Solo los penaltis rompen el sueño de una Cultural histórica

Casi continuando con la gran imagen con la que la Cultural cerró su eliminatoria ante el Atlético, los de Aira salieron convencidos de dar otro campanazo. Las primeras ocasiones fueron blancas, con una propuesta de partido muy clara: darle el balón al Valencia, resguardarse y salir rápido a la contra.

La primera oportunidad llegó en un córner que Iván González cabeceó picado y Doménech, con dificultades, atrapó. Poco después, centro de Araújo se paseó por el área. Fueron los avisos previos de una Cultural que tuvo la más clara en las botas de Augusto. Un centro del brasileño tenso y potente se envenenó y acabó en el poste de Doménech. El primer gran '¡uy!' había sonado en el estadio.

Los leoneses jugaban con un 4-2-3-1 en ataque, pasando a un 4-4-2 en defensa, con Gudiño y Augusto a la altura de los mediocentros. El Valencia fue creciendo poco a poco, incidiendo por la banda del debutante Araújo que se enfrentaba a la mayor amenaza ché, un Ferrán Torres que apareció en ocasiones contadas, pero todas ellas con peligro.

El Valencia fue creciendo tras estos primeros escarceos ofensivos de la Cultural y en un error de Éric Montes en la salida de balón tuvo su primera gran ocasión. Ferrán Torres encaró el área, puso el balón atrás y Aitor, de forma heroica, le arrebató el remate a un Gameiro que ya se relamía.

Sufrió la Cultural y mucho, ante un Valencia dominador y autoritario. Los de Celades tenían la pelota, la tocaban y la tocaban mientras Soler y Kang In lanzaban desmarques de ruptura que, eso sí, estaban siendo bien neutralizados por Virgil e Iván González, atentísimos a estos movimientos.

La primera mala noticia para la Cultural llegó en el ecuador de la primera mitad cuando Augusto, en un choque con Diakhaby, se lastimó el hombro, lo que le obligó a ser sustituido por Dani Pichín. Esos momentos de dominio valencianista tan claro pasaron para dar lugar a un partido más igualado por unos instantes, hasta el tramo final de la primera mitad, donde el cuadro ché volvió a someter a la Cultural.

En una jugada rápida, el Valencia rozó el gol. De nuevo Ferrán Torres y, de nuevo, un pase atrás, fueron el origen de todo. Virgil lo cortó, con Lucas Giffard ya batido, pero se relajó y el rechace a su despeje colisionó en Thierry, pero el balón se fue por encima de la meta. Llegó el descanso, más que necesario para una Cultural que había corrido mucho detrás de la pelota.

La segunda mitad comenzó con una clara ocasión de Kondogbia en un córner que, solo en el segundo palo, se topó con el cuerpo de un imperial Antonio Martínez, que se multiplicaba para estar en todos lados. El choque pasó a ser más trabado y la grada empezó a tomar mucho más protagonismo. Las decisiones arbitrales que, en casos de duda, siempre se decretaban a favor del Valencia, crisparon a una grada que jugó su particular 'partido' con el trío arbitral.

Durante unos minutos, no pasó nada. Las interrupciones no favorecían a la Cultural, que no encontraba ese impás en la transición valencianista para montar su contraataque, pero el Valencia tampoco encontraba esa continuidad en su juego para derribar la muralla levantada por los leoneses y su 'arquitecto', José Manuel Aira.

Las faltas siguieron y siguieron, especialmente de una Cultural que comenzaba a desesperarse con algunas decisiones de Pizarro Gómez, pero la primera amarilla fue para el Valencia, que entró en este juego al que los de Aira le estaban invitando a participar.

Aun así, el único equipo con bagaje ofensivo estaba siendo el Valencia. La entrada de Maxi Gómez dio mayor presencia en el área a los de Celades que, con el uruguayo, enviaron más centros a la zona de peligro y jugaron más balones de espalda a meta con su 'nueve'. Eran minutos para que los centrales demostrasen que estaban teniendo una tarde inmensa.

No fueron minutos de asedio ni ocasiones para el Valencia, pero quien sí la tuvo fue la Cultural. A la contra, su especialidad, Pichín ganó la carrera a Thierry, centró y apareció Benito para rematar de primeras. Una gran intervención de Doménech evitó el gol, el rechace cayó de nuevo en el delantero 'blanco' y ocasionó un nuevo córner para los de Aira.

Aguantó la Cultural de forma estoica los 90 minutos sin encajar, sin perder. Una nueva prórroga y una nueva demostración de carácter y superación se estaba viviendo en el Reino de León. La historia esperaba a los de Aira.

De nuevo, como en la segunda mitad, avisó primero el Valencia. Gameiro, en una gran jugada de los 'ché', amenazó la esperanza culturalista con un centro que no encontró rematador por que Aitor, providencial una vez más, interpuso su cabeza entre Maxi Gómez y el envío del delantero galo. Respondió Gudiño, con un disparo flojo que atrapó sin problemas Doménech en un partido en el que comenzó a haber más llegadas, especialmente de lado visitante.

Pero la Cultural la volvería a tener. La más clara del partido fue para Luque tras un pase de cirujano de Sergio Marcos que dejó solo al cántabro ante Doménech y, al contrario que anteriormente Gudiño, optó por la potencia y no por la colocación. El balón, cuando la afición festejaba el gol, se topó con el larguero. No había dejado de sufrir la Cultural, pero había enseñado sus garras de león, con las que podía hacer daño a todo un Valencia.

Solo faltaba una figura por aparecer. Lucas Giffard, apenas activo durante el partido, hizo acto de presencia cuando se le requirió. En un centro lateral del Valencia, ya en la segunda mitad de la prórroga, tras no encontrar rematador, el balón se acomodó en los pies de Ferrán Torres que, con potencia, disparó a puerta pero apareció el 'gato francés' para levantar al público y evitar el gol 'ché'.

El joven canterano valencianista fue el que se echó el equipo a la espalda. Ahora sufría la Cultural con el paso adelante de los de Celades liderado por este gran jugador que, en una cabalgada por la frontal, acabó rozando el tanto con un potente disparo que se fue desviado. Eran minutos de agobio en el área leonesa, que sufría un asedio levantino donde los de Aira achicaban agua, pero apenas retenían el balón para poder tomar aire.

Extremo. Así fue el sufrimiento con un Valencia volcado y una Cultural donde el corazón y la cabeza iban más rápido que las piernas. En un fallo generalizado, el balón quedó muerto, en el corazón del área, para Maxi Gómez que, con todo a favor, se encontró con el cuerpo de Virgil.

Con todo esto se llegó a los penaltis. Eran el talón de Aquiles de esta temporada de la Cultural, esas jugadas que tanta incertidumbre han generado en la afición leonesa. Y, de nuevo, fueron una condena para los de Aira. Menudo y Sergio Benito se encontraron con un gigante Jaume Doménech en los dos primeros lanzamientos y, aunque Pichín y Éric Montes anotaron los dos siguientes, el Valencia no falló y se metió en cuartos de final.

La Cultural puso así punto y final a una Copa del Rey histórica, donde le miraron a la cara a dos equipos Champions como Atlético y Valencia, derrotando a uno de ellas y obligando a llegar a la lotería de los penaltis a los otros. La afición tributó a los jugadores de Aira una ovación para recordar, a la altura de la gesta que han logrado y de la mayor que tan cerca han tenido.