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daniel panero
Viernes, 16 de diciembre 2016, 17:29
Salir del Real Madrid siempre es una decisión complicada. También lo fue para Iker Casillas y Diego López. El primero creció y se convirtió en uno de los mejores porteros de la historia con la camiseta blanca. El segundo tuvo que ganar crédito lejos de ... Chamartín y volvió para demostrar que era capaz de sostener una de las porterías más complicada. La competencia entre ambos fue feroz en la etapa de José Mourinho y decidieron hacer las maletas con un verano de diferencia. Hoy están al nivel que se espera de ellos, batiendo récords y reivindicándose, algo que no han dejado de hacer desde sus años de rivalidad en la casa blanca.
Iker Casillas vive una segunda juventud en el Oporto. Tras un desembarco complicado en el que la expectativa y el rendimiento no siempre cabalgaron a la par, el de Móstoles está demostrando esta temporada que aún tiene nivel para ser titular en un equipo importante. Prueba de ello es que el tanto que sufrieron los 'dragoes' ante el Marítimo de Funchal en la victoria del equipo en casa 2-1 este jueves cortó una racha de 744 minutos sin encajar gol.
En este buen momento que vive el equipo de Nuno Espirito Santo en defensa buena parte de culpa la tiene Casillas. Más lejos del foco que de costumbre, ha salvado al Oporto con intervenciones providenciales en partidos clave como el del Copenhague en Dinamarca. La racha ha permitido al club portugués ser además el equipo menos goleado de Europa con apenas seis dianas encajadas en catorce partidos, por encima de los ocho del Benfica o los nueve del Bayern en la Bundesliga.
De forma paralela ha renacido Diego López en el Espanyol. Llegó este verano con la tarea de ganarse una portería en la que también estaba Roberto Jiménez, una competencia a la que está acostumbrado. Su vuelta a España se producía tras un paso gris por el Milan en el que un imberbe Gianluigi Donnarumma, de apenas 17 años, emergió para quitarle el puesto. Inconformista, decidió volver a España y, de momento, no parece haberse equivocado, tampoco los 'pericos'.
15 jornadas le han bastado para ganarse de nuevo el respeto de toda la afición española y permanecer 586 minutos sin encajar gol, más que nadie en la historia del club catalán. «Estoy viviendo un momento muy bonito después de batir el récord de imbatibilidad. Mi nombre permanece. Espero que el idilio siga», reconoció al recoger el premio de mejor futbolista del mes de noviembre que concede la Liga.
En su caso el mérito es doble. El Espanyol ha logrado revertir un inicio de temporada complejo y sus paradas son parte importante en la mejora del equipo, de estar en descenso a mirar a Europa. Los pericos son ya el sexto equipo menos goleado de la competición y tendrán que refrendar esto ante uno de los rivales más complicados, el Barcelona. «Tienen mucha calidad individual y además se complementan muy bien. Son prácticamente imparables y esperamos que no tengan su día», dijo al ser preguntado por la 'MSN'. Lo que está claro es que como 'Súper López' tenga el día el derbi puede acabar en sorpresa.
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