El Reino estalla contra el director general: «¡Felipe vete ya!»

Era como el juicio final, como un plebiscito que afrontaba la plantilla y el club en lo que se dirige a ser un nuevo fiasco de temporada.

Ya a la media hora se empezaba a intuir lo que podía ocurrir. El público abroncaba con silbidos a los suyos, que no se encontraban sobre el césped; pero, aún así, hubo otra oportunidad y pronto los pitos se convirtieron en aplausos y ánimos.

Todo estalló en el tramo final. El gol de Marín desató la tormenta perfecta, y no porque Lola hiciera acto de presencia.

El público empezó a abroncar a los suyos y desde el Fondo Sur, como si de una ola se tratara, el sonido se convirtió en unánime: «¡Felipe vete ya!» comenzó a gritar la gran mayoría de un estadio astiado de decepciones, año tras año, a pesar de la millonada que lleva invertida la Academia Aspire en León.

El enémigo fue concreto y uno solo: Felipe Llamazares. A él han culpado de que la Cultural camine a un nuevo fracaso deportivo y el director general quedó en entredicho como pocas veces antes había ocurrido en el estadio leonés.