Salvi Carrasco, en leonoticias: «Docampo no me halaga mucho para que no me relaje y siga rindiendo así»

Salvi Carrasco (2001) es la sensación, hoy día, de esta Cultural. Es uno de los hombres más aclamados por la afición, desde que brillase en una tanda de penaltis contra Unionistas y culminado todo con una actuación soberbia ante el Algeciras que desesperó a los andaluces y dio el triunfo a los culturalistas.

¿Te imaginabas este momento cuando llegas a la Cultural, que Salvi estuviese en boca de todos en la jornada 3?

Uno siempre piensa cosas, siempre tiene en la caeza qué pasará y creo que es un momento muy bonito, en el que siento el cariño de la gente y siento que la afición habla bien de mi. Estoy muy contento.

Cuando entras en redes sociales, ¿qué sientes al leer tantos buenos mensajes, algo que no es tan habitual en ese mundo?

La verdad es que mucha alegría. Sentir el calor de la gente es muy bonito, pero siempre hay que estar preparado para recibir halagos y para cuando vengan las críticas. Nuestro mundo no es siempre tan bonito como parece y no hay que relajarse por las alabanzas.

Vamos al principio del camino. ¿Quién es Salvi y por qué juegas a fútbol?

Pues soy un chico de Málaga, que nací en el barrio de Puerta Blanca y desde la ventana de mi habitación se veía un campo de fútbol. Y ahí es donde me he tirado casi toda mi vida. Empecé jugando de jugador, pero un día faltaba el portero y me tocó ponerme y a raiz de ahí empezó a gustarme. Cuando llegó el partido del fin de semana, el portero no vino, me volvió a tocar y aquí estamos ahora mismo.

¿Cómo es ese primer contacto con la Cultural para fichar?

Venía de un año duro la temporada pasada pese a que la anterior fue muy buena. Y recibo una llamada de la Cultural, que opta por mí recomendado por Mario Bazán, el entrenador de porteros, que es al que más tengo que estar agradecido por apostar y confiar en mí. Cuando se me plantea la oportunidad, era imposible decir que no. Todos sabemos lo que es León y la Cultural y no había otra respuesta posible que no fuese el sí.

Todos teníamos en mente que el titular iba a ser Pol Ballesté

Cuando te firman, nadie te plantea que vayas a ser el segundo portero. La verdad es que Pol [Ballesté] tuvo mala suerte de lesionarse en pretemporada y se me brindó la oportunidad de jugar más. Desde ahí he estado jugando yo, pero soy consciente de que esto puede cambiar en dos semanas. Pol es una grandísima persona y un grandísimo portero y me siento muy afortunado de tener como compañero y lo puede hacer igual o mejor que yo.

Aprovechaste tu oportunidad...

Desde que vengo a la Cultural, llego con la idea de aprovechar esta oportunidad que se me brinda. Pienso que hay que vivir el momento y lo que tenga que venir en el futuro sólo Dios lo sabe.

Tu primera gran tarde fue ese partido ante Unionistas y la tanda de penaltis. ¿Cómo lo viviste?

Fue increíble. Pisar el estadio y ver a tanta gente aapoyándonos… Es el primer partido en el Reino y salir como un héroe por la tanda de penaltis fue increíble. Yo creo que es una lotería y es mi momento favorito aquí.

¿Te consideras parapenaltis?

(Risas) La verdad es que no, aunque aquí he tenido suerte de parar esos penaltis contra Unionistas y estar cerca de hacerlo con uno ante el Valladolid B. También tenemos unos grandes preparadores, Mario Bazán y Wilder, que estudiaron los lanzamientos de Unionistas, me dieron una lista y nos fijamos en cómo lanzaban y todo se vio reflejado aquel día.

Te hemos vista también hacer buenas paradas contra el Badajoz, el Ceuta… pero el gran día fue en Algeciras. ¿Es tu mejor actuación de siempre?

Recuerdo una muy buena en el campo de mi exequipo, el San Roque de Lepe, pero siendo visitante. Pero me quedo con la del sábado en Algeciras, con un estadio que apretaba mucho, con un ambiente increíble. En cada ocasión, el estadio se encendía y eso me motivaba más y más hasta llegar a ganar. Fue increíble.

¿Llegaste a pensar que eras imbatible en algún momento?

(Risas) Es complicado de gestionar, porque te sientes seguro pero cualquier error te cuesta caro. La verdad es que estaba muy cómodo, confiaba mucho en mí y pensaba, sinceramente, que no iban a meterme gol. Por suerte, fue así.

Todos te abrazaron al final del partido. ¿Qué te dijeron los compañeros?

Tenemos un vestuario muy sano, en el que todos nos relacionados con todos y, la verdad, todos me dieron la enhorabuena por todo lo que pude parar.

Hablando del equipo. Seis puntos de nueve posibles, ¿es un buen balance?

Creo que las sensaciones son buenas. En el primer partido nos llevamos un palo con ese gol al final en una situación donde podíamos sumar un punto o, incluso, los tres, pero se perdió. Luego ganamos contra el Ceuta en un buen partido y en Algeciras hicimos una primera parte muy buena, pero en la sgunda sufrimos. Creo que podemos hacer algo bonito.

Habeís demostrado que sabéis sufrir también

Es que en esta categoría vas a sufrir en cualquier campo, cualquier rival te puede someter por el nivel que hay. Tenemos que saber sufrir para sacar los resultados a domicilio, en estadios complicados como el de Algeciras.

Y hablando de retos, ahora visitáis al Racing de Ferrol y viene a León el Córdoba, dos equipos que han ganado los tres primeros partidos

Sabemos que tenemos dos partidos complicados y vamos a afrontarlos de las mejor manera posible para intentar traer un buen resultado y sumar de tres. Cuando acabe esta semana, ya pensaremos en el Córdoba y en ese partido, de nuevo, en el Reino.

¿Cuál es el objetivo para esta temporada?

El objetivo debe de ser el que quiere todo el mundo, el de ascender, pero ya hemos visto que esta es una liga muy complicada. Hay que ir partido a partido, centrarse únicamente en la siguiente jornada y estar centrados y mentalizados sólo en cada fin de semana. Lo que pase después será fruto del trabajo.

Hablando de la figura del portero. Es particular, pasáis mucho tiempo solos, el suplente apenas tiene oportunidades… ¿Cómo es a nivel mental?

Hay que estar bien centrado de cabeza. Recuerdo en el equipo juvenil del Málaga, en mi segundo año, una temporada en la que apenas jugué cinco partidos y lo pasé bastante mal. Eso me hizo recomponerme a nivel mental, a prepararme para lo bueno y lo malo y llevarlo de la mejor manera posible. Yo siepre animo al compañero que juega, como lo hace ahora, por ejemplo, Pol Ballesté conmigo y como lo haré cuando sea él el portero elegido. Hay que estar centrado y fuerte de cabeza.

Y cada vez el juego con los pies coge más peso…

Sí, el fútbol avanza más y más y cada vez se le exige más a un portero en este aspecto. Llevamos varios años viendo como el portero tiene más peso en el juego del equipo, en sacar el balón desde atrás para dar facilidades a la defensa y, la verdad, cuando sale bien, es muy bonito.

¿Qué te pide el entrenador, Eduardo Docampo?

Es una persona con un trato muy cerca. Nos pregunta siempre cómo estamos, y no nos llena de halagos, por lo menos a mi (risas) para que no me relaje, para que siga en la línea en la que estoy.

¿Ha hecho mucho trabajo estos días para que tengas los pies en el suelo?

Sí, le transmite a los entrenadores de porteros que estemos centrados y nos remarca que un día podemos estar arriba y otro abajo para que así nos mantengamos firmes, para que sigamos trabajando y para seguir dando los resultados que estamos dando.