«Volví a ser feliz cuando asumí que había fútbol más allá de Primera»

Llegó a tocar Primera División, de forma efímera, para volver a caer al 'barro' de Segunda B y Tercera División. Pero en el Arenteiro encontró un trampolín, un impulso para volver a ser feliz jugando al fútbol, algo que su sonrisa demuestra que sigue siendo así.

Agustín Pastoriza 'Pibe' (1997) es uno de los destacados en este ya de por sí reseñable inicio de temporada de la Cultural. Desde la banda, con su zurda, ya ha regalado tres goles - la mitad de los que lleva el equipo - y es el máximo asistente de la categoría.

Desequilibrante, con calidad, y sabedor de que todavía tiene más para ofrecer al equipo, Pibe apuesta por el «partido a partido» proclamado por su compatriota Diego Pablo Simeone para no llenar de presión la mochila de una Cultural que tiene muy buena pinta.

Lo primero de todo, ¿Pastoriza o Pibe? ¿Cómo te llamamos?

(Risas) Todo el mundo me llama Pibe. En la camiseta me pongo Pastoriza, es el apellido de mi abuelo. No le conocí, pero le gustaba mucho el fútbol.

¿Desde cuándo te llaman Pibe?

Desde que mi familia y yo llegamos a España, cuando tenía cinco años. A mi padre ya le llamaban Pibe, después a mi hermano mayor... y ya quedó en la familia, los 'Pibes'.

¿Qué sensaciones te deja el inicio de temporada del equipo?

Muy bueno. Todo el mundo lo está viendo. Había una base de la temporada pasada y eso es muy importante para un equipo porque es muy complicado que encajen 20 jugadores nuevos. Hemos empezado bien, pero esto es muy largo y tenemos que seguir esta línea.

¿Entraba en vuestras previsiones empezar tan bien?

Sabíamos que había buen equipo, pero también éramos conscientes de la dificultad de la categoría. Da igual contra quien juegues, va a ser muy difícil. Tenemos que ir partido a partido y seguir ganando. Da igual si es 1-0, cuenta lo mismo.

¿Que es lo que más te está gustando de esta Cultural?

Que es muy atrevida y, defensivamente, somos muy sólidos. Estamos encajando poco, prácticamente nada, y creo que es muy importante para conseguir nuestros objetivos.

En lo personal, parece que has caído de pie: tres asistencias, titular habitual... ¿Cómo te estás viendo?

Me siento muy cómodo. El entrenador me da mucha libertad, a mí y a todos los jugadores de arriba. Me entiendo bien con Antón (Escobar), Manu (Justo), con Chacón... con casi todos coincidí en otros equipos.

Háblanos de tu trayectoria. Llegaste a debutar en Primera con el Betis pero, desde ese momento, te ha costado volver a alcanzar un nivel alto

Sí, me ha costado mucho, la verdad. Debuté en Primera, después me fui al Oviedo y acabé jugando en Tercera. No salió aquello como quería y fui cuesta abajo. Hasta que llegué al Arenteiro. En esos dos años y medio me encontré bien, me dieron confianza y partidos y volví a creer en mí. Me hacía falta.

Publicó tu compañero Bicho una carta en La Voz de Galicia acerca de las dificultades que vivió después de ser una promesa de la cantera. ¿Te sentiste reflejado en algunos tramos?

Algo leí y sí, hay cosas que me representan. Muchos de los jugadores que estamos aquí, en Primera RFEF, no sólo en la Cultural, hemos tocado la Primera División. Pero es muy difícil mantenerse, las cosas no salen como uno quiere, hay muchos factores que influyen... pero lo importante es ser consciente de que no todo el mundo va a llegar a Primera y que lo que te va a llevar a tener buenos resultados, es ser feliz jugando a fútbol.

¿Y es difícil asumir eso mismo, que no todo el mundo va a jugar en Primera?

A mi me costó. Debutas en Primera con 17 años, vas con la selección de Argentina... y luego todo se cae. Te cuesta, es normal, y no todas las cabezas funcionan de la misma manera.

Y llegas al Arenteiro donde, como decías antes, te reencuentras y eres feliz jugando al fútbol.

Sí, sobre todo porque ahora veo el fútbol desde otra perspectiva, de que hay fútbol más allá de Primera y que no todo es esa presión que me imponía. Al final, tenemos que ser felices en el campo y eso te lleva a rendir.

Y en la Cultural, ¿estás feliz?

Sí, de verdad que sí. Hay un grupo espectacular, que es lo que te va a dar resultados. Al final, por muy buenos jugadores que tengas, si el vestuario no es del todo bueno, se nota.

¿Qué supone en tu carrera este paso, llegar a la Cultural?

Es un paso grande y estoy muy feliz. Sé que este club tiene unos objetivos más altos y todo jugador quiere progresar. Creo que León es muy buen sitio para ello.

¿Por qué la Cultural? Tenías más propuestas

Sí, tenía otras ofertas, pero me llamó Manza - director deportivo de la Cultural - y el entrenador y dejé llevar por eso, por ese interés real que mostraron en mí.

Estamos viendo una buena versión de Pibe pero, ¿estamos viendo al mejor Pibe o todavía nos queda más por ver?

Yo creo que queda mucho por ver. En estas primeras jornadas, todavía no tenemos el ritmo cogido y físicamente me está costando un poco, pero se irá viendo una mejor versión de mi juego.

¿Eres más de gol o de asistencia?

Siempre me ha gustado más el gol, creo que como a todos. Pero hay jugadores que actúan más adelante y están más cerca de él. Soy más de dar asistencias, el gol se me niega un poco (risas), pero lo importante es ayudar al equipo, sea como sea.

Contra Osasuna Promesas te faltó el gol para redondear tu partido

Lo que pasó es que el portero rival era muy bueno y me sacó un par de ellas... (risas) Lo importante es que haga gol el equipo y podamos ganar.

Era un partido a las 15:30 horas con más de 5.000 personas en el Reino de León. No cabe duda de que estáis ilusionando a la afición.

Es normal, viendo los resultados. Tenemos un buen número de puntos, sólo hemos encajado un gol, el equipo va para arriba... y la gente se vuelta. Es bueno, necesitamos el apoyo de la grada.

¿Y es momento de crear todavía más expectación o de intentar frenar los ánimos y tener los pies en el suelo?

Hay que tener los pies en el suelo. Llevamos solo cinco jornadas y queda mucho, pero es normal que la afición se ilusione. Nosotros tenemos claro que hay que seguir la misma línea y ganar partidos.

A esta plantilla, ¿dónde la ves peleando?

No te voy a decir lo que quieres escuchar (risas), pero sí te voy a decir que para cosas grandes. Hay jugadores muy buenos, de gran calidad para estar arriba.

Y visitais a Unionistas, un rival muy fuerte en su estadio. ¿Puede serviros para poner el listón todavía más alto?

Pues sí, porque ganar allí es difícil. Es, para mí, uno de los estadios más complicados de la categoría, ya lo comprobé con el Arenteiro. Ganar allí sería algo más que sumar tres puntos.

Jugáis un sábado a las 21:30 horas...

Hay horarios raros. Venimos de jugar a las 15:30 horas. Hay que acostumbrarse.

¿Cómo fue jugar a las 15:30 horas contra Osasuna Promesas?

Extraño. Estábamos con la empanada, era la hora de la siesta, tuvimos que comer pronto... pero hay que acostumbrarse. No queda otra, todos van a jugar en diferentes horarios.

¿Qué te parece que no se os pregunte a los protagonistas, a los jugadores, para colocar estos horarios atípicos?

Parece que nos está tocando a nosotros todos los horarios malos, a ver si empiezan a cambiar. Pero no queda otra que adaptarse a lo que nos impongan. Todo eso nos hará más fuertes.

¿Qué nos puedes contar sobre Llona?

No le conocía y me estoy llevando la impresión de que hace un gran trabajo, ya dejó el equipo a las puertas del playoff el año pasado. Se nota su esfuezo y su conocimiento y es muy cercano al jugador, incluso bromista, aunque no lo parezca (risas).

¿Qué te pide a ti en concreto?

Trabajo y más trabajo. Ya sabe lo que tengo, lo que puedo dar en ataque, así que me insiste con el trabajo.

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