Primera 'final' por la permanencia

En frente no estará un rival sencillo, ni mucho menos. Arriba a tierras leonesas el Castilla de Raúl González Blanco, tercer clasificado, candidato al ascenso directo y equipo más goleador de toda la Primera RFEF. Junto a él llega Sergio Arribas, pichichi de la categoría con 18 goles y un futuro en Primera División.

Los del León rampante ya han dejado claro en las ruedas de prensa previa al encuentro que propondrán un partido muy intenso, marcado por el físico y la agresividad. Jesús Álvarez, pivote culturalista, llegó a decir en su comparecencia del pasado jueves que el equipo intentará «ser lo más perro posible». La plantilla se encuentra herida en su orgullo tras una racha de una victoria en 16 jornadas y quiere demostrar ante su gente que este equipo tiene corazón.

Precisamente, gente y mucha es lo que se espera este sábado en el Reino de León. El club ha lanzado una promoción de entradas junto a sus patrocinadores y el rival y el horario invitan a que la afición se deje caer por el Reino. Asimismo, la Federación de Peñas Culturalistas celebra desde las 13:30 horas el Día de las Peñas en los anexos del estadio. Los jugadores han pedido el apoyo de la afición, la cual consideran clave en lo que vaya a pasar ea jornada 36.

En lo que respecta al juego, se espera que Isra Martínez vuelva apostar por un bloque bajo que cierre en 4-4-2 con Obolskii y Percan arriba para aprovechar el balón largo. Lo normal sería que el Castilla llevase la batuta del partido, al menos en lo que a la posesión se refiere, mientras que los culturalistas jugarán a marcador corto e intentar no encajar. Será complicado ante un equipo que rara vez se queda sin marcar. Lo realizado en el partido de ida, donde la Cultural empató en la recta final y tuvo opciones para lograr una presa mayor, debe ser el camino a seguir.

Si bien es cierto que dentro del vestuario huyen de las cuentas y de especular, el empate no sería malo, toda vez que la Cultural parece que tendrá una bala de plata en la última jornada en casa ante un Talavera descendido.