Natichu Alvarado, consejera ejecutiva de la Cultural

«La cesión de Puente Castro es un sueño. Si logramos ascender, será más fácil de abordar»

Los ojos de Natichu Alvarado desprenden ilusión. La consejera delegada de la Cultural y Deportiva Leonesa sabe que las cosas van bien y ella nunca ha ocultado su deseo, su sueño, de ver al equipo de su ciudad y de su corazón en Segunda División.

El objetivo está más cerca, pero Alvarado, que conoce «cada vez mejor» el mundo del fútbol desde dentro, sabe que queda mucho. Su vertiente empresarial le obliga a mirar a largo plazo, la deportiva a corto. Y en busca de ese equilibrio sigue gestionando un club donde ya ha logrado escuchar más al aficionado.

Acaba así 2024 con el equipo de baloncesto recién ascendido a Segunda FEB y el equipo de fútbol yéndose al parón navideño como líder de su grupo pese a las dificultades del final de año en lo deportivo.

¿Qué valoración hace del 2024?

Personalmente, ha sido un año en el que he dado un paso adelante, tengo esa sensación. Supongo que sea a raíz de un mayor conocimiento de la casa y del sector. Y creo que la Cultu también ha dado ese paso adelante en busca de esa estrategia que nos lleve allí a donde queremos llegar. Ha sido un buen año.

¿Se esperaba acabar el año con el equipo de fútbol en primera posición?

No. De hecho, ni siquiera estaba en nuestro plan. Es una alegría para todos y hay que estar orgullosísimos de ser líderes desde la primera jornada. Pero esto es muy largo y, a día de hoy, no nos indica nada, o nada suficiente como para sacar conclusiones.

¿No era, ni siquiera, una de las tareas a lograr cuando se planifica la temporada?

Lo que teníamos en la cabeza era más un proceso que una meta, pensábamos más en cómo y con quién que en el objetivo. La evaluación pasaba más por montar una «tribu» que entendiese ese sentido de comunidad que queríamos transmitir. Es la mejor manera para alcanzar un objetivo mayor: el colectivo. La posición nunca fue una prioridad.

Se podría decir entonces que el camino está yendo mejor de lo esperado...

Ni mejor ni peor. Queríamos unos guerreros que entendieran la filosofía de esta casa y cómo queríamos lucha. Estamos donde queremos, con un equipo muy bien empastado, que sabe hacer autocrítica y con un nivel de implicación, trabajo y constancia que nos hace estar donde estamos.

Sube al coche, pone la radio y suena La Morocha, ¿qué se le viene a la cabeza?

(Risas). Imagínate yo, que soy de rock, punk puro y algo de folk y me veo con una lista de reproducción donde, entre otras, está La Morocha. De vez en cuando me la pongo, porque me da mucha alegria, supone muchísimas cosas. Me vienen a la cabeza imágenes que todos hemos visto este año que están acompañadas de felicidad e ilusión. Me encanta.

¿Es el himno de esta temporada?

Casi que sí (risas). Y, lo mejor, es que ha surgido de forma espontánea, es cosa del vestuario. Surge desde ellos y creo que han hecho de ello un himno para todos. No hay un culturalista que escuche esta canción y no se le dibuje una sonrisa.

Como dice, se ha expandido a una afición que, ¿considera que está respondiendo más y mejor esta temporada?

No existe un club sin su afición. Siempre lo he creído. Vas a estadios donde notas la carencia de afición, no tanto por la cantidad, si no por cómo son. Un club sin afición es un club sin alma. Para mi, la afición de León es la mejor del mundo. Suena a sobrada, porque siempre se le ha criticado, pero siempre he tenido claro que si escuchas a la gente y le das herramienta para seguir creyendo, es más sencillo que vaya a más. Me generan un respeto brutal, son la segunda fuente de ingresos más importante, así que lo mínimo es respetarla y escucharla. A los aficionados que han estado siempre, que son un grupo mas pequeño, hay que darles todo el mérito del mundo: es muy complicado estar en los momentos malos, pero también es algo muy bonito.

Con estos últimos resultados, hay aficionados a los que les han vuelto los fantasmas de la segunda vuelta de la pasada temporada

Eso es algo que va con nuestra forma de ser. Desde que estoy en el fútbol, me ha ayudado a entender, incluso, a personas de mi familia. Yo siempre he sido muy optimista, pero en casa siempre me decían cosas como 'ya, pero si pasa esto...'. Es una manera de ser con la que convivir y que hay que aceptar. El miedo siempre ha estado ahí, es lícito y no hay nada que decir. Pero yo no tengo miedo, sé lo que hay detrás de lo que está pasando y, si no viera trabajo, dedicación, constancia... estaría preocupada. Malos momentos los tiene todo el mundo. Desde fuera hay más derecho a dudar porque no están viendo el trabajo diario que sí veo yo.

¿Y qué mensaje lanza?

Confianza y tranquilidad, sin duda. Todos sabemos que cuando hay un bache y tienes al lado gente que te apoya, es mucho más fácil salir adelante. Y tranquilidad. Este equipo ya ha demostrado lo que es capaz de hacer. Son los mismos.

¿Han tenido que realizar alguna tarea de refuerzo en este sentido?

Tenemos una relación muy cercana y, en el día a día, nos echamos una mano entre todos. Pero nada con mayor trascendencia que recordar que no hay dudas, que hay confianza plena y que todos remamos en la misma dirección.

El equipo se puso el listón muy alto en las primeras jornadas.

Sí, pero también tienen derecho a dudar. Creo que es hasta positivo, porque la adversidad te hace crecer. Pero no sé si es que se han puesto el listón muy alto o que se ha colocado ahí por su trabajo y porque es la realidad. Lo cierto es que esta es una categoría muy competitiva donde todo está muy igualado.

Y en este tramo de partidos también han llegado decisiones arbitrales cuestionables. ¿Cómo lo ve el club?

Cuando hemos creído que había que levantar la voz, lo hemos hecho. Pero los errores, arbitrales y no arbitrales, son comunes a todos, todos nos equivocamos. No es fácil en situaciones tan rápidas y de tanto estrés tomar decisiones. Todos tenemos que tener margen de error, también los árbitros, pero también es bueno aceptar las críticas y rectificar. Ya no vale aquello del 'porque lo digo yo', hay que rectificar y escuchar las críticas constructivas. Lo que me cuesta es pensar mal, creer que se favorece o perjudica a alguien a propósito, ya sea este club u otro cualquiera.

¿Le sorprenden las medidas que está tomando el Nástic, querellándose contra un árbitro y contratando detectives?

No sé si la palabra correcta es sorprender. Están en su derecho de defender una situación, pero quizá, más que una valoración personal, creo que nosotros no iríamos por ahí. Se pueden cometer errores, no sé si es el caso, pero interpretar que alguien tiene mala fe... me cuesta. Creo que también es necesario desterrar ese halo que tiene el fútbol de que se pueden amañar partidos. Me parece tremendo, no me gustaría trabajar en un sitio donde eso se pueda, simplemente, plantear como opción. Todo lo que sirva para desterrar esos rumores de irregularidad en la competición, me parece bien, pero creo que no es el sitio.

Llega ahora el mercado invernal, ¿hará Aspire un esfuerzo?

Aspire lleva desde hace casi diez años haciendo un esfuerzo extraordinario. Sin Aspire, este club, de esta manera, no podría existir. Cubren las perdidas religiosamente. El esfuerzo ya lo hacen y es muy grande. Nosotros somos los que tenemos que tener la capacidad para, si llegan estos momentos o no, que es algo que tendremos que valorar, de acudir al mercado. Tenemos que ser capaces de mover los hilos con suficiente sentido para acceder a este mercado sin necesidad de pedir más esfuerzos. Si hubiera que pedir ayuda para algo puntual, lo haremos, nos escucharán y si lo encuentran suficientemente razonado, nos ayudarán.

¿Va a entrar la Cultural en el mercado de invierno?

Quizá soy la persona menos indicada para hablar de ello, pero lo que sí se es que es un mercado muy complicado. Tenemos una plantilla redonda, para nosotros perfecta, así que tendríamos que buscar algo muy concreto y ahí radica la dificultad de este mercado, mucho más estrecho que el de verano. Nadie en esta plantilla está escogido de forma aleatoria o por descarte, es más, se ha esperado hasta el último momento para traer al jugador que queríamos, como pasó en verano. Si hay que reforzar, lo haremos. Pero con sentido, no ficharemos por fichar.

Le hago esta pregunta a modo, casi, preventivo. ¿Hay Aspire para rato?

Siempre digo lo mismo, pero a mí me sorprende sobremanera que, pese a ser una inversión no rentable, sigan adelante. Todo lo que ha hecho Aspire, y lo que haga de aquí en adelante, es de agradecer. Aquí han venido muchos 'novios' con intención de quedarse con el club, pero no he tenido mandato de nada: se han agradecido las propuestas y Aspire ha dejado claro que quiere continuar. Si no estás en una situación límite para vender, y Catar no lo está, das valor al pedigrí, a las energías que transmitan... no se lo vendes a cualquiera. Hasta ahora, no han ido más allá con ninguna oferta. No sé cuánto van a durar aquí, ojalá siempre. Pero hoy día podemos estar bien tranquilos.

¿Qué tiene León para engancharles?

Hay muchos argumentos para estar aquí. Tenemos una buena afición, buena masa social, unas instalaciones que, pese a que necesitan una actualización, son óptimas, una historia de más de 100 años, una buena conectividad con Madrid, aunque como leoneses tenemos que pedir que sea incluso mejor. Y ellos ven el deporte como una manera de diplomacia, de mostrar lo que son y lo que hacen. Están cómodos, es una ciudad amable y cómoda y siempre son bienvenidos. Además, tienen una buena relación con las instituciones.

Y la cesión del Área Deportiva de Puente Castro, ¿en qué punto está?

Es algo que tenemos que abordar con más detalle, en especial cuando tengamos capacidad inversora. Sería maravilloso, nos daría muchas más posibilidades. Si hay un ascenso, sería más fácil de abordar esa inversión necesaria, y, si no, habría que fasearla para hacerlo de forma solvente y sin tirar de Catar. Está encima de la mesa, pero el Ayuntamiento también tiene que facilitar que sea una cesión con un tiempo mínimo en el que nos dé para amortizar esas inversiones. Hay que barajarlo con firmeza antes de final de temporada por lo que pueda pasar. Para mí sería un sueño, nos daría la opción de tener una mejor infraestructura, mejores campos, un hub para hacer algo de deporte extraordinario... Pero todo lleva su tiempo.

Es Navidad, momento de hacer la carta a los Reyes Magos. ¿Qué incluiría en la suya de cara a esa relación con el Ayuntamiento de León? Hay muchos aficionados pidiendo, por ejemplo, el cambio de imagen de los asientos.

Me encantaría ver los asientos pintados de rojo y con un león en blanco. Desde mi posición en la tribuna se vería increíble. No sé si sería la primera petición, pero en mi carta sí que pediría que se empezara a meter dinero en este estadio. Y también por fuera, para que la gente que llegue a León también se lleve una buena impresión. También hay un tema de filtraciones que tenemos que abordar, porque es necesario mantener en condiciones las infraestructuras. Hay muchas cosas, empezando por el estadio y siguiendo por Puente Castro. Y no cabe duda de que, muchas de ellas serían más sencillas de afrontar con un ascenso a Segunda, como los asientos o tener una megafonía en condiciones. Nosotros estamos listos para, si se da ese escenario, tener preparado el plan.

¿Cuál es la prioridad en esa lista?

Realmente contemplanos dos escenarios: uno con ascenso y otro sin él. El ascenso sólo serviría para acortar plazos y tener más recursos, pero la idea es hacer lo mismo en ambos escenarios, aunque con distintas velocidades. Hay que meter mano a las 'tripas' del estadio, eso es inevitable, hay filtraciones de agua. La megafonía hay que cambiarla, todo el mundo se merece escuchar igual de bien nuestro precioso himno a León. Y sería oportuno realizar inversiones que te retornen ingresos de explotación real, como unos pequeños palcos en el estadio. Hay varias actuaciones que se pueden ir llevando a cabo sin que haya ascenso para explotar un estadio que se utiliza dos veces al mes. Hay que sacar mucho más partido a esta infraestructura, más aún en un momento de transformación de la ciudad en el que esta margen del río va a tener mucho más valor y donde la Cultural y el Reino de León va a tener que aportar mucho.

Siguiendo con la lista de deseos, ¿se han iniciado las conversaciones para alguna renovación?

No, todavía no. Pero la temporada pasada empezamos a hablar de ello en enero. El objetivo para nosotros, por mucho que sea fútbol, no puede ser a corto plazo. Creo que es un error. Y nuestro objetivo es transversal: la continuidad. Es más fácil crecer si vamos todos de la mano. Así que lo primero es eso, apostar por mantener todo lo que podamos. Es interesante ver hasta dónde puede llegar el proyecto de una forma que no se ha hecho habitualmente, que es con continuidad.

En estos meses, a algún jugador le habrán tocado de categorías superiores...

Claro que sí, también en verano. Y lo más maravilloso ha sido ver la respuesta de todos ellos ante un proyecto sólido como este y una intención clara, que es lo que se les planteaba. Nuestros jugadores son muy buenos, cómo no les van a llamar. Y van creciendo. La Segunda División se nutre de la Primera RFEF y los nuestros han demostrado lo que saben hacer. Pero en este club, ahora mismo, no prima la pasta, si no otras cosas, y todos lo tenemos interiorizado. Vamos a priorizar lo deportivo, tenemos un objetivo y vamos a por él. No sé cuando, pero se cumplirá.

El baloncesto, ¿es la gran satisfacción del año?

Sí, sin duda. Y me encanta, es una barbaridad lo de este equipo. Estamos jugando en desventaja en esta categoría, con un presupuesto muy por debajo de la mayoría de los clubes. Pero ves los arrestos que saca el equipo para sacar los partidos adelante pese a las lesiones o a tener una plantilla corta y sólo puedes sentir orgullo. Es impresionante ver cómo gestionan su 'tribu'. Y también lo es ver a 4.000 personas en el Palacio, es algo nunca visto en Segunda FEB. Siempre que puedo, mando fotos al presidente de la ACB y le digo: 'pronto estaremos ahí'.

¿Se va a reforzar el equipo?

Como en el fútbol, no dejamos de mirar el mercado, pero es cierto que estamos al límite. Están haciendo malabares con lo que hay. No es fácil, estamos en desventaja económico y todo lo que venga de fuerza, en un periodo tan corto de tiempo, conlleva muchas complicaciones burocráticas de visados, estancias... Todo lo que se pueda, se hará, siempre y cuando merezca la pena.

Por último, ¿qué le pide a 2025?

Lo mismo que al 2024. Le pido, de corazón, un ascenso. El año pasado pedí uno y me dio el del baloncesto, este año pido el del fútbol. Es soñar, lo sé, pero la vida son sueños y sin ellos no podríamos tirar para adelante. Soy cada vez más catarí con esto, no tengo prisa, pero pido el ascenso por la afición, por la gente que trabaja en el club y por León. Se lo merecen más que nadie. El fútbol es un altavoz y un agente dinamizador increíble y es muy importante estar en el fútbol profesional.

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