Costa rescata a la Deportiva

El partido comenzó marcado por los insultos racistas a Cheick Sarr, ausente por sanción, en Sestao hace una semana. Con una pancarta de apoyo portada por los jugadores del Rayo Majadahonda y medio minuto inicial en el que ninguno de los dos conjuntos se movió, la Deportiva se sumó a la protesta de los majariegos.

Los de Juanfran salieron con la intención de dominar. Los blanquiazules dispusieron de la pelota y controlaron el centro del campo, pero el Rayo Majadahonda se mostró solidario y trabajador en defensa para no sufrir en estos minutos.

La igualdad era la tónica predominante en unos primeros compases de partido donde la intención propositiva era ponferradina y la cara más reactiva la ponían los majariegos, tratando de transitar y pillar desprevenida a una defensa berciana formada por cinco jugadores.

Con el paso de los minutos, el equipo de Juanfran fue creciendo. La Deportiva apretó en la presión y adelantó líneas, comandada por un Ernesto especialmente activo, para dificultar la salida de balón del conjunto local.

A ello se unía el peligro de los carrileros. La presencia de tres centrales permitía coger vuelo a Andoni y Carrique para tratar de dividir a la defensa majariega y empezar a crear peligro.

Aun así, la primera ocasión tardó hasta media hora en llegar. Fue Ernesto que, muy listo, ganó la partida a los dos centrales locales para hacer de un despeje la ocasión más clara de la primera mitad: el alicantino se plantó ante Dani Martín, pero el meta sacó una gran mano para evitar el 0-1.

Fueron los mejores minutos de la Deportiva y, en especial, de Ernesto, que con su movilidad y su velocidad, creó muchos problemas a la defensa majariega, centrando balones y entrando en el área una y otra vez.

Pero el equipo berciano seguía negado de cara a gol ante un Rayo Majadahonda que, tras unos minutos de cierto apuro, consiguió frenar el ímpetu de los de Juanfran para volver a igualar el partido y disparar, por primera vez, a portería.

Al descanso, y tras dos penaltis reclamados por Ernesto que el árbitro De Ena Wolf no conciedió, el choque no había presenciado goles y apenas ocasiones.

La segunda mitad comenzó con mucho más ritmo y con un partido más abierto. Los dos equipos trataron de dar un paso adelante y el encuentro ganó en intensidad. Longo la tuvo, al contragolpe, pero remató demasiado escorado.

Tras unos minutos de cierta 'rebelión' del Rayo, la Deportiva volvió a tener el mando del partido y a generar más peligro que el conjunto majariego, que esperaba a su ocasión.

Apretó el equipo de Juanfran, que empezó a acumular ocasiones. Ernesto volvió a ser protagonista con un duro disparo que repelió Dani Martín y Carrique, en segunda tentativa, se volvió a topar con el joven portero local.

Creció la ofensiva berciana y Ale Díez, recién entredo en el campo, tuvo la más clara con un violentísimo disparo lejano que se estampó en el larguero. Acto seguido, en un centro lateral, Álex Costa cabeceó y los jugadores bercianos pidieron penalti porque el balón tocó en el brazo del capitán local, Casado.

Este evidente paso adelante se tradujo en un merecido gol que, además, dio la 'razón' a Juanfran. Los dos jugadores que entraron desde el banquillo fueron protagonistas de una jugada en la que Ale Díez puso, de primeras, un centro que remató Álex Costa llegando desde segunda línea. La Deportiva respiraba. Juanfran sonreía. El sol parecía empezar a asomarse en el cielo blanquiazul.

Tras el gol, siguió empujando la Deportiva, pero el Rayo, por orgullo y corazón, acabaría teniendo acercamientos con cierto peligro que el equipo berciano pudo solventar con ofico y buena colocación. Pero los majariegos la tuvieron en un libre directo que sólo la barrera evitó que fuera el empate.

Sufriendo ante un rival necesitado, al filo del precipicio, la Deportiva volvió a sonreír. Justo a tiempo, justo antes de que su plaza de playoff entrase en peligro, los bercianos parecen entrar, ahora sí, en la primavera con una victoria (0-1) en Majadahonda que revive el ánimo blanquiazul.