La Pizarra de Ramón: correr

Le vengo contando desde que volvió la competición tras el parón de Navidad, lo trabados que están siendo los encuentros y lo complicado de elaborar un juego ofensivo encontrando jugadores por dentro, moviendo con velocidad…

A ello se le ha sumado en las últimas fechas la ausencia de lluvia, de humedad, que nos vuelve a recordar el verde de temporadas pretéritas, donde no se mimaba tanto la superficie de juego, con mayor altura y menor agua, y más, si el local se enfrentaba a un conjunto caracterizado por dominar la posesión.

Me permito contarle una anécdota. Estuve dos temporadas y media enrolado en las filas del conjunto insular de Unión Deportiva Las Palmas. Conseguimos el ascenso a primera, y la permanencia en dicha categoría. Cuando disputábamos los partidos en nuestro feudo, el mítico Insular, dejábamos la hierba algo más larga y principalmente, poco regada. Imagínese viajar desde la península en pleno otoño o invierno a la isla, donde solían disputarse los partidos a las 12 del medio día o a las 17 horas. Era un choque para los visitantes, pero ya generábamos una ventaja, al menos en la cabeza del jugador rival, y más en la adaptación de éste al bote y circulación del balón en contacto con el césped.

Y es que estamos en un tramo de la temporada, y más hasta el final de esta, y encima agudizado por las altas estadísticas defensivas del fútbol español por encima del resto del continente, donde poder superar al rival con rápidas circulaciones, o correr con eficiencia en recuperación, se han convertido en verdaderos retos.

Ante este panorama, el balón parado o el desorden parecen los caminos más cortos para anotar gol. Así sucedió ayer en el Reino, y aunque parezca una obviedad, el adelantarse ya si que es vital en estas jornadas.

Docampo repitió equipo excepto, como sabrá, Kawaya sustituía a Percan que venía con problemas de salud. Duró 25 minutos hasta el percance del extremo belga, que provocó la entrada del leonés, ya con el 0-2 en el marcador.

Ambos equipos presentaron una estructura bastante similar, con línea de cuatro, un medio centro más marcado por delante, dos volantes a distinta altura, ayudando uno siempre en la presión alta al delantero, más los dos extremos. Y a su vez, mismo orden e ideas defensivas.

Dos alturas: primera alta no permitiendo circulación en corto y obligando a muchos golpeos, más en el inicio, del portero tras pases en zona corta, y con buen encadenamiento de presión del rival. Aspecto este que facilita mucho la labor del resto. Presión sobre poseedor, y ante pase atrás por cerrar pase para progresión, continúa «encadenando» ese acoso, para limitar posibilidades de conexión del receptor.

Todo ello dificultaba el encontrar pase por dentro, donde parece que estaba el espacio para hundir al rival. Amelibia lo consiguió por dos ocasiones, y Andy lo generó tras recepción con perfil de pierna cambiada, para ejecutar un cambio de orientación que generó ventaja para centro de Alarcón, provocando primera acción de peligro con mucha gente en el Área.

El estar en el campo Kevin y Tarsi por delante de Jesús, ayuda al desmarque profundo, lo que se traduce en estirar a rival, pero ahí alguien debe ocupar ese espacio entre líneas. Alarcón por la izquierda la intentó, y por la derecha al principio no se ocupaba, ya que Andy se encuentra más cómodo pegado a la línea, y luego hubo cambio de posición Jesús con uno de los volantes, y ser el posible receptor. Con Percan en el campo, llegaron las mejores opciones al aprovechar ese espacio y, sobre todo, ser vertical.

Antes el balón parado adelantó al Linares. Y con el resultado a favor reforzó la siguiente opción sin balón de ambos equipos, el bloque en campo propio. Sume este orden y activación, a la dificultad de filtrar pase por la presión de los atacantes, más la paulatina ausencia de humedad según pasaban los minutos, y verá lo exigente que es crear ataque posicional por dentro.

Dentro balón, recuperación alta, correr y cambios.

Las opciones en el inicio de la segunda parte de pisar área vinieron tras el robo en campo rival o la mayor población de jugadores entre líneas.

Esto segundo se acentuó ante momentos de ida y vuelta que desordenó al Linares y facilitaba el encontrar pase sin estar la estructura andaluza colocada.

Le explico el párrafo anterior. Con el dominio claro del balón de la Cultu, y tras circulación, si había balón interior y pérdida, el Linares corría, incluso generó alguna ocasión de peligro, pero si no finalizaba, la recontra del equipo leonés, sorprendía y dificultaba las ayudas defensivas en ese bloque bajo.

Cuando el físico frenó este ritmo o tal vez la consigna desde el banquillo visitante, comenzó la partida de ajedrez de los cambios.

Más madera por dentro del cuerpo técnico leonés con Blesa y Solís, y más jugadores en balcón de área para recibir. Tiro de Blesa, centros, balón parado… todo provocado por conquistar los lados del medio centro y poder progresar.

El técnico rival mueve pieza, y fortalece este espacio para mejorar ayudas, y de nuevo el partido se enfría.

Aún así la Cultu sigue insistiendo y pisando mucho área rival, creando más ocasiones que al menos les hizo merecedores de anotar algún gol. Con los cambios también mejoró de nuevo en la salida a la contra el equipo visitante y paradójicamente llegaron dos oportunidades de gol por poder correr a la contra

para los dueños del Reino de León. Una de Claudio que se fue arriba, y otra de Niko que desbarató el guardameta del Linares.

La ocasión más clara de la primera parte de la Cultural la tuvo el delantero ruso, tras una acción donde los defensores entienden que la peina su compañero, y el árbitro permite que continue el juego porque no ve esa posible prolongación.

Una de las ocasiones al inicio de la segunda parte del Linares es reclamada por la defensa leonesa por posible fuera de juego, que de nuevo el árbitro indica que siga el juego.

Son dos acciones que pueden cambiar el sino del encuentro, más la primera, y como le comenté ya tras el partido en Fuenlabrada, los jugadores deben ser conscientes de que ha cambiado la forma de dirigir el encuentro por parte de los colegiados, no concediendo tanto beneficio al defensor cerca de su área en detrimento del atacante.

Ojalá y en la próxima se aproveche una de estas el equipo leonés en su visita a San Fernando.

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