Todo es más fácil con Dioni

El primer once de David Cabello no arrojó grandes sorpresas, pero sí el del Sporting B, lastrado por las bajas en defensa, que no colocó ningún central natural en su alineación, posicionando, en defensa de tres, a dos laterales y un mediocentro.

Desde el inicio se vio la propuesta de la Cultural. Advertía Cabello que en Mareo no se vería la versión de la Cultural que desea, que proyecta, en la que trabaja. Para ello necesita más tiempo. Pero sí sería un equipo con garantías para empezar la temporada ganando.

Y así fue. Desde el inicio, la Cultural mandó, dominó y se hizo con la pelota. Las posesiones leonesas, recordando etapas pasadas, duraban minutos, buscando el resquicio en la defensa rival que acercara el gol. Y, también, se había echado en cara la falta de profundidad de esas jugadas, algo que con Pipo y Kawaya, jugando a banda cambiada, se corregía.

Fue el belga el que, tras un recorte, tuvo el primer disparo peligro. Fue un aviso desde la banda derecha cuando el protagonismo estaría en la otra, con un Pipo que no pudo tener mejor carta de presentación. Tiró una pared con Dioni en la que el murciano picó el balón para el malagueño, que durmió el balón en su pecho y remató a gol en el minuto 8.

La ilusión del culturalismo creció exponencialmente con el gol de su buque insignia y la imagen de un equipo trabajado, solidario y enchufado, exigente y persistente en una presión alta y en bloque que ahogaba a un Sporting B totalmente rendido a los de David Cabello. Solo a balón parado, los gijoneses generaban cierto peligro, pero la Cultural tenía controlada la situación.

Mientras, Pipo seguía haciendo de las suyas. El murciano desbrdaba, una y otra a vez a Enol Coto que, ya amonestado, estaba coartado por esta situación. Pipo estaba siendo el mejor, acompañado por un enorme Castañeda en el lateral izquierdo, pero donde el murciano se convertía en imprevisible con regates, centros, disparos y todo tipo de tretas para desconcertar a la defensa asturiana.

Pese a este contundente dominio, el Sporting B empató. En la primera llegada con peligro, Berto botó una falta directa al palo de Zubiaurre que el meta vasco no pudo detener. El golpeo fue excelente y la tardía reacción del meta leonés cocinaron el tanto del empate.

Era un momento importante del partido. Pese a su excepcional dominio, la Cultural había visto como le igualaban el partido. Tenían que reaccionar y lo hicieron sin tiempo para las dudas. Pipo recuperó un balón en el área rival y ocasionó un penalti que Kawaya, por el lado izquierdo del meta asturiano, transformó en el 1-2.

El guión volvió a la tónica de todo el partido. La presión alta, coral e intensa de la Cultural seguía exigiendo mayor velocidad de circulación y soluciones al filial del Sporting, que no encontraba maneras de generar peligro más allá del balón parado, con el que asedió durante un minuto a los leoneses.

Fue toda la producción ofensiva del cuadro asturiano que, pese a no recibir ninguna ocasión clara más hasta el descanso, se iba con sensaciones muy contrariadas ante una Cultural autoritaria y que quería comenzar el campeonato sumando.

Tras el descanso, el panorama cambio. El intermedio no vino bien a la Cultural y sí al filial sportinguista, que achuchó más al cuadro leonés. Los rojiblancos jugaron mucho más en campo rival y tuvieron una buena ocasión que Sergio Marcos, deslizándose, desbarató evitando que un pase atrás se convirtiera en una oportunidad clara.

Poco a poco, fue reaccionando la Cultural de la mano de Dioni y Pipo. El malagueño se fue por la banda y envió un balón atrás que llegó a Sergio Marcos, que disparó, potente y centrado, a las manos de Izquierdo. Fue un aviso previo a la contra definitiva, comandada por Pipo y finalizada por Dioni, con un disparo cruzado y raso, para poner el 1-3.

Con dos goles de ventaja, la Cultural se relajó una pizca que pudo valer para que los asturianos recortaran distancias. Koné se fue por la banda derecha leonesa y puso un balón al segundo palo que Martín envió alto.

Pero el Sporting B buscaba apretar a la Cultural y tenía que arriesgar para marcar pronto y meter en dudas a los de Cabello. Con esta situación, los espacios en la zaga rojiblanca eran mucho mayores y, de nuevo, Dioni los aprovechó. Kawaya encontró al malagueño, que controló y remató con la diestra a la escuadra de Izquierdo para firmar su triplete.

La Cultural ya estaba totalmente en su salsa con este marcador, momento en el que Cabello dio entrada a Carlos Bravo, que debutaría con el cuadro leonés, en lugar de Kawaya, teniendo, en su primer balón, una buena ocasión con un centro-chut.

José Carlos y Fuentes también debutaron en este partido, donde Dioni vio como el árbitro, por fuera de juego, le anulaba el cuarto en el plano personal en el rechace de un córner, que se marchó con molestias en el tramo final de partido, dejando al equipo con diez. En el añadido, Santamaría recortó distancias para los asturianos en una jugada con ausencia de tensión en la zaga leonesa.

La carta de presentación de la Cultural fue impecable y solo los dos goles encajados en apenas dos llegadas empañan el triunfo. En Mareo, los de David Cabello sembraron la semilla de la ilusión. No hay mayor acicate para soñar que una victoria contundente en el primer partido de campeonato y donde el jugador referente del equipo, Dioni, llena la pila de una confianza con un hat-trick que justifica todo el esfuerzo hecho por retenerle.

Ahora, los leoneses ya piensan en su debut en casa, en el Reino, del próximo domingo (17:15 horas) ante el Numancia, uno de los candidatos a pelear por el liderato del grupo para el que la Cultural ya ha presentado una firme candidatura.