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Esta es la pregunta más repetida en el culturalismo: «¿Qué le pasa a nuestro equipo?» Es una evidencia que la Cultural y Deportiva Leonesa ha perdido su vitalidad, su viveza sobre el campo y eso se ha traducido en una serie de resultados negativos que ... han llevado a sacar a los de Llona de las plazas de playoff.
Como si el cambio de primera a segunda vuelta hubiera supuesto un giro total en el rumbo de la Cultural, el equipo ha pasado de estar peleando por la primera plaza a salir de los puestos de playoff, de ser un conjunto especialmente difícil de batir a haber encajado en cinco de los últimos seis partidos o de encadenar seis partidos seguidos sin ganar cuando, sin ir más lejos, llegaba con ocho victorias seguidas en casa.
Pero, ¿por qué? Esta es una pregunta que, en buena medida, se hacen en el vestuario de la Cultural. Porque ellos también han visto como el equipo ha perdido solidez en defensa, capacidad de generar juego y el gol, que era el gran debe del conjunto leonés, ha empeorado, incluso, sus números.
El sistema defensivo ha perdido músculo. Ahí están los datos, con ocho goles encajados en ocho partidos por los 11 de la primera vuelta. Hay varios motivos que explican este aumento de los tantos encajados.
Y el primero, evidentemente, es el mayor número de disparos recibidos: en la segunda vuelta, la Cultural promedia más de 12 disparos en contra, por los 8,4 de la primera vuelta. Los goles esperados en contra también han aumentado de forma notable: 0,8 por partido en la primera vuelta a 1,32 en la segunda.
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Dani González
Uno de los factores fundamentales para ello es el paso atrás en la línea defensiva que ha dado la Cultural que, pese a robar más balones altos en esta segunda vuelta (13,3 por partido por 11 en la primera vuelta), sí es cierto que defiende mucho más cerca de su área, donde sufre más.
En cuanto a la creación de juego, el equipo también tiene menos posesión en esta segunda vuelta (52%) que en la primera (53,3%) y otro indicador que muestra que la Cultural ha perdido fluidez y frescura en la medular son los promedio de pases por posesión: ha pasado de 4,1 a apenas 3,8.
Es algo que también se ve en el porcentaje de pases acertados que, en estos últimos seis partidos, ha caído del 82,2% de la primera vuelta al 80%, en un dato no muy significativo a nivel numérico, pero sí que refleja ese mal momento que vive, en general, el equipo.
Por último, el ataque sigue siendo el gran debe de este equipo. Tres partidos seguidos sin marcar, recordando a la racha de inicio de temporada, en la que la Cultural encadenó cuatro jornadas sin ver portería, lastran a esta Cultural que ahora, a diferencia del inicio de curso, encaja más goles.
La Cultural promedia un gol cada dos partidos en esta segunda vuelta (0,5 goles por partido) por los 1,05 de la primera vuelta. Ya hasta la jornada 19 el dato no era especialmente alto, pero en este inicio de segunda vuelta ha caído a la mitad.
También lo han hecho los goles esperados de media de la Cultural, aunque aquí el retroceso es menor, de 1,24 por partido a 1,16, manteniéndose en unas cifras parejas, como el promedio de disparos: 10,9 en la primera vuelta por 10,7 actualmente. Esto únicamente refleja que ver portería no fue la gran virtud de esta Cultural en su mejor tramo de temporada y ahora tampoco ha sufrido una caída notable en sus datos en este área, a excepción de lo más importante, el gol.
En resumen, ¿cuál es el problema de la Cultural? Ahora mismo, son muchos, variados y en todas las líneas. La crisis de resultados del equipo de Raúl Llona se entiende desde varios prismas, desde varias área y el tramo de seis partidos sin ganar de equipo leonés no es una casualidad, sino una causalidad de sus números estadísticos.
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