El estadio ha vuelto a disfrutar con un partido marcado por la tensión.

Una afición «orgullosa» de sus jugadores

La emoción ha vuelto a instalarse en el Reino de León, tal sólo los penaltis han enmudecido a una afición de primera | El esfuerzo mostrado en el campo ha sido correspondido por una grada que siempre ha estado apoyando a su equipo

Jueves, 30 de enero 2020, 00:02

La emoción ha vuelto a instalarse en el Reino de León, tal sólo los penaltis enmudecieron a una afición de primera. La Cultural se ha despedido de la Copa del Rey dejando una imagen brillante. El esfuerzo mostrado en el campo ha sido ... correspondido por una grada que siempre ha estado apoyando a su equipo.

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Las tablas han reinado en el marcador durante todo el partido. Un ambiente que ha ido de menos a más llegaba a los minutos finales con el corazón en un puño.

Comienza el partido, la gente coge asiento mientras soñaba con un nuevo triunfo. Enfrente se encontraba el Valencia, vigente campeón del torneo, pero eso disminuye la confianza en la victoria. «Si fuimos capaces de eliminar al Atlético, porque no lo vamos hacer con el Valencia». Comenta un señor que toma asiento.

Las primeras ocasiones llegan del conjunto blanco, la afición vuelve a creer y lo hace notar a ritmo de canticos. Del clásico «Cultural, Cultural» al «sí se puede» era coreado en el Reino. El estadio también se hace eco del clima político y reivindicaciones como «León sin Castilla es una maravilla», suena en un estadio que aprovecha el minutó 18, para gritar «León solo», señalando que «es posible una nueva autonomía 18».

Los goles no llegan

Termina la primera parte con un sabor dulce para comerse el bocadillo. Con las fuerzas recuperadas se inicia una segunda mitad en la que la grada espera que los goles de la zaga culturalista suban al marcador. «Ahora es nuestro momento, un gol de la Cultural sería letal», explica un aficionado que acaba de terminarse un bocadillo de tortilla.

La buena actuación defensiva es aplaudida por el público. Sin ocasiones claras para los valencianistas, los aficionados anhelan una contra como las que dieron el pase frente al Atlético de Madrid. «La Cultural defiende muy bien, solo falta que tengamos la fortuna de hacer bien una contra», detalla un joven.

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Los goles no llegan, se acercan los 90 minutos reglamentarios y como si de un milagro se tratase la afición suplica la llegada de un gol que dejara sin tiempo para la reacción del Valencia. «Si marcamos ahora, hemos ganado el partido; el Valencia no está teniendo chispa», dice un culturalista al que los nervios le delatan.

El Reino ruge

Otra vez la prorroga llega al reino de León en un partido de copa. Media hora para llegar a la gloria o para despertarse del sueño. La grada rugía aportando la fuerza a los jugadores que estaban perdiendo por el cansancio. «Pero, ¿quién es el equipo que juega en primera aquí?», ironiza un culturalista. «Ya estamos acostumbrados a la prórroga, la otra vez no nos fue mal», dice un aficionado.

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Antes de cumplirse los diez primeros minutos de la primera mitad de la prorroga llega la ocasión más clara para la 'cultu'. Luque estrella el balón en el travesaño, motivando a la afición a creer que «el sueño podía continuar». El árbitro pita el final del partido. «La suerte está echada», simplifica un joven.

La loteria de los penaltis

Llega la lotería de los penaltis. Se respira el nerviosismo en el campo. La suerte no está del lado del culturalista con los dos primeros penaltis errados se esfumaba continuar en la Copa del Rey, el golpe mortal lo dio Dani Parejo marcando el penalti que le daba el triunfo al Valencia. «Estamos orgullosos de nuestros jugadores, lo han dado todo», explica una señora.

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Termina el sueño de la Copa del Rey, la afición vuelve a la realidad de la liga. La motivación de que se le puede hacer frente a un equipo de primera es el empuje para soñar con el ascenso. El domingo la Cultural vuelve al Reino.

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