Alba Fuertes, de La Bañeza a la selección: «Nunca había imaginado poder vivir esto»

Será este lunes cuando la bañezana viaje a Las Rozas para iniciar la concentración y viajar a Portugal, que acoge la competición ya el miércoles, que durará en torno a 10 días.

«Es algo nuevo para mi», ha expresado a leonoticias Alba Fuertes, que ya había sido citada en primavera para una concentración en la que no había partidos. Ahora sí disputará encuentros oficiales: «No es lo mismo ir a entrenar sólo que representar a tu país».

Desde días antes, la leonesa sabía que estaba en la prelista. El viernes 11 era consciente de que existía esta posibilidad. «El fin de semana lo viví tranquila, sabía que no iba a publicarse la lista oficial. Pero el lunes apenas pudo dormir, estaba muy nerviosa», ha expresado a leonoticias, que recibió la buena nueva el martes: «Cuando salí del entrenamiento con la selección autonómica, me lo confimaron. Fue una explosión de felicidad, me abracé con todas mis amigas, lloré con mi padre... fue muy bonito».

Fueron diversas las felicitaciones que recibió, pero la que más le llegó fue la de Jimena Vicario, portera del CD Parquesol vallisoletano que se proclamó hace unas semanas campeona del mundo con España en categoría sub-20: «La admiro y me hizo mucha ilusión ese mensaje, en el que me animó a seguir trabajando así».

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¿Soñaba con ello desde pequeña? La mente de Alba Fuertes nunca se puso el listón tan alto ni pensó tan a largo plazo, como confiesa la propia jugadora. «Nunca me lo había planteado hasta el año pasado, cuando me llamaron para ir a entrenar. No tenía en mente que pudiera ocurrir y al final se ha dado», ha indicado.

Pero, ¿cuál ha sido su camino hasta aquí? Alba Fuertes comenzó jugando a fútbol-sala en La Bañeza a los cuatro años, impulsada por la hermana de un amigo suyo. «Siempre me relacioné con chicos y jugué con ellos desde pequeña. Ahora juego con esa amiga en el Olímpico, es un sueño», ha expresado.

Desde esa edad tan temprana, siempre llevó el balón en los pies. Sí, en los pies, porque no empezó como portera, sino como jugadora de campo en fútbol-sala y extremo cuando se pasaron al fútbol, tanto ella como su grupo de amigos.

«El primer año que jugué a fútbol, el portero se rompió un dedo entrenando y buscaban voluntario para cubrir el puesto. Nadie quería y me acabó tocando a mi porque en el pasado, en fútbol-sala, había jugado alguna vez. No me convencía mucho, pero no se ha dado mal», ha afirmado Fuertes, que pone hincapié en la «confianza» como ingrediente clave para ser portera: «Es una posición crítica, cualquier pequeño fallo se va a notar muchísimo».

Ahora, en el Olímpico, ha dado otro cambio, pasando de jugar en equipos mixtos, con chicos, a jugar en un equipo exclusivamente femenino: «Es un cambio que tenía que dar». En el club leonés, donde «nunca pensé que podía llegar», está completando una buena temporada y espera que el equipo dé un paso adelante tras «haber jugado contra los rivales más fuerts».

En esta categoría juega ante rivales que le sacan 15 o más años... y detiene sus remates. «Es algo que me gusta, porque siento que tengo que dar más de mi y esforzarme a tope», ha expresado la portera bañezana, que tiene los pies en el suelo: «Este nuevo escenario es un cambio fuerte, pero hay que ir poco a poco, no es bueno ir muy rápido. Tengo sólo 14 años y, si lo hago bien, queda mucho por hacer».

Lo que ya tendrá para siempre en su recuerdo será esta primera internacionalidad. Y espera poder tener también un recuerdo material: «Si nos dejan quedarnos la camiseta, va a ser mi mayor reliquia, la enmarcaré o haré algo con ella».