La temporada pasada, muchos colocaban a Rodri Suárez como el cuarto central de la plantilla. El nivel en el eje de la zaga, con Aleix Coch, Guitián y Quique Fornos hacía presagiar que el leonés se quedara sin apenas minutos.
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Pero, después de entrar en el once en la quinta jornada, ante el Sestao River, empezó a ser muy difícil sacarle de la titularidad. En total, jugó 29 partidos, 28 de ellos como titular y 27 completos en la que fue la mejor temporada del canterano en la Cultural.
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Y la historia podría volver a repetirse. Con la llegada de Eneko Satrústegui, el centro de la defensa parecía claro: el navarro acompañaría a Fornos. Y así ha sido en los primeros partidos de la temporada, con esta pareja rindiendo a gran nivel.
Pero la ventana se le abrió al leonés, con galones de capitán, ante Osasuna Promesas: Fornos, con molestias, era sustituido al descanso y Rodri tendría toda la segunda mitad para demostrar su nivel. Más allá de lo defensivo, el leonés brilló y lideró al equipo en todos los aspectos, rozando el gol en un par de acciones a balón parado.
En Salamanca, ante Unionistas, fue titular ante los problemas físicos de Fornos y volvió a rendir con nota, teniendo de nuevo más de 20 minutos ante el Tarazona y regresando al once como titular frente al Ourense, con 90 minutos de juego, portería imbatida y siendo clave al dar el pase que aceleró la jugada del 2-0, que acabaría con asistencia de Calderón y gol de Chacón.
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Rodri sigue siendo ese central contundente al corte, expeditivo y fuerte en el choque. Ha ganado más de la mitad de los duelos aéreos (53%) y tres de cada cuatro duelos defensivos (75%), recuperando seis balones por partido disputado.
Pero donde más mejoría ha experimentado es en el juego del balón. Más allá del pase clave que da en el 2-0 ante el Ourense, Rodri firma un 90% de acierto en el pase, superando el 76% de efectividad en los pases hacia adelante. Era uno de sus puntos débiles y el canterano, con trabajo y la supervisión del cuerpo técnico de Llona, sigue mejorando en ese aspecto.
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Como sucediera la pasada temporada, Rodri parecía destinado a no tener excesivos minutos, pero lo sucedido el curso anterior ya era una declaración de intenciones tanto del central como de Llona: uno sabe que va a contar con oportunidades por parte del técnico riojano y el entrenador sabe que en el defensa formado en la Cultural tiene un valor seguro de rendimiento y pundonor.
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