Hasta el árbitro juega en contra

El equipo ha perdido vitalidad y peligrosidad en ataque, es más endeble en defensa y no tiene la misma precisión con el balón en los pies. Todos estos ingredientes se vieron en el Johann Cruyff, es un factor que no se puede sacar de la ecuación.

Pero todo está marcado por una decisión arbitral, cuanto menos rigurosa, que dejó a los leoneses con un expulsado en el minuto 3. El Barça B acabó ganando 4-0, pero no cabe duda que esa tarjeta roja tuvo una influencia más que notable en el devenir del partido, en el que la Cultural fue totalmente superada.

La duda de si Bañuz, aquejado de un golpe en la cabeza en el último entrenamiento de la semana, iba a estar en el once se despejó con la presencia del alicantino de inicio.

No empezó mal una Cultural activa, con la intención de plantar cara en todos los sentidos al Barça B, también presentando batalla por la posesión. Con Fabio activo en banda, los primeros acercamientos, sin trascendencia, fueron blancos.

Pero el partido se oscureció muy pronto para la Cultural. Demasiado pronto. Atípicamente temprano. Porque el colegiado del partido, en una acción muy rigurosa, expulsó a Fornos en el minuto 4 de partido. El gallego, que se confió a la hora de llegar a un balón largo, se encontró con un Naím en carrera que le ganó la posición. El central metió el pie, el delantero azulgrana cayó a 30 metros de la portería y Fornos fue expulsado en una jugada donde, de haber contacto, fue leve.

Aquí, prácticamente, se acabó el partido. La Cultural jugaría con uno menos durante 86 minutos por una decisión más que discutible de Fernández Vidal a la que se sumó un gol muy rápido de los azulgrana. Pau Víctor puso un balón tras un córner y Mikayil, central local, que se quedó en el área tras el saque de esquina, cabeceó a gol.

Kevin Presa hizo las veces de central durante estos minutos desde la expulsión de Fornos hasta que Llona, con un cuarto de hora de partido cumplido, tuvo que 'sacrificar' a Barri para dar entrada a Coch y cubrir el centro de la zaga.

La Cultural fue corazón, fue coraje y fue actitud. Defendiendo en bloque bajo, faltando - por necesidad - a su identidad y tratando de sobrevivir. Porque era a lo que se exponía el equipo leonés, que peleaba y le ponía carácter a un partido que manejaba el filial azulgrana a su antojo.

La posesión era netamente blaugrana, con la Cultural tratando de robar y salir rápido al contragolpe. Pero era un partido desesperante, especialmente para un Guillermo que, cuando tuvo una ocasión de hacer peligro, vio como el árbitro, de nuevo incomprensiblemente, se la cercenaba: el delantero vasco interceptaba un balón atrás de Mbacke para Mikayil, pero se señalaba fuera de juego.

Este era el impás en el que se movía el partido: el Barça B movía la pelota y presionaba la salida de balón culturalista, mientras que los de Llona buscaban alguna opción corriendo al espacio. Pero cada error, cada tropiezo, podía ser letal cuando se jugaba en el filo.

Y ese error llegó para la Cultural. Un nuevo fallo a la hora de sacar la pelota propició una acción con espacios para el Barça B, que combinó rápido y dejó a Guiu solo ante Bañuz, al que batió con un disparo cruzado. El partido había muerto con el 2-0.

Los leoneses quedaron noqueados con ese gol y pudieron encajar el tercero por medio de Pau Víctor, pero esta vez sí, se impuso Bañuz. Antes del descanso, hubo unos pequeños coletazos culturalista, un pequeño atisbo de su estilo habitual, con varias posesiones largas que no llegaron a nada: la solución era abrir a banda y que Fabio o Álvaro pusieran un centro sobre Guillermo, que el vasco no llegaba a rematar.

Así se llegó al descanso, con un escenario imprevisto incluso para los más pesimistas y que dejaba a la Cultural fuera del playoff salvo un milagro o un arranque de épica.

Tras el paso por vestuarios, el panorama era muy similar. El Barça B tuvo dos buenas opciones para hacer el tercero en las botas, precisamente, de los dos goleadores, Mikayil y Guiu, pero resistió el equipo leonés.

Tras esos minutos, la Cultural vivió sus primeros minutos de dominio y de pisar algo el área rival. Guillermo dispuso de dos remates en unos minutos donde el balón era blanco, los de Llona pisaban campo rival y parecían estar algo más cerca de generar peligro.

Fue un pequeño oasis en mitad del desierto futbolístico de la Cultural en Barcelona, marcado por la circunstacia de la expulsión. Los azulgrana volvieron a tomar el timón del partido, a llevar el peso de mismo, pero es cierto que sin generar ocasiones.

Llona dio oportunidades a dos hombres sin muchos minutos en las últimas jornadas, Luis Bilbao y Dorian, y el ecuatoguineano tuvo una clara ocasión. El delantero se encontró un balón en la frontal y chutó, buscando la escuadra, pero el balón se fue alto.

En los últimos minutos, y con los cambios, el Barça B volvió a acercarse a la meta culturalista. Primero fue Percan, con un pase atrás que Pol mandó a córner. En esa acción, tras una prolongación en el primer palo, Pau Víctor anotó el tercero.

Aquí se cayó por completo la Cultural. Dos minutos después, y tras una serie de rechaces, Pau Víctor volvió a anotar para hacer sangre a un conjunto leonés superado por completo.

Buscó hasta el final la Cultural un gol de cierta honra en un partido duro, en lo físico y en lo anímico. La crisis sigue, la brecha está más que abierta y todo juega en contra: el momento del equipo, la clasificación y hasta los árbitros en un domingo donde la Cultural, cuatro meses después, se cae de la zona de playoff.