Victoria de campeón para romper la maldición del Nou Estadi

La Cultural no se cansa de romper récords y sigue demostrando que es un equipo capaz de sobreponerse a cualquier adversidad. Ya sea en forma de lesiones o visitando un estadio donde nunca había ganado. El conjunto de Raúl Llona, que se fue al descanso venciendo por dos goles a cero, desperdició todo su trabajo en tres minutos trágicos, pero nunca dejó de confiar y, en el último minuto, logró un triunfo que pone a los leoneses aún más líderes.

El Nástic, apoyado por su condición de local, comenzó el choque con una actitud dominadora ante una Cultural que no se mostraba incómoda, haciendo gala de su solidez defensiva y esperando su oportunidad al espacio. No tardaría más de seis minutos en llegar la ocasión esperada, tras un error defensivo de los locales aprovechado a la perfección por el conjunto de Raúl Llona. Antón Escobar arrebató el balón a Dufur y lanzó un disparo para que, en el intento de despejar el balón, Pol Domingo se metiera el balón en su propia portería.

El conjunto local buscó acelerar el ritmo del partido ante un equipo de Raúl Llona que, evidentemente, se vio reforzado por el tanto inicial y siguió imprimiendo su guion sobre el césped del Nou Estadi. El Nástic tocaba una y otra vez de un lado a otro, pero no encontraba los huecos en una zaga colocada a la perfección.

Cuando el reloj marcaba la media hora de encuentro, una Cultural más efectiva que nunca atacó el espacio que dejó la zaga tarraconense con un pase filtrado de Artola para Antón Escobar que, tras un buen giro, logró batir por segunda vez a Varo con un disparo cruzado abajo para duplicar la ventaja.

Y, sin pensarlo mucho, el conjunto culturalista estaba consiguiendo una renta soñada tras un inicio de encuentro tan sólido en defensa como contundente en faceta ofensiva. El equipo de Dani Vidal, mientras tanto, buscaba la reacción en un duelo donde, a pesar de no ser tan inferiores, se veían dos goles por debajo. Antes del descanso, lejos de haber algún conato de reacción local, Artola pudo poner el tercer tanto para sentenciar el duelo, pero la zaga catalana lo evitó y los jugadores se marcharon a vestuarios con un sorprendente 0-2 en el luminoso.

Como si se tratara de un partido nuevo, todo cambió tras el paso por los vestuarios. La Cultural duró cerca de cinco minutos intentando jugar su partido y manteniendo la misma versión sólida, pero el paso adelante de los locales a través de un Víctor Narro muy enchufado empezó a suponer un problema en la zaga culturalista. El extremo tarraconense avisó con un disparo por encima del larguero y eso tan solo sería el preludio de una acción posterior en la que, tras realizar un gran autopase, logró batir a Bañuz para recortar distancias (1-2).

El conjunto de Raúl Llona se quedó noqueado después del primer tanto que encendió a todo el Nou Estadi y espoleó al Nástic en su lucha por igualar el marcador. Sin tiempo de poder frenar el encuentro, un nuevo ataque por la banda izquierda y un rebote en el área dejó a Pol Domingo solo para que rematara a placer y pusiera el empate en el luminoso. Todo el trabajo realizado durante cincuenta minutos se esfumó en tres minutos para olvidar.

Fruto de este varapalo anímico, la Cultural no fue capaz de levantarse después de desperdiciar su ventaja y los de Llona se dedicaron a cerrar espacios atrás para evitar daños mayores, mientras Víctor Narro seguía haciendo daño una y otra vez por la banda izquierda ante un Guzmán completamente superado.

La entrada de Calderón supuso un ligero alivio para un conjunto leonés que intentaba atacar al contragolpe, pero, a pesar de los intentos aislados del extremo culturalista, no conseguían incomodar a la zaga tarraconense. Con el paso de los minutos, los visitantes consiguieron frenar la sangría del equipo catalán y, aunque el Nástic seguía mostrándose más dominador, nada tenía que ver con lo visto en los minutos posteriores al gol.

Llegados al tramo final del encuentro, el conjunto leonés priorizó defender el punto cosechado, sobre todo después de verse tan superado en la segunda mitad. Sin embargo, esta Cultural ya ha demostrado a lo largo de este inicio de temporada que, si la dejas viva, lo puedes pagar caro, independientemente del contexto. En el minuto 96, cuando los leoneses estaban más que conformes con un empate que había peligrado durante muchos compases, una jugada al contragolpe acabó con el remate de Ian Martínez al fondo de la red.

El canterano culturalista volvió a aprovechar su oportunidad sobre el césped para poner patas arriba a la afición desplazada y brindar tres puntos épicos al cuadro visitante para aumentar aún más la distancia con sus perseguidores. La temporada es muy larga, pero es en noches como esta cuando un equipo campeón tiene que dar un paso adelante y, una vez más, la Cultural ha demostrado un gen competitivo pocas veces visto en León.