Batacazo del Atlético en la Copa

Lo que tiene esta Copa reanimada a partido único en campo del equipo de inferior categoría, cuando lo permite el sorteo, es que suelen pasar las eliminatorias los equipos que realmente se lo merecen, y en el Municipal de Cornellà no hubo ninguna duda de que el único conjunto que hizo méritos fue el catalán, mucho mejor que el madrileño.

Sin una pizca de fútbol, durante todo el partido jugó el Atlético a remolque, casi desde el principio, cuando encajó un golazo a balón parado, tras una falta de Giménez que costó además al central uruguayo retirarse lesionado con un traumatismo en el tobillo izquierdo. Se torció así muy pronto para el Atlético una eliminatoria en la que el Cornellà, aparte de exhibir peligro en ataque a la contra, defendió siempre de forma sobresaliente y no permitió que el líder de la Liga generase muchas ocasiones de gol. La mejor y, casi única, un disparo de Saúl al larguero, a los 21 minutos.

El resto fue un despropósito del Atlético, con las escasas figuras presentes en el Municipal de Cornellà desaparecidas y la segunda unidad incapaz de dar un paso al frente y ganarse la confianza de Simeone. Basta decir que los rojiblancos solo dispararon una vez entre los tres palos. El técnico argentino fió la creación del juego a Torreira y Kondogbia y el fiasco fue mayúsculo, aunque Simeone presentase un once a priori de máximas garantías para solventar sin demasiados problemas la eliminatoria. Sin embargo, el ordenado Cornellà, bastante más intenso e ilusionado que el decepcionante y pésimo Atlético y muy acostumbrado a su terreno de juego, cortó las alas a los visitantes y ridiculizó a los rojiblancos, a quienes debe venirles bien para aspirar a la Liga la prematura eliminación de la Copa por segundo año consecutivo, aunque el varapalo es de consideración.