrera a su rival y batir por bajo a Woodman. Old Trafford no daba crédito y se frotaba los ojos ante el estado de forma del 'Bicho'.

Tras el segundo gol del Manchester United, el Newcastle trató de adelantar líneas en busca del gol que le permitiera arrancar un punto en una de las salidas más complicadas de la Premier League. Steve Bruce asumió el riesgo y lo pagó de inmediato. En esta ocasión iba a ser el otro portugués en estado de gracia, Bruno Fernandes. El ex del Sporting cogió el balón al borde del área sin marca y soltó un zapatazo a la misma escuadra que ya cerraba el choque. La puntilla llegó en el tiempo de descuento cuando otra joya como Lingard puso el cuarto y definitivo tanto. Old Trafford vuelve a soñar.