Los errores vuelven a condenar una Cultural a la que se le resiste la victoria

Después del traspié de la primera jornada y sabedor de los puntos fuertes de Unionistas, Ramón González apostó por un cambio de sistema. Con la ausencia de Castañeda y la baja de última hora de Ander Vitoria, tocado en el último entrenamiento, el técnico manchego realizó cinco cambios en el once, dando la alternativa, entre otros, a Rodri, en la defensa de tres.

El inicio de partido no dio la razón al cambio de sistema de Ramón González. En el primer ataque salmantino, Galas no acertó a despejar un balón al área, dejando la pelota franca para que Pablo Espina, uno de esos jugadores que tiene una relación especial con el gol cuando juega ante la Cultural, marcara el 1-0.

El choque no podía empezar peor. Los fantasmas del partido ante el Rayo Majadahonda y las dudas en defensa hicieron acto de presencia con el caos de esa primera jugada en la que la Cultural volvió a regalar un gol en contra. Sólo algo paranormal podía cambiar esa tendencia, esa amarga sensación. Y para ello, como si el brazalete de capitán le diera poderes especiales, Aarón Piñán se inventó, dos minutos después, un golazo desde más allá del centro del campo para poner el empate y dar aire a los leoneses. El equipo no estaba en la lona.

El choque se igualó en este momento. Las revoluciones, tras este inicio frenético con dos goles en cuatro minutos, bajaron notablemente y ambos equipos buscaron llevar el control del choque y dominar el centro del campo. Ninguno de los dos contendientes ganaba esta batalla, con una Cultural que, a raíz del empate, empezó a ganar en seriedad defensiva, sin recibir apenas ocasiones.

En ataque, apenas se acercaba al marco de De La Cruz, sólo cuando Aarón hacía gala de su osadía para dibujar desmarques o inventar regates que daban un aire distinto al partido. El leonés aprovechó un buen envío de Obolskii para tratar de marcar el segundo pero la vaselina que intentó se le fue alta.

La Cultural parecía tener más balón, más posesión, y que quería intentar algo más, pero sin encontrar la vía para conectar con Obolskii en el área. Con Aarón y Álvaro Juan con total libertad para sacar de posición a la defensa de Unionistas, las soluciones no llegaban para un equipo que quería tirar de paciencia en su primera salida del curso.

El gol acabó llegando en una suerte esquiva en los últimos años para esta Cultural. Aarón botó un gran saque de esquina al corazón del área donde otro canterano, otro leonés, otro culturalista de cuna como Rodri, que debutaba este domingo en la categoría, remató, con potencia y pie en el suelo, para poner el 1-2.

Con el marcador a favor, la Cultural dio un paso atrás, en parte buscado y en parte forzado por un Unionistas que tenía que buscar algo más, que tomar las riendas del choque para tratar de dar la vuelta al resultado adverso.

Los de Ramón González mostraron un buen nivel defensivo en estos minutos, sin sufrir excesivas ocasiones y buscando a la contra, con un Aarón repleto de confianza, rematar la faena. Llegó el descanso y la Cultural se iba por delante en el marcador liderada por la gente de la casa, por dos canteranos como Aarón y Rodri.

Tras el paso por vestuarios, la Cultural salió con una idea distinta. Los de Ramón González intentaron tener la pelota, hacer correr a su rival e imprimir desgaste a un Unionistas que no estaba de acuerdo con este guión de partido y trató de evitar que los leoneses implementaran este plan de juego.

Como en la primera mitad, las ocasiones no se sucedían. La primera la tuvo, de nuevo, Aarón, con un disparo desde la frontal del área que se fue lamiendo el poste. Unionistas tomó las riendas del partido, escenario en el que no estaba incómoda una Cultural que aguardaba espacios a la espalda de la zaga salmantina para sentenciar.

Tras un triple cambio, la Cultural encontró cierto oxígeno y un contragolpe que dirigió Aarón y finalizó, tras un rechace, el recién entrado Alberto Solís con un disparo que atrapó De La Cruz.

Lo cierto es que los leoneses estaban logrando algo que les ha pasado en muchas ocasiones en contra: con el marcador en contra, pasaba poco o nada en las áreas, en un partido trabado, con muchas interrupciones con escasa continuidad.

Apretó aún más Unionistas, que sabía que las banda eran su pasaporte al peligro, renovándolas por completo con los cambios en busca de oxígeno y frescura de ideas por los costados ante una Cultural que, pese a ello, estaba mostrando un buen nivel en defensa.

Ese empuje salmantino forzó un nuevo error en defensa de la Cultural que, de nuevo, iba a conceder un gol a su rival por un fallo propio. Sotres no fue capaz de despejar un córner, dejo el balón muerto y Rayco, a placer, puso el 2-2 que deó un mal sabor de boca a los leoneses.

Ambos conjuntos buscaron el gol de la victoria tras el tanto salmantino, pero con ciertas reservas. Los locales empujaron más en los minutos siguientes, y Rodri salvó un remate claro de Espina a centro raso de Jorge Mier.

También la tuvieron los leoneses, con un Ketu que dio energía a los contragolpes leoneses. Pero la más clara para el conjunto culturalista fue para Jon Ander en una falta lateral que no pudo rematar entre palos.

Con tensión y ocasiones para ambos, pero mayor empuje de Unionistas, se llegó al final del partido. La Cultural sumó su primer punto de la temporada (2-2) que, en teoría, debería ser considerado bueno, pero el regusto que deja no lo es: dos errores han condenado, una vez más, la victoria leonesa.