El increíble Toni

Toni, pequeño, habilidoso, con un látigo en la pierna, logró este sábado en el Mini Estadi lo que parecía imposible.

Como si fuera un jugador de otra dimensión no dudó en zafarse de sus dos marcadores, mirar de frente a la portería de Baro y lanzar un misil hasta el fondo de la red.

El gol, enorme, celebrado por todo lo alto por una hinchada leonesa desbordante de felicidad, tuvo un efecto mágico para el equipo leonés y dejó al FC Barcelona herido en su propio campo.

Con esa ventaja, con ese segundo gol, la Cultural encarrilaba un partido que le acerca con paso firme a la Segunda División.