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La noticia del fallecimiento de Johan Cruyff me pilló de forma inesperada, como a todos. Regresaba de ver a mi hijo en Guijuelo cuando el teléfono comenzó a saltar sin descanso. Tuve que parar el coche para enterarme de lo que ocurría. Todos habíamos leído ... hace pocas semanas que su tratamiento parecía ir por buen camino.

Los recuerdos de Johan se agolpan ahora en mi cabeza. Fue una persona decisiva en mi carrera. Yo era un chico de Teruel que estaba jugando en el filial del Barça cuando él decidió que subiera al primer equipo. Me dio la confianza que todo futbolista joven necesita. Como técnico, tenía una gran personalidad que sabía transmitir, lo cual no siempre es sencillo. Su carrera como entrenador fue una continuación de su actividad como jugador. Tenía una idea de juego que ha sido decisiva para el fútbol actual. Creo que todos los que tuvimos la suerte de jugar a sus órdenes hemos asimilado e intentado inculcar luego en los diversos clubes por los que hemos pasado. Su idea de juego fue y es decisiva tanto para el Barcelona como para el fútbol español.

Lo mejor que puedo escribir sobre él es que su filosofía sigue vigente. Su legado es enorme y continúa vivo a diario, en partidos y entrenamientos; en escuelas y campos de todas partes. Está ahí para todos aquellos que quieran aprender de él, apasionados de un estilo de fútbol total que Johan se encargaba de hacer entender en todos los lugares en los que jugó y entrenó. Siempre le echaremos de menos. Se ha ido un grande y siempre me consideraré un privilegiado por haber compartido tantos momentos con él. Descanse en Paz.

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