Una Cultural sin fisuras afianza el liderato

No hay quien pare a esta Cultural. Ni siquiera la falta de pegada que, hoy sí, tuvo el equipo leonés. Pero su solvencia y su juego, por instantes de muchos quilates, vale mucho más. Los de Raúl Llona son más líderes todavía después de ganar a su más inmediato perseguidor, Osasuna Promesas (1-0), en un choque donde merecieron una diferencia aún mayor en el marcador.

En este atípico horario, la Cultural se propuso, desde el inicio, que la sobremesa no se le indigestase a su gente. Los de Llona salieron al p

artido con una versión autoritaria y dominante, tratando de copar la posesión de balón.

En los primeros minutos, ambos equipos se estudiaron. Nadie lanzada sus golpes, preferían analizar el momento de su rival, qué debilidades aprovechar e ir madurando el partido. Los navarros, que sabían que la Cultural iba a querer dominar a través del balón, no se resignaron y trataron de pelear esa batalla en el centro del campo.

Pero los de Llona fueron a más. El equipo leonés fue creciendo con el paso de los minutos y Pibe, con un chut potente desde la frontal, envió el primer aviso. El extremo estaba ganando protagonismo en el partido y, en cada acción, generaba sensación de peligro.

Otro que estaba entre los destacados era Antón Escobar. El de Nigrán se ganó un heuco en el once tras su buena actuación en Zamora y, con Manu Justo de segunda punta, batalló con los centrales, a los que desestabilizó yendo al choque y lanzando continuos desmarques. En una de esas jugadas pudo anotar el 1-0 con un remate a la media vuelta que se fue fuera.

La sensación en el Reino era que el gol se estaba cocinando. El equipo leonés crecía, dominaba cada vez con más autoridad y sus llegadas aumentaban en cantidad y calidad. Precisamente calidad destiló una acción en el ecuador del primer acto en el que, al primer toque, los leoneses fueron superando rivales hasta que Manu Justo dejó el balón a Luis Chacón, que estrelló el mano a mano en los pies de Valencia.

Pero el aura de superioridad de los culturalistas eran total, que lo intentaban una y otra vez: era el modo rodillo de esta Cultural y sabían que tenían que aprovechar el momento. Y lo hicieron. El balón llegó en el minuto 27 a Pibe, en banda, que puso un gran centro raso que Luis Chacón, llegando desde segunda línea embocó a gol. La Cultural ganaba y era todavía más líder.

Y, ahora, tocaba controlar el partido. A través de la posesión, los de Llona impidieron que Osasuna Promesas se rebelara. Aun así, los pamplonicas tuvieron una gran ocasión en un centro lateral que Arroyo, en segunda oleada, remató a bocajarro pero Bañuz sacó con los pies. El ilicitano también quería protagonizar una acción decisiva en el partido.

Pero fue una especie de oasis en el desierto del ataque rojillo. «El plan está claro», retumbaba una y otra vez en la cabeza de los hombres de Llona, que sabían que tenían que tener la pelota y buscar el segundo a través del juego posicional. Pibe, con un chut desde la frontal, la tuvo, incluso Escobar estuvo cerca de alcanzar el rechace.

El descanso llegaba con el 1-0 y la sensación de que la Cultural iba a más y podía haber hecho, incluso, más daño. El equipo de Llona estaba completando, quizá, el mejor partido del curso para afianzar su liderato.

La Cultural no cambió el chip tras el descanso. Al equipo de Llona le estaban costando las segundas partes y sabía que era algo a corregir. Ante Osasuna Promesas se empeñaron en ello y lo lograron. El segundo tiempo empezó con la expulsión por doble amarilla de Santos por una falta a Pibe.

El conjunto leonés se lanzó de forma más clara todavía a por el segundo. Pibe, en el libre directo provocado por él mismo, y Rodri, en un saque de esquina, tuvieron el segundo gol de una Cultural que era muy superior.

Pibe, en otro libre directo, la volvió a tener en unos minutos de este segundo tiempo donde la Cultural estaba siendo tan superior. Manu Justo, en una acción de pillo, también tuvo cerca el 2-0. A los de Llona les estaba fallando en estos compases de juego únicamente la pegada en el mejor partido de lo que va temporada.

Los leoneses siguieron empujando, pero no era el día de la eficacia en ataque. Las ocasiones se sucedían en el área de Osasuna Promesas, pero especialmente Manu Justo no estaba atinado de cara a gol pese a que los méritos culturalistas para sumar más tantos eran evidentes.

Pero el partido no estaba cerrado. Y Osasuna Promesas lo sabía y adelantó líneas, en el tramo final, para generar inquietud y tratar de alcanzar el empate. No se puso nerviosa la Cultural, que supo controlar la situación y Llona, desde el banquillo, dio entrada a Kevin Presa para amarrar el choque.

Quizá con la desazón de haber merecido un resultado más abultado, la Cultural sumó un nuevo triunfo. La barca de Raúl Llona navega, viento en popa y a toda vela, con el liderato afianzado y una sensación de solvencia que hacia tiempo que no se recordaba. Y hoy solo la eficacia privó a la Cultural de un botín aún mayor.

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