Y no, no se van a parar

La Cultural y Deportiva Leonesa sigue disparada, lanzada, escapando de esos males tormentosos que han marcado sus últimas temporadas, de esa desesperanza continua y ese eterno estado de depresión. Porque la Cultural de Llona ilusiona y, cada vez que tiene la ocasión de aumentar esa sensación lo hace. Ante el Barça B, con más de 9.000 leoneses en la grada, no desdeñó la oportunidad para ganar (3-1) y ser aún más líder.

El balón iba a ser la gran batalla de este duelo por todo lo alto, entre primero y segundo la tabla, que iba a disputarse en un ambiente único esta temproada, con un graderío casi lleno y mucho 'ruido' desde la hinchada culturalista.

Nadie renunció a su idea principal en los primeros minutos de partido. Es más, la Cultural tuvo más balón en estos compases iniciales del choque, moviendo la pelota ante un Barça B poco acostumbrado a una competencia así por la posesión.

Los de Llona tuvieron la primera ocasión con un centro al segundo palo que controló Martín pero, cuando se disponía a chutar de volea, resbaló, perdiendo así la primera clara oportunidad.

Del primer 'pseudo' aviso de la Cultural se llegó a la primera ocasión clara del partido en el otro área. En un libre directo, Unai envió el balón al larguero y con esta acción cambió la tendencia del partido.

Ese chut al larguero dio alas a un Barça B que demostró por qué está donde está. Los de Rafa Márquez, con un Percan tirado a banda y ovacionado en la presentación de las alineaciones, tuvieron la pelota, controlaron el ritmo del partido... pero no encontraron rendijas en la defensa leonesa.

Un día más, la Cultural se mostró como un equipo camaleónico, que maneja varios registros y lo hace a las mil maravillas. A la par que se mostraba agresiva en la presión, especialmente cuando la tenía el central blaugrana Mbacke, que generó dudas en este aspecto, se cerraba muy bien en el bloque bajo, con la líena de defensas y de centrocampistas muy juntas, impidiendo al Barça B llegar con claridad al área de Bañuz.

Rodri y Fornos se mostraron casi intreatables en los duelos, las ayudas de Kevin Presa o Bicho eran constantes y los balones filtrados de los blaugranas no llegaba a buen puerto. Sólo atacando la espalda de la defensa leonesa o aprovechando algún error, en especial de un Vïctor García dubitativo en algunas acciones, pudieron acercarse al gol.

En ambas ocasiones fue Pau Víctor. En una de ellas, la pierna salvadora de Bicho envió el balón a córner. En otra, Bañuz pudo despejar el remate del goleador azulgrana, que amenaza las ilusiones culturalistas.

A la par que esto sucedía, entraba en escena otro elemento: la niebla. Ni siquiera este fenómeno atmosférico, que le daba un plus de épica al partido, se quería perder este partidazo y condicionó el juego especialmente en la zona más cercana al fondo norte.

Poco a poco, la Cultural fue creciendo y deshaciéndose del dominio barcelonista. Escudero, con un chut alto, envió el primer aviso y, minutos después, la volvió a tener tras un centro raso de Muguruza.

Hacía frío, pero menos. La afición agradecía cualquier jugada, cualquier acción, cualquier atisbo de peligro. El equipo, a la par, tenia más balón y el claro dominio blaugrana de los primeros 25 minutos ya no era tal en la parte final del primer periodo. Es más, fue incluso mejor una Cultural que apretó en campo rival, que tuvo la pelota y que encontró más fácilmente la forma de inquietar al meta Astralaga.

En la última acción de la primera mitad, volvió a tener una ocasión el cuadro leonés con una recuperación de Muguruza, que cedió para Martín. El cántabro, con poco ángulo, chutío desviado para llegar al descanso sin goles, pero con la Cultural en plena evolución.

La salida del descanso fue inmejorable. La Cultural ya había detectado el nerviosismo de Mbacke si era presionado y lo aprovechó para forzar un córner en la primera acción de la segunda mitad. En ese saque de esquina, Escudero remató en el primer palo y adelantó a los leoneses en un estallido de jubilo de toda la grada.

Los barcelonistas intentaron reponerse con alguna acción rápida, pero la defensa de la Cultural, y en especial sus dos centrales, estuvieron incomenurables en cada uno de los envites que tuvieron que librar.

A la par, la Cultural sabía que era su momento, el momento del partido, el momento de sentenciar. Cada vez que podían correr y robar en campo contrario ante un filial azulgrana cada vez más nervioso e impreciso, lo hacían.

Así, Aarón Rey se quedo solo ante Mbacke, erró al tratar de ceder sobre Escudero, pero ganó un rechace y el central blaugrana le derribó en el área: penalti. Martín, sin tensión alguna, como si fuese un veterano - tiene 23 años -, transformó el 2-0 en el minuto 58.

No dudó Llona y movió el banquillo. Con el marcador a favor, dio entrada a Samanes y Guillermo con el objetivo de seguir aprovechando las oportunidades y los espacios que el Barça B pudiera conceder.

Porque desde ese momento, el control de partido de la Cultural fue total. Lejos de la idea de que el dominio de juego es tener la pelota, la realidad es que controlar el partido es que suceda lo que exactamente el equipo quiera que pase. Y en campo culturalsita pasaba poco o nada, más allá de un libre directo de Mikayil que despejó Bañuz.

Donde había peligro era en el área barcelonista, donde había nervios e imprecisiones eran las botas blaugranas, donde había confianza plena era en aquellos que iban de blanco.

Aun así, la evidente calidad del Barça B se plasmó sobre el terreno de juego y en una acción rápida y de enorme técnica, Unai pudo poner un balón al área que Pau Víctor remató a gol. Lejos de venirse abajo, el Reino volvió a arropar a los suyos.

Y la mejor manera de recompensarlo era con un gol. Llegó rápido, veloz, a toda mecha. Como ataca esta Cultural cuando tiene espacios, que inclina el campo para ser un conjunto muy vertical, muy dañino, letal. Aasí lo fue Samanes, que dribló a un siempre seguro Gerard Martín para, cuando todo el mundo esperaba el centro, chutar al palo largo y poner el 3-1.

Lo siguió intentando el filial azulgrana, que se topó con otro seguro de vida, con otro hombre infalible como Bañuz, que sacó el buen disparo del recién entrado Alarcón para que la tranquilidad reinase en León.

No se rindió el Barça B, pero esta Cultural es mucha Cultural. Los leoneses supieron cerrar el partido, supieron defender lejos de su área y estar, incluso, ellos más cerca del gol que el filial azulgrana.

Los leoneses suman ya cinco victorias seguidas y han pasado de 'outsiders' a candidatos con todas las letras. ¿Quién no cree en este equipo? Porque ya lo han dejado claro: no, no se van a parar.