Aullido de campeón

Autoritario y sin dar opciones a sus rivales. Así fue el triunfo de Burmann, que con 19:03 aventajó en 16 segundos al siguiente clasificado, Óscar González (Fundación Euskadi), que acabaría tercero en la general. Algunos dudaban de si el chileno aguantaría la presión que ejerció sobre él Anotnio Jesús Soto y el Aldro, pero la solventó con potencia y una gran crono que atestigua que ha sido el mejor de esta ronda.

Durante mucho tiempo, el mejor registro estuvo en manos de Martín Bouzas (Froiz). La cronoescalada requería ser buen rodador y un gran escalador. Manejarse en los dos terrenos era clave y la táctica de carrera también ganaba importancia. Las 'cabras' y las ruedas lenticulares de algunos contrastaban con las bicicletas 'normales' que utilizaban otros. Algunos acoplados, otros levantados sobre el sillín. Muchos eran los estilos que se vieron camino de Valporquero, lo único claro era la dureza del recorrido.

Y ahí Burmann brilló. Los tiempos hicieron extraordinario el 19:26 de Bouzas, que a falta de que entrasen menos de diez corredores a meta, se veía subiendo al podio. Pero primero González, que rebajó su crono en siete segundos, y más tarde el ganador de la Vuelta a León, le despertaron de su sueño.

Sergio Prado (CC Vigués) acabó como el mejor leonés de la prueba, pero se quedó con un sabor agridulce. El ciclista local rozaba el top-10 antes de la cronoescalada, pero no pudo alcanzarlo y finalmente fue undécimo en una ronda que se ha disputado a cara de perro y que se ha llevado un 'lobito'.