Ricar Pozo en su despedida: «Soy el único culpable en una temporada que no se han conseguido los objetivos»

Se va entonando el mea culpa porque, considera, es «el único responsable» de la mala temporada de la Cultural. Es algo que ha repetido, una y otra vez, durante un encuentro con los medios de comunicación para despedirse de un club que, afirma, considera su casa.

«Yo me he equivocado y soy el principal responsable», ha indicado el director deportivo cordobés que señala como principal error «no haber sabido transmitir la importancia de estar en la Cultural, que esta es una oportunidad que no se puede dejar pasar».

Porque considera que la plantilla, nombre por nombre, debería de estar en otro lugar, haber peleado por otros objetivos porque «mi meta desde que llega era la de devolver a la Cultural a Segunda División». Pero sólo en una temporada estuvo en esa pelea: «Ese es el principal error, no haber ganado más partidos».

«Es mi culpa porque no he sido capaz de traer a los jugadores y entrenadores que pudieran lograrlo», ha asegurado a la par que ha reconocido que «el nivel de estos jugadores no es el que habíamos visto». «Son bastante mejores jugadores de lo que hemos podido ver», ha añadido Pozo, que ha insistido en que no ha sido un tema de no querer: «Todo jugador quiere hacerlo bien».

Pero sí que ha faltado algo en el vestuario. Y así lo reconoce Ricar Pozo, que habla de un «intangible» para que «todos caminen a la par». «Hay veces que alguien tiene que dar el primer paso y los demás dan el siguiente. Y hay otros vestuarios en los que todos empiezan ya caminando. Ojalá con este cambio eso se de», ha espetado.

Porque confía en que la marcha del «único culpable» de la situación se genere una nueva atmósfera, un clima de positividad, «más limpio y virgen, de buen rollo y que expulse esta espiral de negatividad» que haga que la próxima temporada arranque mejor. «Y yo me alegraré mucho, porque soy ya un culturalista más, aunque suene populista. Dejo aquí mucha gente querida, que me han acogido fenomenal. Dejo una familia», ha indicado.

Pozo ha insistido en que todos eran conscientes de la dificultad de la temporada, la primera en Primera RFEF, «pero no que iba a ser tan difícil», algo que le ha sorprendido «y eso forma parte también de mi error».

«Ahora mismo, ser octavo en esta categoría no tiene ningún reconocimiento. Pero lo tendrá y pronto veremos a equipos del potencial de la Cultural peleando por no descender. Esta categoría va a tener mucho que decir, pero este club siempre tiene que pelear por lo más importante», ha afirmado un Pozo que en ningún momento ha considerado que no tenía los «recursos suficientes» como para lograr los objetivos: «No tengo ni un pero a lo que me ha dado el club. Sé cuál es mi exigencia».

En cuanto a los entrenadores contratados durante su etapa, en muchos casos con poca o nula experiencia en estos niveles, Ricar Pozo no se arrepiente: «Queríamos apostar por ese espíritu de crecer, que la principal fortaleza sea que vienes con cosas que demostrar, de tirar la puerta abajo y con energía».

Ha insistido en que creían «en cada entrenador» que ha venido, desde Aira a Curro Torres, aunque sin negar la realidad de no haber logrado los objetivos y haber pagado ellos «errores míos». «Es la profesión más difícil del mundo, pero hemos creído en todos y cada uno de los que han venido. Hoy día, sigo pensando que son muy buenos entrenadores», ha indicado.

Otro de los grandes debes de su etapa ha sido la inestabilidad, con cinco entrenadores en su historial en la Cultural, además de muchos 'parches' en los mercados invernales que «llegan con fuerza, pero se acaba yendo». «Pero si crees que algo es bueno, debes seguir apostando con ello. Lo hicimos con Aira, que parecía que no iba a seguir y lo hizo. Pero es complicado, porque es un club exigente», ha expresado.

También ha hablado sobre la situación de que haya hasta 15 jugadores con contrato para la próxima temporada, que considera «recuperables». «La de futbolista es la única profesión de mundo donde puedes cambiar todo de una semana para otra, así que de una temporada para otra, con más razón», ha indicado.

El ya exdirector deportivo de la Cultural ha explicado que, a principio de temporada, se comentaba que «se necesitaban jugadores que no se jugaran el futuro del equipo en las últimas cinco jornadas sin vinculación con el equipo y ahora se dice lo contrario». «Siempre se mira a lo que falta, a lo que no se tiene. Es normal», ha respondido.

Pozo también ha tratado las renovaciones de Angong, Solís y Jaime Sierra, tres jugadores que «tienen ganas de quedarse en la Cultural» porque «saben en qué club están y quiere seguir aquí», por lo que, ha asegurado, la entidad hará «lo posible» para que así sea.

El cordobés, que se tomará un par de semanas de descanso y buscará otro proyecto aunque «intuyo que durante un año no me saldrá nada», afirma que será siempre de la Cultural y espera que con su salida, «la del único culpable de estos malos resultados», se genere una nueva atmósfera y una nueva energía positiva en torno al club.

Y apunta a que se tiene que trabajar «desde ya» en el nuevo proyecto para una temporada que será «difícil» y donde espera que ese «sentimiento y ese buen rollo» necesario para triunfar regrese con su marcha para devolver a la Cultural donde se merece.