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En un lado y en otro. De blanquiazul y de blanco. Javi de Campo (1971) es uno de los jugadores que sabe lo que es jugar un derbi... defendiendo los dos escudos. Lo hizo con la Deportiva, pero también con la Cultural y es consciente de que no es un partido más.
Suma seis derbis en sus piernas – cuatro con la Deportiva, dos con la Cultural – y tiene claro que es «un partido especial». «Y más aún si eres de la tierra. Te pone la piel de gallina salir y ver que estás jugando ese partido delante de tu familia y amigos. Es fantástico», ha señalado a leonoticias.
El exdelantero leonés reconoce que en esos partidos se siente un «calor» diferente por parte de la grada y ha tenido la fortuna, asegura, de vivirlo en dos clubes «fantásticos». Formado en la cantera del Oviedo, donde recaló con 15 años, llegó con 22 a la Deportiva, jugó una temporada en Ponferrada para irse dos años a la Cultural y regresar a El Bierzo en la campaña 1999/2000 con 28 años.
Llegó a marcar con la Deportiva en su primera temporada como blanquiazul en el partido de vuelta, en Fuentesnuevas. Era el 1-0, pero aquel partido no acabó bien: remontaría la Cultural con un gol de Narciso que no olvida. «Les dimos el balón muy rápido después de que lo hubieran tirado fuera. Estuvieron pícaros, se la dieron a Narciso y la enchufó. No se me olvida aquello».
Leonés de nacimiento, asegura que en su casa no le recordaron en exceso aquel gol marcado a la Cultural porque «eran más seguidores de mi que de cualquier equipo y fueron de la Deportiva, la Cultural, el Granada, el Oviedo, el Racing de Ferrol... en función de dónde estuviera yo jugando».
Pero, ¿cómo se vive esa semana? De Campo afirma que son días de «mayor intensidad» porque «aparecen en los medios exjugadores que han jugado derbis, hay más tensión y ya empieza a rondar el pensamiento de que no se puede perder para ser el referente en tu tierra».
«No importa nada cómo llegas a esos partidos, la dinámica se olvida. Buscas, por lo menos, no perder, para no tener esa especie de deshonor encima. Peleas como nunca y busca la victoria con más ganas todavía», insiste Javi de Campo que añade que los jugadores que no son leoneses «lo palpan enseguida». «Se nota que hay un ambiente especial y los de casa insisten más en que no se puede fallar ese día y en la trascendencia de ganar».
«Son partidos preciosos», continúa un De Campo que pide ante todo una «rivalidad sana» tanto en el césped como en la grada y muestra su deseo de ver el derbi el año que viene, «pero en Segunda División». Sigue a los dos equipos como puede, desde la distancia, si bien es cierto que ha sido más sencillo hacerlo con la Ponferradina por el hecho de ser más accesible en Segunda División: «Pero siempre tienes amigos y conocidos que te ponen al día».
Pero De Campo también acaba con otro manido tópico pronunciado en las semanas de derbi: no són solo tres puntos. «Es algo más, no cabe duda. Es un partido diferente y quieres ganar como sea. Por que sí, sumas tres puntos, pero también ganas el orgullo de ser el primer equipo de la región».
Este domingo (18:00 horas) se vivirá otro derbi en El Toralín y Javi de Campo marca los primeros minutos como fundamentales: «Ahí no puedes encajar, se va todo el plan de partido al traste. Y, el que marque, va a jugar con mucha más tranquilidad. Son minutos de cumplir lo que manda el entrenador y, poco a poco, irte ordenando y desarrollar ese plan de partido».
Ese control de las emociones, sobre todo ese tramo inicial, es fundamental, porque los jugadores «vemos otro ambiente, más rivalidad y más gente en la grada y es fácil dejarse llevar por las emociones» pero, insiste, con el paso de los minutos «el jugador se va tranquilizando».
Por último, se moja por un resultado. Y Javi de Campo, hombre de área, quiere goles «y espectáculo», por lo que su predicción es que va a acabar con un 2-2: «Sería un resultado bonito y atractivo».
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