Sin embargo, el gesto se les enturbia al rememorar la eliminatoria en la primera ronda del torneo del KO que disputaron en 1961, con ida en León. «No pasé más frío jugando en mi vida», atestigua Luis Martínez. «Ganamos 2-4, pero fue un partido muy accidentado porque además del tremendo frío que hizo el campo estaba embarrado y algunos jugadores de la Cultural Leonesa se sobrepasaron un poquito con nosotros, algo lógico al tratarse de un equipo de inferior categoría. Nos hicieron muchas 'marranadas' y nosotros también entramos en esa dureza», comenta José Mingorance. «¿A ti no te echaron?», interviene Luis. «No, no lo hicieron pero debieron haberlo hecho, porque le di un codazo a un delantero que nos buscaba mucho las cosquillas», le responde. «Tanto ese como la vuelta, en Los Cármenes, fueron partidos muy feos de los que no gusta jugar, y mucho menos recordarlos luego», reconoce el zaguero.
«Allí no me quiso poner el entrenador, pero recuerdo que fue impresionante cómo llovía y nevaba incluso. Ganamos con mérito en un campo muy encharcado, tiramos de fuerza porque el balón no corría casi, la mayoría de las veces se quedaba atrás. Sí fui titular en Los Cármenes, donde también fuimos justos vencedores por 3-1», comenta Luis Martínez sobre la eliminatoria con la Cultural. «Aquí nos vengamos un poco y Forneris le hizo una entrada durísima a uno de sus delanteros que le hizo retirarse del fútbol», rescata José Mingorance, algo avergonzado por el fútbol de la época en el que participó.
Aquel equipo dirigido por Heriberto Herrera caería en la siguiente ronda, la segunda, a manos del Real Zaragoza tras perder 5-1 en la ida y empatar 2-2 en la vuelta. «Era el Zaragoza de 'los Magníficos'», apuntala Luis Martínez acerca del memorable conjunto que disponía a Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra en la delantera, y en el que estuvo a punto de recalar pocos años después.
«Me decían que era un jugador muy técnico, que por lo menos intentaba jugar. Partía del extremo pero me acercaba al centro del campo. No me gustaba dar voleones», asegura 'Luisito'. «Nosotros teníamos un buen equipo, con jugadores de mucha calidad. El fútbol de antes te permitía parar la pelota, era más técnico; ahora, no», señala. «Yo creo que antes no había tanta calidad como ahora, al menos atrás; se jugaba del centro del campo en adelante. Yo la mandaba lejos y, a partir de ahí, que hicieran lo que quisieran», aporta entre risas José Mingorance.
Ambos recuerdan con cariño el día que cada uno fue llamado «al club» por el mítico Jeno Kalmar para unirse al primer equipo. «Fui titular contra el FC Barcelona porque había varios lesionados. Recuerdo que marqué a Ramón Alberto Villaverde», apunta Mingorance, natural de Castro de Sanabria, en Zamora. «A mí me llamó para debutar en mi tierra, en Madrid, contra el Atlético en el Metropolitano. Ganamos 0-2, marqué el primero y asistí a Carranza en el segundo», rememora con felicidad Martínez. Desde entonces, en 1959, el Granada no ha vuelto a ganar al Atlético de Madrid a domicilio.
Tanto Mingorance como Martínez dejaron el club en 1962 tras la dimisión de José Jiménez Blanco como presidente del club. El central pasó por Córdoba, Espanyol y Calella; el centrocampista, por Murcia, Mallorca y Valladolid. Regresaron a Granada cuando se retiraron y todavía mantienen la amistad con encuentros frecuentes. Siguen al Granada de Diego Martínez, de quien cree que ha conseguido algo «histórico» desde «la unión con los jugadores». «No deben tener problemas en León; impondrán su calidad», aseguran, aunque ellos ya conocen el frío de aquella tierra.