El balón parado vuelve a rescatar a una Cultural que da un paso adelante en solidez

Los leoneses, mejores, ganaron al Extremadura (2-1) gracias a dos tantos en jugadas de estrategia para solapar el error de un Dani Sotres que volvía a la titularidad. El ímpetu de una Cultural con menos revoluciones, más calmada y con más solidez solventó el partido en el tramo final del mismo con un nuevo tanto en un saque de esquina.

Con la feliz noticia del regreso de Jon Ander y la sorpresa de la vuelta al once de Dani Sotres en portería y el ánimo de dedicar una victoria al eterno Manolín, fallecido esta semana, la Cultural saltó al terreno de juego en busca de una victoria que hiciera olvidar el tropiezo de la pasada semana.

Salió con más intención de mandar la Cultural, que tuvo el balón en los primeros minutos ante un Extremadura valiente, con una presión en bloque alto muy intensa que dificultó la salida de balón de los leoneses.

Los de Ramón González, por su parte, buscaban de forma recurrente a Aarón, Ketu y Obolskii, algo que se magnificó con la presión extremeña, que provocó problemas a la Cultural. Los de Almendralejo tuvieron la primera ocasión, aprovechando un resbalón de Jon Ander para, desde la banda derecha, servir un balón a Pastrana que, al segundo intento, estrelló su remate en el larguero.

Esta ocasión trajo de vuelta a los fantasmas de semanas pasadas al Reino de León. La Cultural se derrumbó y entregó las llaves del encuentro al Extremadura, que fue notablemente superior en estos minutos, sacando rédito a esa fuerte presión y monopolizando la pelota.

Los leoneses no 'descansaban' con balón porque apenas lo tenían ante un conjunto almendralejense que sabía por dónde encontrar las costuras a la Cultural, buscando constantemente la espalda de la defensa por el costado derecho de los leoneses

Y todos esos fantasmas volvieron a hacer acto de presencia. Un error, otro más impropio de un portero de la categoría de Dani Sotres, hizo temblar los cimientos de la Cultural, la ilusión de la afición. Kike Márquez lo intentó desde lejos, el balón botó frente a Sotres, que no atrapó el chut y dejó el rechace, franco, para Rubén Mesa, que puso el 0-1.

El panorama no era halagüeño: la Cultural no estaba bien, había jugadores totalmente desaparecidos, como Solís, y otros cometiendo continuamente imprecisiones como los mediocentros. Pero lo que sí tiene este es corazón y encontró petróleo en un balón filtrado a Obolskii en el que el ruso provocó una falta. Tras el amago de Aarón, Castañeda, con sutileza, puso el balón en la escuadra para, cuatro minutos después del 0-1, igualar el encuentro.

El partido dio la vuelta y el mando pasó a manos leonesas. Sólo por empuje, y no por juego, la Cultural controló el choque y se acercó más al área rival, con Rovirola intentándolo con dos disparos que acabaron en córner.

No había muchos más argumentos, puesto que piezas claves para esa conexión con los atacantes como Solís estaban, valga la redundancia, desconectadas. Era uno de los partidos con menor producción ofensiva del conjunto de Ramón González pero, durante estos minutos, tampoco sufrió en exceso en defensa.

Sin grandes ocasiones ni acercamientos, el encuentro llegó al descanso con la sensación de que la Cultural tenía un importante margen de mejora en un choque donde, de nuevo, un error propio puso contra las cuerdas el planteamiento de partido.

Los leoneses saltaron en la reanudación con una mejor versión que en la primera mitad, llegando al área rival, aunque sin grandes ocasiones y, ante todo, dominando el ritmo de juego y no permitiendo a los azulgrana acercarse al marco de Sotres.

No estaba siendo una segunda mitad brillante pero sí solvente de la Cultural. Con el control de la pelota, haciendo que la versión del Extremadura estuviera muy lejos de la de los primeros 20 minutos juego, elequipo leonés iba creciendo muy poco a poco.

Pero faltaba una gran ocasión, un acercamiento realmente peligroso para dar ese empujón definitivo al paso adelante culturalista, que seguía teniendo jugadores sobre el terreno poco afortunados o con escaso protagonismo.

Esa situación se dio en las botas de Obolskii. El ruso la tuvo con un balón filtrado que acabó en córner y, en este saque de esquina, el delantero cabeceó el envío al poste, en la oportunidad más clara del partido para la Cultural.

Ramón González demoró sus cambios ante una Cultural que bajó su presencia en ataque superado el ecuador de la segunda mitad. Pero tampoco movía ficha Mosquera - más allá de la entrada de Sergio Gil - en un tramo de partido donde los leoneses tiraron de paciencia.

Pero esta paciencia no se tradujo en peligro, en ocasiones y la sensación de que el equipo podía llevarse los tres puntos. Los cambios parecían tener la intención de dar más colmillo al ataque culturalista, con la entrada de Vitoria, Álvaro Juan y Nahuel, pero el último pase privaba a la Cultural de ello.

El choque parecía estar encaminado al empate, pero el balón parado, de nuevo, salió al rescate de la Cultural. Tras dos ocasiones seguidas de Obolskii, llegó el tanto de la victoria para los de Ramón González en un córner que Jon Ander, para festejar su vuelta al equipo, remató a gol con potencia en el minuto 89.

Con unos minutos finales en los que nada sucedió, la Cultural volvió a ganar, sumando su tercer triunfo de la temporada que coloca a los leoneses con 11 puntos. Y quién sabe cuánta culpa de esta puntuación tiene la estrategia y la pizarra de Ramón González.