Aarón: «La gran diferencia en el equipo es que esta temporada no hay grupos ni egos en el vestuario»

Ha pasado por casi todos los estados del fútbol, ha llegado a pensar que su momento no llegaría e, incluso, en colgar las botas. Pero años después de mucha formación, esfuerzo y sacrificios, el momento para Aarón Piñán (1997) ha llegado. El leonés volverá a dar presencia a su tierra en el equipo de su ciudad, la Cultural y Deportiva Leonesa, después de haber demostrado que tiene nivel para la categoría.

Después de una temporada complicada, donde pasó por un valle tras quedarse sin hueco en el primer equipo y 'colgado' en la primera mitad del curso, y un pico, como fue la cesión en el Coruxo donde rayó a gran nivel, vuelve a casa.

De la mano de un entrenador al que conoce bien – y que le conoce a la perfección – asalta el primer equipo con desparpajo, con ganas de demostrar su nivel y con la ilusión de no ser el único leonés, el único jugador de la casa, en la primera plantilla de la Cultural y Deportiva Leonesa.

¿Cómo afrontas la temporada? Parece que, al fin, será jugador del primer equipo a todos los efectos

Eso parece, al fin voy a tener ficha en el primer equipo. Tengo muchas ganas y estoy muy ilusionado. Además, veo al equipo bien, con mucho hambre. Quizá no tenga la calidad y los nombres de otros años, pero sí que me da buenas sensaciones lo que veo en el día a día.

¿Qué supone estar en el primer equipo para un jugador de León?

Es una pasada. He llevado incluso el brazalete de capitán y es algo que no soy capaz de expresarlo. He sido aficionado de la Cultural, he viajado a ver partidos a domicilio con este rol y ahora me veo aquí, entrenando y jugando para defender este escudo, siendo uno más y, además, con la oportunidad de llevar el brazalete. Es un sentimiento difícil de explicar, pero así es el fútbol, que lo puedes disfrutar de muchas maneras. Es una pasada representar, como leonés que soy, a la Cultural.

El hecho de llevar el brazalete en estos partidos de pretemporada, ¿fue algo realmente importante o algo anecdótico?

Para mí supone bastante, es una responsabilidad y el hecho de que Ramón [González] me haya tenido en cuenta ya es gratificante. Pero ser capitán no sólo es portar el brazalete, también supone mucha responsabilidad tanto dentro como fuera del vestuario y tener que dar la cara por compañeros y miembros del cuerpo técnico. Lo agradezco y lo haré con orgullo.

Imagino que esta es la oportunidad que estaba esperando...

Es que el fútbol en León es muy complicado. Cuando acabé mi etapa juvenil, el Júpiter estaba en Preferente y el equipo de la categoría en Liga Nacional. Ahora, los juveniles tienen el Júpiter en Tercera, que te ayuda mucho a dar el salto al primer equipo, algo que a mi me ha costado unos años. Es más, en mi etapa en La Virgen hubo unas semanas en las que quise dejar el fútbol. Al final, conllevaba muchas horas, ganaba poco dinero y estaba estudiando, pero me di cuenta de que el trabajo y el sacrificio tienen, al final, recompensa. Llegué a la Cultural, empecé a entrenar con el primer equipo y adquieres, en ese día a día, un nivel superior que te fuerza a creerte que puedes llegar. Por fin, ha llegado el momento.

Habla de esos días en los que pensó en dejar el fútbol, ¿qué le animó a continuar?

Sobre todo, mis padres y mi hermana, que siempre me han ido a ver jugar partidos, y mis amigos. Me dijeron que no podía dejarlo, que valía para esto. En la vida, y en el fútbol también, claro, hay malas rachas y ahí la pasé. También me ayudó mucho mi entrenador entonces, Roberto Carlos, que me animó y me pidió que siguiera. Confié en todos ellos y les hice caso, son la gente que estuvo en las malas y hoy puedo decir que estoy donde estoy gracias a ellos.

Habla de malos momentos. ¿Cómo vivió el final del mercado del pasado verano, cuando se quedó sin equipo en las últimas horas antes del cierre del mismo?

Fue muy complicado, la verdad. Esas últimas horas de mercado fueron críticas, porque me veía sin equipo y metido en un embolado. Fue todo muy rápido, y no sabes qué hacer, porque estaba en shock: había hecho una buena pretemporada, estaba integrado y pensaba que iba a quedar en la Cultural, pero hay una decisión técnica, que tengo que aceptar, que es que no cuentan conmigo, pero me quedé tirado. Fue medio año duro hasta la cesión al Coruxo y estuve varias semanas lesionado también porque, siendo sincero, no quería venir, no me apetecía entrenar y, si no estás a gusto, no salen bien las cosas. Son momentos en los que hay que tener fuerza para seguir porque en el fútbol no todo es bonito, es más, hay más momentos complicados que buenos, aunque desde fuera se pinte que todo es maravilloso. Y, también por eso, hay que disfrutar de todo lo bueno y valorar momentos como el que estoy viviendo ahora.

La cesión al Coruxo ha tenido una gran importancia en su carrera

Tanto para mi carrera deportiva como para mi vida personal. Desde el primer día tuve minutos y me sentí importante, algo que en la Cultural no me sucedía y, si estás cómodo y feliz, las cosas salen bien. Estoy muy agradecido al Coruxo, donde me trataron genial, como a un hijo. Fue sólo media temporada, pero en la que he aprendido mucho y que me ha dado un nivel de confianza muy alto.

Llega de nuevo a la Cultural y se encuentra con su entrenador en el filial, Ramón González. ¿Qué le ha pedido?

Ramón y yo nos conocemos, él a mí y al revés, y todos sus entrenamientos me son familiares. Desde el primer día, me ha dicho que sea yo mismo y que tendré mis oportunidades y, ante todo, que en el fútbol hay rachas y muchas rotaciones, habrá momentos para todo. Yo quiero estar en la Cultural y ser importante. Ramón me ha dado esa confianza que, hasta ahora, nadie me había dado aquí y se lo agradezco.

Se lleva varias temporadas hablando de la ausencia de leoneses en el primer equipo de la Cultural, pero esa mala racha se rompe. ¿Se ve liderando una vuelta a la 'leonesización' del equipo?

Ojalá, estaría encantado, pero no sólo por mí, sino por ver a gente de León, de la casa, que tienen valía y calidad. A algunos les queda todavía, acaban de salir de la edad juvenil, pero creo que en los años que vienen no nos llamará la atención que haya un leonés en la Cultural porque será un equipo de mucha gente de León.

¿Qué le diría a la afición para arropar a estos jugadores de la casa en el primer equipo?

Ante todo, que apoyen. Para un jugador, sea de la casa o no, es complicado hacerlo bien sin ese apoyo. Tener un partido malo y no sentirte arropado es un momento difícil porque, al final, somos personas y no máquinas. Pero, siendo leonés, pido un plus de paciencia. Somos jugadores de la casa, que tenemos, quizá, más presión, porque nos van a exigir más. Lo resumiría en apoyo y paciencia.

Y respecto al equipo, ¿qué sensaciones le está dejando?

Veo un cambio en el equipo, en la plantilla, porque noto que somos un grupo formado por personas con ganas de pasar horas juntos. Estamos todos felices y enchufados, y eso es lo más importante porque, si tienes un buen grupo, todos van a dar el máximo por el compañero. Este año sí que lo veo, nos llevamos bien todos con todos y no hay grupos ni egos como en otras temporadas, esa es la gran diferencia. Estamos ilusionados, con muchas ganas de que empiece ya la competición.

Y, ¿hasta dónde puede llegar este grupo?

Lo iremos viendo, nadie de nosotros es adivino (risas). Hemos visto en esta categoría equipos que no son punteros ascendiendo y otros con plantillas con grandes nombres y mucho presupuesto no logrando sus objetivos. Volvemos al inicio: si no logras conjuntar un gran grupo, no vas a alcanzar las metas que te propongas.

Después del mal final de temporada el año pasado, con cinco derrotas consecutivas, ¿cómo de importante va a ser empezar bien este año?

Es obvio que siempre gusta empezar bien y que te da ese plus para seguir creyendo en ti mismo y esa confianza para creer que puedes ganar a cualquiera. Pero hay veces que las cosas no salen como quieres. Además, los equipos de Ramón González no suelen empezar bien, aunque no tiene por qué arrancar mal esta temporada, pero los inicios no son fáciles, menos aún con una plantilla prácticamente nueva. Siempre vamos a dar la cara, eso está claro, y la temporada es larga. Pido paciencia a la grada, que nos sigan animando y que estemos unidos como club y afición.

Da la sensación de que el equipo es algo más vertical esta temporada

Sí, de hecho, hay varias incorporaciones como Álvaro Juan, Ketu o Nahuel que son perfiles similares a mí, de tener el balón e irnos para arriba, al ataque, que es como nos divertimos. Pero a Ramón González siempre le ha gustado ser vertical cuando toca serlo y he notado un cambio en esa idea respecto a temporadas pasadas.

Con Ramón González en el banquillo, ¿la puerta para los canteranos está más abierta?

Yo creo que sí y que, tengan o no ficha en el primer equipo, veremos algún jugador más de la casa en la Cultural. A Ramón [González] le gusta mirar para la cantera y lo va a hacer, es un entrenador que no se casa con nadie. Sabe que los jugadores de la casa van a rendir, que pueden tener más o menos calidad, pero que nos vamos a dejar el alma por este escudo. No tengo dudas de que va a tirar de la base.

Por último, ¿ha soñado con marcar el gol del ascenso?

Es algo que he hablado en ocasiones con mis amigos y, la verdad, no sé cómo reaccionaría, que haría, me volvería loco. Sí, lo he soñado, porque creo que si visualizas las cosas y crees en ellas, se pueden dar. Me daría igual quien lo marcara, pero que llegase ese gol, pero si soy yo lo disfrutaría con la afición y toda la ciudad. Sólo de pensarlo, se me pone la piel de gallina.

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