La misma historia de siempre

Cambios y sorpresas en el once de Rubén de la Barrera, que tenía que 'inventar' un nuevo eje defensivo y un delantero. Viti fue el elegido para acompañar a Gianni en el centro de la zaga, con el objetivo de no romper la dupla de mediocentros formada por Mario Ortiz y Yeray. Arriba, el punta no iba a ser Guarrotxena, como se esperaba: Señé haría de falso nueve.

Desde el primer momento, la Cultural mostró una versión que no acostumbra a ser la suya. Sin el balón, que fue monopolizado por el Atlético Osasuna, los leoneses dejaron ver una cara con más oficio y más intención de pillar desprevenido al cuadro local. Eso sí, cuando el balón llegaba a las botas de los de blanco, el guión era el habitual: paciencia, posesión y ataques largos.

Pero lo cierto es que la Cultural sufrió, porque sin balón lo hace. Y este era rojillo. Los osasunistas encerraron a los de Rubén de la Barrera y, si bien es cierto que la sensación de peligro estaba siempre presente, no lograron 'probar' a Jorge Palatsí en los primeros minutos de encuentro. En ataque, la Cultural, con solo dos hombres con capacidad para romper con un desmarque (Moutinho y Guarrotxena), apenas inquietó a la zaga navarra.

Tras una primera media hora sin ocasiones, David Rodríguez fue el primero en mandar un aviso a la Cultural. Dos ocasiones del delantero talaverano, una frustrada por el cruce de Sergio Marcos y otra que acabó con un disparo desviado, fueron el inicio de unos minutos más vistosos para el espectador, con acercamientos y una sensación de peligro mayor.

Señé hizo temblar a la defensa osasunista colándose entre sus dos centrales, ocasión frustrada entre Aridane y Oier, que supieron hacer valer su superioridad física ante el mediapunta culturalista. Respondió Quique, con un disparo cruzado que se fue fuera y, la Cultural trató de golpear de nuevo con una pared entre Señé y Guarrotxena que el vasco, pese a estar en posición ventajosa, no logró finalizar.

Cuando parecía que el empate sería el resultado al descanso, llegó el gol rojillo. Quique, con un magistral libre directo, estrelló el balón en el larguero. El rechace, que cayó en la frontal, fue 'cazado' por Fran Mérida que, con un estupendo golpeo ajustado, adelantó al Osasuna segundos antes de que el árbitro pusiera fin al primer acto.

El descanso parecía haber sentado bien a la Cultural. Más ofensiva y reconocible en su esencia, la escuadra leonesa cambió el esquema, jugando con tres centrales y dos carrileros, en busca del empate. Llegaron más ocasiones y más peligro de color blanco con los primeros disparos a puerta, obra de Señé.

Pero, de nuevo, un error condenó a la Cultural. Los leoneses trataron de sacar la pelota jugada y, un pase entre Viti y Mario Ortiz acabó en los pies de Quique, que asistió a Borja Lasso, futbolista que no perdonó a Palatsí con un fenomenal disparo.

Tocaba tirar de épica. Una vez más, había que desempolvar el manual de la remontada, el de la casta, el de no rendirse nunca. Guiados por un omnipresente y excelso Josep Señé, la Cultural fue a por ello. Fue el catalán el encargado de dar esperanzas al conjunto de Rubén de la Barrera con un violento disparo que Sergio Herrera, pese a llegar a tocar el balón, no pudo evitar que entrara y se convirtiera en el 2-1.

Esta situación ocasionó que el campo se volcara hacia la meta de Osasuna. Un conjunto más ofensivo ante unos rojillos que guardaron la ropa y buscaron alguna contra para cerrar el partido, puso el escenario que le interesaba a los leoneses en el tramo final.

Buendía, al que De La Barrera ya 'levantó el castigo', e Ideguchi entraron ante una Cultural que, viendo que no era capaz de pisar el área osasunista, creó peligro con diversos disparos desde la frontal.

Esto no fue suficiente. Y es que la gasolina de la Cultural y Deportiva Leonesa se fue acabando con el paso de los minutos. Los últimos instantes del choque fueron tensos, pero sin ocasiones. La victoria se quedó en Pamplona en un partido en el que los de Rubén de la Barrera volvieron a demostrar su carácter, pero no fue suficiente para puntuar en Pamplona.