Nuevo tropiezo de la Cultural lejos del Reino

De nuevo, las cosas no salieron como se esperaba. La Cultural, tras romper la mala racha ante el Arenteiro, llegaba confiada a Tarazona en busca de asestar un gran golpe a sus perseguidores. Sin embargo, el planteamiento no funcionó y los locales supieron anular de principio a fin al cuadro leonés para, a través de una jugada aislada con polémica, llevarse los tres puntos (1-0).

Esta derrota supone una presión extra para los de Raúl Llona, a la espera de que jueguen sus competidores y antes de la jornada en la que el Nástic visitará el Reino de León.

Para hacer frente a este desafío, Raúl Llona dispuso un once plagado de sorpresas. Rodri Suárez fue el encargado de suplir la única baja de Eneko Satrústegui en el centro de la defensa, mientras que también partió de inicio Víctor Ruiz para dar descanso a un apercibido Álvaro Martínez.

El técnico logroñés optó por repetir el trío de centrocampistas que ya funcionó el día del Real Unión y las principales sorpresas llegaron en los extremos. Tanto Luis Chacón -también apercibido- como Pibe se quedaron en el banquillo para dar entrada a Antón Escobar y Calderón.

Con esta alineación condicionada por el contexto de partido que se esperaba, la Cultural no optó por su versión muy presionante en el inicio. Raúl Llona dejó claro en la rueda de prensa previa que lo importante era no encajar y, en este escenario, los leoneses fueron asentándose con el paso de los minutos, buscando la posesión como mejor fórmula para evitar el peligro rival.

Sin embargo, el peligro inicial llegó por parte del Tarazona, que, a través de su juego directo, consiguió anotarse las primeras opciones de adelantarse, aunque sin llegar a poner en apuros a Bañuz. Las condiciones del césped no permitían la consecución de pases, algo a tener muy en cuenta para el devenir del duelo.

El guion fue el esperado, con poco fútbol sobre el Municipal de Tarazona y muchos duelos individuales, principalmente en el lado de Escobar. Poco a poco, los turiasonenses, más acostumbrados a este tipo de contextos, fueron creciendo en ataque, sobre todo por el costado diestro, atacando constantemente a un incómodo Víctor Ruiz.

La presión local ahogaba a la Cultural, hasta tal punto que acabaron consiguiendo su premio. En un balón largo que parecían tener controlado entre Rodri Suárez y Bañuz, apareció Luis Rivas para, tras un empujón sobre el central, provocar la indecisión de ambos hasta acabar quedándose el balón para mandarlo al fondo de la red sin impedimento alguno. El capitán culturalista reclamó la falta, pero el árbitro no consideró punible el contacto.

El gol desbarató los planes del cuadro de Raúl Llona, centrado en no encajar, y le obligó a dar un paso adelante. Los leoneses intentaban avanzar, aunque el Tarazona buscó mantener el ritmo trabado para evitar las ocasiones visitantes. Los problemas se acentuaron en la Cultural cuando Víctor García se vio obligado a abandonar el césped tras un lance del que salió mal parado.

A pesar de que el equipo culturalista intentó acercarse al área de Diego Fuoli, la realidad es que no consiguieron incomodar en toda la primera mitad al meta aragonés. La SD Tarazona, sabedora de que las condiciones no eran óptimas para que los leoneses desplegaron su fútbol, se impuso en actitud para irse por delante al descanso.

La segunda parte comenzó sin cambios en la Cultural, tanto a nivel de piezas como en lo que se refiere al guion. De nuevo, el protagonismo lo volvió a tener el equipo de Juanma Barrero, que mantuvo su presión efectiva para impedir que los de Raúl Llona pudieran sacar el balón jugado.

A balón parado llegaría la más clara para Manu Justo, aunque la ocasión no sirvió de impulso para el equipo visitante. El técnico logroñés se vio obligado a cambiar drásticamente el partido a través de un triple cambio con un aroma muy ofensivo, ingresando a Pibe, Chacón y Artola.

Sin embargo, nada cambió sobre el césped. Más allá de algún intento de Pibe, el único activo en ataque, la Cultural llegó a los últimos veinte minutos sin haber generado peligro a la zaga rival. Cualquier atisbo de remontada pasaba por el costado diestro de Pibe y Lanchi, que intentaron hacer daño a base de centros. Para aprovechar este escenario, Llona agotó sus opciones dando entrada a Ian Martínez para colocarlo junto a Manu Justo.

A pesar de la colocación de toda la artillería ofensiva, nada salió en el tramo final de partido y los centradores no se mostraron acertados. La falta de ideas para hacer daño fue evidente hasta que, finalmente, el Tarazona consiguió mantener su tesoro y quedarse los tres puntos. Nuevo varapalo para la Cultural antes de recibir al Nástic en lo que será un duelo directo por el ascenso en el Reino de León.