¿Quién puede hacer lucir la bombilla de la Cultural?

En una tarde primaveral en pleno febrero, la Cultural buscaba su particular florecer en la segunda vuelta, donde el casillero de victorias aun continúa a cero. Los leoneses salieron autoritarios, con una imagen muy distinta a la del choque ante el Fuenlabrada.

Dominando a través de la posesión, teniendo el balón y obligando a Unionistas - que no rehuía este planteamiento - a defender cerca de su área, los de Llona marcaron la pauta en los primeros compases de juego, abriendo mucho el campo y haciendo partícipes del juego tanto a Berto como a Luis Bilbao.

Fue este último quien protagonizó la primera acción destacada del partido con una jugada personal en la que se fue de su par para poner un centro que la defensa salmantina logró rechazar.

Esta era la carta de presentación de la Cultural, pero Unionistas, arropado por un millar de aficionados, tenía algo que decir. Los de Dani Ponz fueron creciendo a la par que pasaban los minutos e igualaron el partido. Los salmantinos se acercaron al área de Bañuz y el primer disparo a portería fue visitante, con una mano de Bañuz que enviaba el balón a córner.

No había grandes ocasiones, pero sí una sensación de igualdad sobre el césped. La Cultural no estaba logrando sacar esa versión tan autoritaria de otras citas en el Reino de León ante un Unionistas que presionaba con agresividad la salida de balón leonesa pero, una vez que los de Llona superaban esa primera línea charra, se replegaban a un bloque bajo que dificultaba la labor a los culturalistas.

A ello se sumaba una lucha sin cuartel de Escudero con Erik y Villar, protagonizando varios roces y enganchones. El delantero vallisoletano de la Cultural estaba siendo muy vigilado y el protagonismo en ataque era de un Aarón Rey que, jugando por dentro, tuvo mayor trascendencia en el juego leonés.

Llegaron unos buenos minutos de la Cultural en los que, pese a no producirse una clara ocasión de gol, sí parecía que el partido se inclinaba de lado blanquillo. Con Álvaro haciéndose dueño de su banda, el castellonense lanzó varios centros peligrosos, uno de ellos cabeceado por Escudero en la mejor ocasión leonesa.

Pero el fútbol, como la vida, ofrece giros inesperados de guión y, pese a que la Cultural no estaba dominando con mano de hierro el choque en estos instantes, sí estaba siendo mejor. Y, precisamente en estos minutos, llegó el gol de Unionistas. Un lento repliegue de Luis Bilbao fue descolocando, paulatinamente, todas las piezas de la defensa de la Cultural, que acabaron permitiendo el remate de Etxaniz en un centro lateral para adelantar a los salmantinos.

La esquina del fondo norte donde estaban los aficionados charros estalló y la Cultural sabía que tenía que aprobar, de una vez por todas, su asignatura pendiente: la remontada. Se puso manos a la obra y el primer 'tick' verde llegó pronto: en el minuto 39, Escudero ocasionaba un penalti por mano con cierto suspense, ya que el árbitro tardó demasiado en señalarlo. El propio '21' culturalista tomó el balón y, con un disparo muy ajustado, puso el 1-1 en el marcador.

El final de la primera mitad fue emocionante, con oacsiones para ambos equipos y una sensación de que el gol había sentado mejor a una Cultural que, de todas maneras, estaba incómoda ante Unionistas.

Llona detectó la pérdida de protagonismo de los extremos y, en el descanso, retiró tanto a Berto como a Bilbao para dar entrada a Martín - tirando al costado a Aarón Rey - y a Muguruza.

El donostiarra protagonizó la primera gran ocasión de la segunda mitad con un balón para Escudero que, cuando el delantero se disponía a rematar, vio como Ramiro metía el pie para enviar el disparo a córner en una oportunidad franca para los leoneses.

El partido ganaba el ritmo y en emoción, porque los huecos y los espacios empezaban a aparecer en ambas defensas. La Cultural había dado un paso adelante a nivel posicional y Unionistas quería aprovecharlo... pero también habilitaba espacios a la espalda de su defensa.

De nuevo Muguruza lo aprovechó para montar un contragolpe donde podía elegir entre Escudero y Aarón Rey. Optó por el gallego, que perdió toda la ventaja con un control algo largo.

Con un dominio cada vez más claro que estaba conviertiendo el partido en un asedio culturalista ante un Unionistas que buscaba la suya en transiciones, el choque sumaba minutos mientras los de Llona buscaban la llave que abriera el cofre de la victoria.

Pero los minutos pasaban y la oscuridad llegaba a la mente de los culturalistas. Las ideas escaseaban, el tiempo apremiaba y los errores se multiplicaban. No había nada capaz de encender el interruptor, más allá de un Fabio que sí lo probaba cada vez que tenía ocasión.

La gran ocasión la tuvo Rodri en una segunda jugada tras un córner. Bicho remató, defectuoso, de volea, y el central, en el segundo palo, metió la bota, pero el balón se fue fuera.

Hasta el final lo intentó la Cultural, bombeardeando el área de Unionistas con balones colgados y centros laterales. Pero no llegaba ese gol, ese remate, esa ocasión que decantar el partido de lado leonés. La tuvo Guillermo, en una falta, con un testarazo que se fue alto. Pero la bombilla de esta Cultural sigue esperando a que alguien sea capaz de encenderla.