Hay vida cuando todo parecía perdido

«Si hay una mínima opción, vamos a pelear a muerte por ella». Con estas palabras, Raúl Llona dejaba claro que aunque las opciones de matemáticas de pelear el playoff fuesen ínfimas, la Cultural iba a lucharlas.

Tras un viaje caótico hasta Palamós debido a problemas con el vuelo chárter que llevaba a Cultural y Ponferrada hasta Barcelona, los de Llona sacaron carácter y personalidad para dejar a un lado todas estas dificultades y pensar en el fútbol.

Los leoneses salieron autoritarios, dominadores, haciendo suyo el partido ante un Cornellá moribundo, en el filo del descenso y al que solo ganar y esperar resultados favorables le podía salvar.

El dominio leonés fue total: presión alta, recuperaciones rápidas, posesión casi total y peligro. Porque la Cultural, especialmente con Carlos Calderón, fue algo más vertical que en otros encuentros y, con el albaceteño a buen nivel, encontró cómo hacer daño.

En un centro del '7' culturalista, Guillermo tuvo la primera, con un testarazo demasiado cruzado que suponía el primer aviso culturalista. Acto seguido, devolvió la ocasión el Cornellá, por medio de Teddy, que se quedó solo ante un Amigo impecable, que aguantó y sacó el disparo del delantero catalán.

La Cultural era mejor y quería plasmarlo en el marcador. Era su debe en partidos anteriores pero hoy no lo iba a ser. Escudero, tras una buena dejada de Bicho, amagó a su marcador y se abrió hueco para, con un disparo raso y cruzado, poner el 0-1 en el marcador: la Cultural presionaba a la Deportiva.

Ese gol fue como quitarse un peso de encima, una losa, que recayó en las espaldas del Cornellà. La Cultural voló, los catalanes se hundieron. Acto seguido, llegó el 0-2 con un centro al segundo palo de Luis Bilbao que Calderón, en posición dudosa, remató a puerta vacía.

Los de Llona querían noquear a su rival, a un rival que se veía en Segunda RFEF a la par que los leoneses no encontraban motivos para no ilusionarse. Nueve minutos del primer gol, y con 0-2 en el marcador, Teddy derribó en el área a Álvaro Martínez y la Cultural podía poner el 0-3 de penalti, pero Guillermo falló.

Los minutos de vuelo de la Cultural se acabaron aquí. El Cornellà pareció encontrar en esa acción salvadora de Miño un argumento poco sólido al que agarrarse. Pero lo hicieron, se agarraron a él y encontraron otra señal para creer. Fornos, casi infalible esta temporada, erró ante el propio Teddy, que encaró portería y cedió para Armando, que recortó distancias en el minuto 33: estaban vivos.

Hasta el descanso, sin que la Cultural diera un paso atrás, el Cornellà presionó. La tuvo Simón con un cabezazo en un saque de banda en el que Amigo realizó una de las paradas de la jornada, con una tremenda estirada hacia la escuadra que salvaba a los leoneses.

Los locales llegaron más y mejor que en ningún momento del partido en busca de un empate que les diera fe, pero se toparon con el inquisidor Amigo que, de nuevo, en un gran libre directo de Armando, voló para mantener la renta de una Cultural que fue de más a menos.

En el inicio de la segunda mitad, el Cornellá trató de mantener la inercia del final del primer tiempo y tuvo cierto control del partido en esos minutos iniciales, culminados con una ocasión de Teddy que se fue alta.

Fueron cinco minutos buenos de los catalanes tras los que la Cultural tomó, de nuevo, las riendas del choque. El punto de inflexión fue una acción en la que Luis Bilbao centró, sin encontrar rematador, pero en la segunda jugada Bicho dispuso de una buena posición para disparar, atrapando Miño.

Fue a más el conjunto de Llona, adelantando la presión, ganando balones en campo rival y disponiendo de ocasiiones fruto de estas oportunidades. Fue Luis Bilbao el que la tuvo, avanzando metros y rematando con un disparo demasiado cruzado.

El Cornellá no tenía otra opción que arriesgar. Con la entrada de su máximo goleador, Clau Mendes, por un mediocentro como Toni Arranz, los catalanes dejaban clara esa intenció, lo que podía dejar más espacios para que los de Llona corriesen.

Lo que sí se reflejaba sobre el césped era la contraposición de ritmos de juego: la Cultural quería dormir el choque, que pasara poco, que se mantuviera el marcador; el Cornellá buscaba subir las revoluciones del mismo, acelerarlo y que pudieran suceder cosas... en el área leonesa.

Los leoneses supieron sujetar muy bien el partido en estos minutos finales, jugando con los nervios del Cornellá y llevando el balón a campo rival, sin sufrir apenas en defensa. Mientras tanto, llegaban buenas noticias desde Sabadell: la Ponferradina caía.

En los últimos minutos, el partido se abrió. El Cornellá arriesgó un poco más y los leoneses tuvieron ocasiones, por medio de Martín y Escudero, a las que respondió Montesinos con un disparo que atrapó, sin excesivos problemas, Amigo.

Se sufrió hasta el final. Es la Cultural, es su ADN. Tuvo opciones el equipo leonés para cerrar el partido, por medio de Fabio especialmente. Se quedó solo ante Miño, busco picar el balón, le cayó el rechace y el segundo disparo, flojo, acabó en las manos de portero. Acto seguido, la tuvo el Cornellá con un remate de Gonpi al poste que heló los corazones culturalistas.

La Cultural acabó ganando y sigue viva: la derrota de la Ponferradina le permite llegar a la última jornada con opciones de alcanzar los puestos de playoff cuando todo parecía perdido.