Michael Woods impide una victoria española en la séptima etapa

«He tenido piernas y un poquito de suerte para ganar», dijo tras la etapa Woods, que se llevó su segunda victoria en la Vuelta, tras la que ganó en 2018 también en el País Vasco. El canadiense logró la victoria apenas dos días después de ser segundo el domingo en la estación de esquí de Formigal.

Los cinco fugados, entre los que estaban también los franceses Nans Peters (AG2R-La Mondiale) y Guillaume Martin (Cofidis), apretaron en el segundo paso por el alto de Orduña para irse juntos hasta la meta.

El canadiense lanzó su ataque a poco más de un kilómetro de meta, sorprendiendo a Fraile y Valverde, que había estado animando la carrera durante varios kilómetros.

«Hemos intentado ganar, pero no ha podido ser, cuando eres el más vigilado siempre es mucho más difícil», afirmó Valverde. El ciclista del Movistar, noveno en la general tras ganar algunos segundos, llegó a rozar el liderato virtual con más de dos minutos de ventaja sobre Carapaz.

«Cuando ha salido Woods he pensado que Valverde iba a salir a por él y luego les iba remachar, pero me ha salido mal la jugada», afirmaba Fraile tras la etapa.

Por detrás, el ecuatoriano Richard Carapaz entró en el pelotón principal a 57 segundos del ganador para seguir ostentando el liderato de la ronda española, que alcanzó el domingo, antes de la jornada de descanso del lunes.

«Ha sido una etapa muy rápida, la primera hora y luego después también, ha sido una etapa de bastante desgaste», afirmó el líder de la ronda española, que asegura no haber temido demasiado por el maillot rojo.

«Creo que teníamos la situación bajo control, hemos tratado de mantener la calma y sobre todo de cara al final sabíamos que no era tan peligroso, hemos tratado de mantener el tiempo a la fuga y hemos llegado con muy buena renta todavía», aseguró.

El ciclista del Ineos aventaja en la general en 18 segundos al británico Hugh Carthy (Education First) y en 20 al irlandés Daniel Martin (UAE).

Este miércoles tendrá lugar la octava etapa entre Logroño y el inédito alto de Moncalvillo, de 164 km, con un alto de segunda categoría y llegada en uno de primera, con rampas de hasta el 14%.

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