A dormir en disposición de soñar

La pelicula fue la de las últimas semanas en el Reino de León. El desenlace, un tanto más ilusionante. La Cultural y Deportiva Leonesa ha logrado vencer de nuevo en un Reino de León, que empieza a asemejarse a una fortaleza, al Arenteiro (1-0) en otra muestra de dominio, autoridad... pero falta de pegada.

Solo Dorian, en una jugada con hasta tres remates, encontró el gol de una Cultural que genera y genera, que llega con asiduidad, pero a la que le falta poner la guinda al pastel. Aun así, con esa falta de mordiente en el área, el culturalismo se va a dormir soñando: el equipo está, de forma momentánea, en puestos de playoff. Y todo ello antes de un derbi.

Llona no introdujo excesivos cambios en el once, utilizando el 'equipo de casa', con Álvaro y Bicho en la alineación, además de un Martín cada vez más protagonista.

Y eso fue en lo que se convirtió la Cultural: en protagonista, sin ningún atisbo de duda. El equipo leonés se hizo con el control del partido en base a una posesión casi tiránica y constantes internadas por banda.

Con Álvaro haciendo prácticamente de extremo, permitiendo a Aarón Rey actuar como una especie de segundo punta, y Calderón siendo un puñal, constante, por la derecha, la Cultural hizo daño, envió multitud de centros... pero faltaba el remate.

La autoritaria versión de la Cultural, que quería irse a dormir en playoff, adolecía de capacidad de remate pese a un voluntarioso Dorian, que luchó contra todo y contra todos por cada balón. El ecuatoguineano la tuvo en un córner, pero el balón quedó 'enredado' entre su cuerpo y el de uno de los defensas.

El volumen ofensivo de la Cultural era ingente. Aarón Rey la tuvo pero, en su línea de infortunio en el remate, empaló de forma defectuosa un gran centro de Calderón. Minutos después volvió a tenerla, en el otro perfil, también con un disparo fallido.

Pero parecía una cuestión de tiempo. Porque el control de la Cultural era incuestionable, sus méritos para adelantarse estaban fuera de toda duda y el Arenteiro, más allá de dos salidas rápidas que no inquietaron en exceso, apenas expuso argumentos ofensivos sobre el Reino de León.

Bajo la batuta de un Bicho que volvió a estar brillante en la organización de juego, siendo capaz de mejorar cada jugada, y escudado por un Barri de trabajo silencioso y un Martín con mayor capacidad para llegar desde segunda línea, la Cultural seguía empujando, pero no remataba.

En una acción trabada en la que, por coraje, Barri se llevó hasta tres duelos, el balón cayó en los pies de Dorian, que chutó con potencia y su disparo se fue alto. Sería, sin saberlo, el prolegómeno de su premio.

En la enésima internada por banda de Álvaro, el castellonense envió un centro raso a Calderón que el extremo estrellón contra la defensa. Bola extra para la Cultural, puesto que el rechace le caía a Aarón Rey que, esta vez sí, disparaba con potencia y preción, pero se topó con una gran intervención del meta visitante, Diego García. Pero ese rechace cayó en los pies de Dorian que, ahora sí, colocó el 1-0, un gol de insistencia y méritos.

En el final de la primera mitad, la Cultural volvió a tener algún acercamiento, especialmente por los costados, su autopista hacia el gol, pero se llegó al descanso con el 1-0 y la sensación de estar haciendo bien el trabajo, a falta de plasmar en ocasiones el incuestionable dominio del partido que estaba teniendo.

El Arenteiro trató de tomar la iniciativa del partido tras el paso por vestuarios y, tras unos minutos en los que sí tuvo con claridad ese dominio, el choque pasó a estar más igualado, mucho más equilibrado que en la primera mitad.

Lo positivo de este escenario para los de Llona era la mayor posibilidad de disponer de contragolpes. Así, en una anticipación, Barri montó una contra con la colaboración de Dorian que el propio mediocentro finalizó con un disparo demasiado cruzado.

Con la entrada de Samanes, Llona trató de aprovechar más esos espacios, mientras daba más solidez al equipo con Kevin Presa en unos instantes donde el partido estaba más roto, era más de ida y vuelta y la frescura y la potencia podían marcar la diferencia.

Con el paso de los minutos, esas mayores posibilidades que la Cultural tenía en su banquillo comenzaron a imponerse y el partido volvía a ser blanco, con opciones para matar el encuentro, para sentenciar. Pero los de Llona no eran capaces.

Tuvieron más opciones, siendo la más clara un robo de Calderón que propició un dos para uno en el que el extremo albaceteño eligió mal. La Cultural no sufría ante un Arenteiro, eso sí, voluntarioso, pero tampoco fue capaz de cerrar el partido.

Y eso hizo que los de Llona sufrieran, porque le hicieron ver a los gallegos que tenían opciones. La tuvo el conjunto gallego con una acción dentro del área en la que Iván Ramos se hizo espacio para disparar, pero la milagrosa pierna de Rodri apareció para evitar el peligro.

El Arenteiro acabó presionando, con más corazón que orden, pero encogiendo este mismo órgano al culturalismo que, en un partido bastante completo de los suyos, estaba sufriendo para sacar adelante la victoria.

Aun así, lo lograron, evitando que Bañuz tuviera excesivo trabajo en los minutos finales. La Cutlural ganó, 1-0, padeciendo esa falta de pegada que le ha privado de estar en una posición más alta pero que sí le permite irse a dormir en puestos de playoff. Y soñar, porque motivos para ello hay.

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