El balón parado desatasca a la Deportiva

No comenzó bien la Deportiva el partido, que estuvo lejos de encontrar continuidad con el balón y de llegar a posiciones de peligro. El Fuenlabrada entró más enchufado al encuentro y Fer Ruiz mandó el primer aviso.

Los de Íñigo Vélez no estaban cómodos. Pero peleaban, se resistían a ser dominados por el conjunto madrileño. Y, poco a poco, igualaron las fuerzas y neutralizaron un voluntarioso inicio visitante, sin demasiado acierto.

Los blanquiazules comenzaron a tener más balón, a adelantar líneas y a jugar más en campo rival ante un Fuenlabrada que, en contraste, cada vez amenazaba menos al área de un Andrés Prieto, como siempre, atento.

Aun así, el bagaje ofensivo de los bercianos estaba siendo pobre, más allá del descaro de un Dacosta que sí lo intentó en distintas ocasiones, pero sin fortuna ni acierto. Al menos, los de Vélez estaban manteniendo lejos de su área al Fuenlabrada y generaban inquietud a balón parado.

El choque se detuvo en el minuto 36 durante más de 10 minutos por un incidente médico en la grada. Un aficionado se sintió indispuesto y los servicios médicos de ambos equipos, además de los servicios de emergencia del estadio, le atendieron, momentos en los que el partido se interrumpió hasta estabilizar a dicho seguidor.

En la reanudación, la Deportiva estuvo mejor y disputó sus mejores minutos de la primera mitad, aunque sin grandes ocasiones más allá de un disparo de Ernesto que atrapó sin demasiados problemas Belman.

Tras el paso por vestuarios, el Fuenlabrada envió el primer aviso con un centro que no llegó a rematar Sergio Benito - recién entrado en la reanudación -, pero la Deportiva salió con una cara más decidida y autoritaria para tratar de inclinar el partido de su lado.

Aun así, el Fuenlabrada, con la entrada de Benito, logró más mordiente ofensiva y el delantero madrileño volvió a tener una buena ocasión en la que Andrés Prieto se hizo grande para evitar el gol.

Los dos equipos ganaron en presencia ofensiva y la Deportiva respondió con la mejor ocasión del partido, obra de Ernesto, que se encontró con Belman en un disparo a bocajarro.

Pero la Deportiva no perdonaría más. En un saque de esquina desde el lado izquierdo, Sibille, con la espuela, remató a gol para adelantar a los bercianos, que habían generado más peligro en el inicio de esta segunda mitad.

El gol ponferradino subió aún más las revoluciones de un encuentro en el que el Fuenlabrada quería llevarse algún botín y no tuvo más remedio que adelantar líneas para tratar de encontrar el gol del empate, lo que abrió más espacio a la espalda de la defensa visitante.

Y esa situación casi la aprovecha Yuri en un contragolpe donde rompió a su par con la calidad y la inteligencia de siempre, pero donde la mano de Belman y el poste evitaron el gol del capitán, coreado por El Toralín tras esta gran acción.

Los dos equipos mostraron sus armas, porque nadie renunció al gol: la Deportiva quería sentenciar el choque y el Fuenlabrada quería sumar para no irse de vacío de Ponferrada. Los minutos finales fueron, por tanto, vibrantes e intensos.

Pero los de Vélez supieron jugar con el balón y con el tiempo, impidiendo a los fuenlabreños generar excesivo peligro. Los visitantes cargaron el área con centros y balones en busca de sus delanteros que la zaga blanquiazul supieron defender.

Sufrió la Deportiva en parte hasta el final, puesto que el Fuenlabrada lanzó multitud de balones colgados al área de un conjunto berciano, que supo repeler todos estos intentos desesperados de los madrileños para sumar una victoria de enorme valor para alcanzar los 10 puntos sobre 15 posibles.