La Cultural se reconcilia con el gol pero no con la victoria

En un partido más que importante para la Cultural y para Docampo, el técnico bilbaíno volvió a la receta que ya sabe que funciona: Percan en banda. Así, Obolskii apareció en el once en detrimento de Alarcón, dando la oportunidad de regresar a la titularidad también a Trigueros en el eje de la zaga.

En los primeros minutos, la imagen de la Cultural cambió respecto a otros partidos. El equipo leonés compitió, estuvo a la altura de un rival que llegaba enrachado, y puso la intensidad necesaria sobre el césped del Cerro del Espino.

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Los primeros minutos fueron de gran igualdad, planteando un pulso al Rayo Majadahonda en el que los leoneses no se amilaban pese a su preocupante dinámica: el equipo estaba convencido de ponerle fin a esa racha.

La primera llegada fue majariega, con un centro lateral que, en el segundo palo, Néstor no acertó a rematar. Pero, poco a poco, la Cultural empezó a crecer, encontrando a Percan en banda como conductor de peligro, y empezando a llegar al área de Lucho García.

Fue el propio Percan quien tuvo las dos primeras ocasiones. La primera no pudo acabar en disparo, tras una pared con Obolskii, tras una gran acción defensiva de Casado, robando el balón cuando el '23' culturalista se disponía a disparar. En la segunda, Percan logró chutar, pero el balón acabó en córner.

En ese saque de esquina llegó la mejor ocasión leonesa. Kevin Presa enganchó una volea en el segundo palo que, pese a ser muy potente, iba centrada, y Lucho tuvo tiempo para reaccionar y evitar el 0-1. La Cultural estaba viva, la Cultural estaba cerca del gol, la Cultural volvió a hacer méritos para marcar.

Se difuminaron esos minutos de cierto agobio leonés al área majariega y el choque volvió a unos minutos de impás a los que sucedió una serie de centros peligrosos del Rayo en los que Trigueros y Amelibia se impusieron en el juego aéreo para evitar cualquier atisbo de peligro.

Con la solidez atrás volviendo a aparecer, sólo faltaba el gol, ese que se resistía a los de Docampo desde mediados de enero. Y apareció. En un robo en campo rival, Solís ganó línea de fondo para poner un centro al corazón del área donde surgió, totalmente solo, Kawaya, para rematar de cabeza y poner fin a 643 minutos de sequía goleadora.

La Cultural se pudo quitar la pesada losa de esa dinámica negativa a nivel goleador, pero la alegría duró poco. Apenas cinco minutos después, empató el Rayo con un tanto de Ozkoidi en una falta lateral que Néstor botó a la frontal y el central, de volea, remató con potencia y precisión al palo largo.

En el tramo final de la primera mitad, ambos equipo se asomaron tímidamente al área rival, pero sabedores de que en la segunda mitad tendrían sus oportunidades para llevarse un partido en el que la Cultural estaba mostrando una imagen distinta a las de las últimas jornadas.

Tras el descanso, salió mejor un Rayo que quiso imponer su ley como local para mandar en estos primeros compases de la segunda mitad, llegando mucho por los dos costados, algo que Docampo preveía con el cambio en el intermedio de Saúl por Muguruza.

Eran minutos en los que el Rayo era mejor, llegaba más y apretaba por el gol, con David Rodríguez y Néstor teniendo sus opciones para marcar el 2-1. Pero la Cultural también enseñó las uñas con una dejada de Percan para Solís en la que el sevillano, al que se le quedó largo el control, tuvo la oportunidad de asustar a los locales.

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Aun así, la Cultural distaba mucho de la de la primera mitad, con mucha menos claridad y una menor generación de peligro, algo que sólo se encargaba de 'cambiar' un Percan omnipresente y muy atrevido, que puso un extra de inquietud al área majariega.

Pero, con el paso de los minutos, el empate empezaba a ser un botín cada vez mejor visto por ambos conjuntos, que no querían perder el punto que tenían en la mano. Docampo trató de refrescar el ataque con la entrada de Claudio por Obolskii que, tácticamente, no suponía ninguna variación, pero sí a nivel de frescura.

Aun así, si alguien merecía el gol, era el Rayo, que empujaba más, que llegaba con más asiduidad al área culturalista. El mayor susto para los de Docampo llegó con un duda entre Salvi y Joel que el canterano Mestanza no pudo aprovechar en la mejor ocasión majariega de este tramo final de encuentro.

La Cultural aguantó y, al menos, rompió las dos malas dinámicas: la de cuatro derrotas seguidas y la de seis encuentros sin marcar. Pero fue gracias, también en parte, a una gran parada de Salvi, que tenía que aparecer como, un día más, sostén de este equipo, con una mano de gran relevancia a un remate de Zozulya.