Los penaltis vuelven a romper las ilusiones de la Cultural

El Sabadell, con un Ian Mackay convertido de nuevo en héroe, será finalista tras eliminar en los penaltis a la Cultural. Se adelantaron los catalanes, remontó el cuadro leonés en una gran segunda mitad y volvió a empatar el cuadro arlequinado. En los penaltis, Mackay detuvo dos penaltis seguidos para romper el sueño de León y empujar el de Sabadell.

Aira leyó el partido de inicio a la perfección. Los carrileros del Sabadell iban a subir, para lo que el técnico leonés incluyó en el once a Pichín y Kawaya para aprovechar los espacios, a lo que se suma la gran novedad de la alineación, dos delanteros en punta – Dioni y Héctor Hernández – para ejercer una presión alta que dificultó los primeros minutos al cuadro catalán.

La Cultural fue superior en los primeros compases. Pese a no generar una gran ocasión de peligro, ya que los acercamientos se quedaron en un disparo desde la frontal de Pichín y un centro sin rematador de Kawaya, el timón del choque era blanco ante un Sabadell que esperaba una oportunidad para reaccionar o un balón que su gran aval, Édgar Hernández, cazara.

Esa oportunidad llegó pronto. A balón parado, con un doble error culturalista, el Sabadell se puso por delante. En una falta escorada, donde Kawaya se separó de la barrera, Querol disparó al palo corto donde Leandro no llegó, esperando el centro. Los de Hidalgo se ponían por delante y los fantasmas de 2009 sobrevolaban de nuevo al culturalismo.

Fueron diez minutos de dudas, de nervios, de darle vuelta a la cabeza. Poco a poco, la Cultural intentaba reconducir la situación, mientras que el Sabadell, con Iván González ya amonestado, buscaban una y otra vez a Édgar Hernández, que siempre se emparejaba con el de Parla en los balones largos para ganar siempre esa batalla.

Por otro lado aparecía Aarón Rey. Veloz, astuto, impredecible, el gallego fue un tormento para la defensa culturalista. Cayendo una y otra vez a banda, generó peligro e incertidumbre en todo momento. Por su lado, el cuadro de Aira no tenía más plan que buscar a un Kawaya que encaraba y en buena parte de las situaciones ganaba la partida, pero sin finalizar la jugada correctamente.

El impás para la hidratación no vino mal a una Cultural que, justo en la reanudación, encontró su gran ocasión en un mano a mano de Héctor Hernández en el que Mackay, que quería un rol heroico, sacó el disparo del canario. Fue la gran ocasión leonesa, que fue respondida por un Sabadell que tuvo el segundo tanto en dos claras opciones de gol en el tramo final del primer tiempo.

Aarón Rey tuvo la más clara, con un disparo a la media vuelta que se fue al palo. Acto seguido, el gallego se fue de Iván González con una gran maniobra para poner un centro que, en boca de gol, Édgar Hernández mandó alto.

Así fue como el nerviosismo se adueñó de una Cultural que pedía a gritos que llegara el descanso, aunque hubo tiempo, justo antes, para ver la jugada más calamitosa del primer tiempo, con una falta de entendimiento entre Iván González y Leandro que acabó en los pies de Édgar, que no consiguió encontrar un compañero en buena posición. Y eso que tuvo una clara ocasión previamente, con un remate de cabeza de Hernández de espaldas a la portería que se fue alto.

Llegó el descanso, la mejor noticia para la Cultural y Deportiva Leonesa tras una primera mitad que comenzó bien, pero acabó fatal. La esperanza en el culturalismo era encontrar una reacción como la vivida ante el Yeclano Deportivo. A eso se agarraban los de Aira.

En el comienzo de la segunda mitad, se vio una Cultural autoritaria, a la que el Sabadell le entregó la pelota mientras los de Antonio Hidalgo se replegaban para defender su renta. Gudiño entró por Pichín en el campo y, en su primer acercamiento, tuvo el gol. Un centro de Castañeda llegó para el argentino, que no logró encontrar la superficie adecuada de su cabeza para un remate que se fue desviado, pese a estar solo en el punto de penalti.

Un dominio estéril. Así eran los minutos de la reanudación, ante un Sabadell que no estaba incómodo defendiéndose, dejando la pelota a los leoneses, que anhelaban que la prórroga que los arlequinados jugaron el domingo y los recuerdos del empate que les endosó el Atlético B en el tramo final de aquel encuentro pesaran a los catalanes.

Cuando el partido parecía más trabado, llegó el gol culturalista en una jugada también liada. Tras varios rechaces, Castañeda logró entregar el balón a Kawaya en banda, que miró al área, puso un balón fuerte que Héctor, en un remate sutil que solo él sabrá si es voluntario o involuntario, colocó en el palo largo. La Cultural se quitó una mochila de varios kios de encima, aunque aún quedaba mucho partido por delante.

Digirió el gol mejor la Cultural. El balón empezó a fluir entre los jugadores de blanco, mientras los arlequinados corrían detrás de sombras. Los primeros cambios, las primeras bombonas de oxígeno, llegaron en el cuadro de Antonio Hidalgo ante una Cultural que estaba empezando a crecer.

Aun así, la tuvo el Sabadell, que empezó a gastar sus últimos cartuchos. De nuevo, Aarón Rey fue el origen del peligro, yéndose por la banda hasta la línea de fondo para poner un balón que el recién entrado Héber Pena remató fuera. El corazón culturalista se paró, se congeló, con una clara ocasión para los arlequinados.

Los dos sabían qué tenían que hacer. La Cultural tomó el balón, lo tuvo y lo retuvo, moviendo la pelota de lado a lado para hacer correr al cuadro catalán. Los hombres de blanco merodeaban el área, crecidos por cómo se estaba desarrollando el choque, llevando ellos el peso. Parecían un tiburón, esperando a atacar a su presa, a dar el golpe definitivo.

Y así llegó. Y, una vez más, con un gol generado desde el banquillo. Araújo apuró línea de fondo para poner un balón atrás que Menudo, recordando el infortunio que le acompaña en los playoffs, en los cuatro que ha disputado, reventó el balón para ponerlo en la escuadra. La Cultural se ponía por delante en el minuto 86.

Pero no sería tan fácil todo. El Sabadell apostó todo al empate, sumó a todos sus hombres al ataque y un balón parado fue el origen del gol arlequinado. Un mal rechace de Leandro acabó en las inmediaciones de Óscar Rubio, que no falló y puso el empate y congeló el corazón de la Cultural, que tendría que ganarse el billete en la prórroga.

El tiempo extra se iba a desarrollar con una intención en ambos conjuntos: no fallar. Y había sido la Cultural, en dos ocasiones, quien había errado. Aun así, los leoneses querían llevar, de nuevo, la manija del choque ante un Sabadell que había refrescado mucho el ataque para aprovechar la visible fatiga de la zaga blanca.

El ritmo bajó ostensiblemente, con la Cultural buscando la paciencia, el Sabadell tratando de aprovechar la frescura de sus hombres de ataque para encontrar un contraataque con el matar el partido.

La fatiga era notable y Araújo cayó lesionado, con una rotura fibrilar, que le obligó a Aira a apostar en la segunda mitad de la prórroga por el ataque. Entró Sergio Benito, colocando a Antonio Martínez de lateral izquierdo, para tratar de ser el revulsivo de la Cultural.

En la primera que tuvo Benito, casi hace estallar a León. Recortó a su par y puso un centro chut al segundo palo que esperaba Dioni, para embocar, cuando Grego Sierra se cruzó para desbaratarla.

Lo cierto es que la Cultural estaba haciendo más méritos para pasar de ronda y el Sabadell, por su parte, intentaba frenar el juego de los de la Aira como fuera, con muchas faltas. Rodas, en una libre indirecto lateral, pudo marcar el tanto con el que soñaba León, pero Mackay apareció de nuevo.

Tendría la suya el Sabadell, con jugadores vacíos físicamente como Ozkoidi, en las botas de Héber Pena. El gallego recibió un balón en el segundo palo, aprovechó el resbalón de Gudiño y su disparo se fue desviado. La Cultural respiró, mientras miraba de reojo a unos penaltis que, esta temporada, habían sido su tumba. Intentarían evitar llegar a ellos.

La taquicardia fue completa en el final de la prórroga. Iván González fue expulsado por una falta para cortar una peligrosísima contra que acabó con una falta de Lanzarote, lanzada magistralmente, en la que Leandro voló para dar una opción a la Cultural, para llevarla a los penaltis.

Y, de nuevo, los once metros eran el destino de la Cultural. No han sido su fuerte esta temporada, no lo fueron ante el Valencia en la Copa del Rey. Y no lo serían tampoco en este playoff de ascenso.

No falló la Cultural, pero tampoco el Sabadell en los cinco primeros lanzamientos. Y en la segunda muerte súbita, Leandro detuvo el lanzamiento de Beitia. Era la gran oportunidad de la Cultural, pero la crueldad del fútbol reapareció en el camino leonés.

Mackay detuvo el penalti a Martínez, anotó el Sabadell su siguiente penalti y el meta gallego volvió a frenar a los blancos, a Sergio Benito, para poner en la final al cuadro arlequinado.

La crueldad del fútbol, con un gol en el añadido y con una tanda de penaltis dichosa, maldita para la Cultural, el sueño del ascenso se rompe para volver a empezar en una temporada, la próxima, con innumerables interrogantes.