Mario Bazán, entrenador de porteros de la Cultural, conversa con Salvi Carrasco durante un entrenamiento. CYDL
Fútbol | Primera RFEF

Mario Bazán, uno de los motivos del gran momento de Salvi

El entrenador de porteros de la Cultural, que guarda una estrecha relación con el meta malagueño, es su gran valedor y parte del 'secreto' del rendimiento del andaluz

Martes, 11 de octubre 2022, 13:39

Detrás de cada figura que sobresale hay un trabajo opaco, sumido en el ostracismo, que explica todo el contexto. Detrás de cada gran actuación hay una persona que no está en el foco principal que tiene un porcentaje grande de la responsabilidad del éxito.

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Si ... hay un nombre que resuena entre el culturalismo en las últimas semanas es el de Salvi Carrasco que, desde la tanda de penaltis ante Unionista en agosto en la Copa RFEF, vive un momento dulce que, cada semana, escribe un nuevo capítulo.

El último se dio ante el Fuenlabrada donde, en un choque sin apenas trabajo para el malagueño, llegó su gran momento: un penalti en contra en el que debía salvaguardar la ventaja que tenía, en ese momento, la Cultural.

Poca fortuna, mucho trabajo

En estos escenarios, la fortuna tiene parte de trascendencia, pero la mayor parte de la importancia se la llevan el aspecto mental y el trabajo previo. Y aquí es donde, para explicar que Salvi Carrasco detuviera el penalti lanzado por Diego – y el posterior rechace que cayó en las botas de Ibán Salvador -, aparece la figura de Mario Bazán.

El preparador de porteros andaluz, que llegó este pasado verano a la Cultural, es uno de los grandes valedores de Salvi Carrasco – y de Anton Matthai – y una de las razones por la que el malagueño acabó en León.

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La labor que no se ve

Y, más allá de eso, es el responsable del trabajo de los porteros, de estudiar cada acción, de elaborar informes sobre los lanzamientos de penaltis de los rivales. Bazán y su ayudante, Wilder Ríos, realizar una exigua labor de análisis y transmisión de información a los porteros culturalistas que se traduce en momentos trascendentes como esa parada.

Así lo expresó, precisamente, Salvi Carrasco en sus redes con un tuit agradeciendo dicho trabajo a Mario Bazán: «Gracias jefe. Sabíamos dónde iba el de los once metros». Porque todos los éxitos tienen diversos padres y el del rendimiento del portero malagueño cumple este dicho.

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