La Cultural limpia su imagen pero vuelve a sufrir por sus despistes defensivos

El partido de Santander estaba en la retina. Era evidente en una Cultural que no quería repetir esa pesadilla, que no quería volver a vivir esa impotencia. La solución la pusieron los propios jugadores, saltando a Riazor con una actitud muy distinta, más intensidad y más capacidad de protagonismo.

Los leoneses quisieron dominar al Deportivo, con Solís y Sierra controlando el centro de campo y Ketu ofreciendo sus mejores minutos de la temporada, con actividad, valentía y velocidad por su costado. En una acción del camerunés llegó la primera ocasión, que finalizó Álvaro Juan con un disparo a las manos de Mackay.

Esa buena salida de la Cultural estaba gustando a la afición leonesa, a los en torno a 100 culturalistas en Riazor, con unos minutos poco vistos esta temporada en la que los de Curro Torres querían el balón, lo movían de lado a lado y le metían ritmo.

Pero el Deportivo no se vino atrás. Los coruñeses también pusieron intensidad y ritmo a un partido que fue bonito, con alternativas y donde la Cultural alternaba la verticalidad con los ataques posicionales, llegando mucho por los costados pero sufriendo para encontrar a Obolskii en situaciones de ventaja.

Por otro lado, en defensa no sufrió en exceso en estos primeros minutos, donde Miku o William apenas tuvieron ocasiones. Los de Borja Jiménez fueron creciendo con el paso de los minutos ante una Cultural que iba perdiendo fuelle y donde su buen inicio se iba apagando.

Como si de vasos comunicantes se tratasen, a la par que los de Curro Torres se apagaban, los blanquiazules crecían un poco más. Pero lo cierto es que no necesitaron mucho para marcar. En una jugada por banda que Sotres no despejó bien, a la corona del área, Quiles recogió el balón y, sin oposición, se giró y disparó para anotar el 1-0.

El buen inicio culturalista no tenía premio, se encontró de nuevo con una nueva dosis de insuficiencia defensiva y se topó con un gol en contra que hizo daño. La Cultural, sin embargo, mostró orgullo y amor propio y trató de levantarse.

El Deportivo no dejó a los leoneses reaccionar y rebelarse en estos minutos finales de la primera mitad, donde el ímpetu culturalista se encontró con el orden coruñés para irse al descanso con ventaja local.

El descanso sentó bien a la Cultural que, en la cabeza de Obolskii en una falta lateral, envió el primer aviso a un Deportivo que, como en la primera mitad, dejó el protagonismo y el peso del partido a los leoneses mientras buscaban la velocidad para sorprender con sus extremos.

Tras esa salida dubitativa de los coruñeses, el conjunto gallego volvió a crecer y frenó esa buena vuelta de vestuarios de la Cultural, amenazando con una ocasión de Miku que Sotres envió a córner.

La Cultural tenía fe y creía. No era, mentalmente y actitudinalmente, el equipo de otras tardes. Nahuel apretó a Lapeña después de que el central ganara un balón largo y le robó la pelota, encarando el área y cediendo para un Obolskii que, a puerta vacía, empató el choque.

Pero las alegrías en la Cultural son efímeras por naturaleza. El chute emocional en el equipo leonés tiene un extraño efecto negativo y, en la siguiente jugada a la del gol de Obolskii, William rebasó a un Fran Cruz que, superado, derribó en el área al brasileño. Penalti y expulsión por doble amarilla del andaluz para que Quiles, desde los once metros, devolviera la ventaja al Deportivo.

Ahora todo parecía más encaminado a la épica, a una película de Hollywood donde el bueno siempre gana, que a algo palpable. Con uno menos y el mazazo del gol, los argumentos en la mano de la Cultural eran escasos y uno era Solís, que lo intentó desde fuera del área con un disparo que se fue alto.

Por su parte, el Deportivo buscaba la sentencia. No quería otro susto como el del empate de Obolskii y con William, que recuperó la confianza con el penalti provocado, empezó a generar más y más acciones por esa banda, bien frenado, sin embargo, por Mangana, aunque la gran ocasión la tuvo Miku en una falta lateral en la que se hizo grande Sotres.

Fueron minutos de intentarlo, de un enorme desgaste físico y de correcalles. En un córner, el balón se quedó muerto en el área deportivista, pero nade logró rematar. Aun así, la Cultural consiguió crear una sensación de cierto peligro en portería rival mientras que los gallegos amenazaban al contragolpe.

Curro Torres arriesgó en los minutos finales, con cambios ofensivos y una defensa de tres, con Solis y Nahuel como teóricos carrileros y muchos hombres en el centro del campo para intentar tener oportunidades en el tramo final.

La tuvo Percan, yéndose de su par por velocidad y ocasionando un córner en unos minutos en los que los leoneses dominaron el centro del campo ante un Deportivo al que el balón no le duraba nada y donde los de Curro Torres lo intentaron hasta el final.

Aun así, la victoria se quedó en La Coruña, pero con una imagen de la Cultural mucho mejor que en ocasiones anteriores. Era lo que se le pedía al equipo, que compitiera y que diera la cara y, pese a que no hay botín en forma de puntos, ha habido una notable mejoría.